5 claves para cuidar la piel durante un vuelo
La cabina presurizada del avión es enemiga íntima de la piel. Cómo sobrevivir a un viaje de varias horas y no morir en el intento.
El viajar es un placer. Sin embargo, mientras disfrutamos de nuestra travesía aérea, la piel sufre mucho. Sobre todo, la del rostro, que es más delicada. Cuantas más horas pasamos arriba del avión, más deshidratada luce gracias a los cambios de temperatura, de presión atmosférica y el bajo nivel de humedad ambiental que suele haber dentro de las cabinas. Para atenuar los efectos, hay cinco reglas que nunca fallan:
LA PREVIA
Unos días antes del vuelo. Durante los días previos al viaje, es importante aumentar el consumo de frutas, verduras y tomar mucha agua. Es imprescindible partir con la piel radiante y en buenas condiciones.
ANTES DEL VUELO
Antes de subirse al avión: Con el rostro limpio, colocarse suero y crema hidratante. Lo ideal es evitar maquillarse. Pero si sos de la que no va ni al supermercado a cara lavada, un poco de corrector aquí y allá y un hidratante labial con color será suficiente. Además, no olvidarse de llevar el kit salvador en el equipaje de cabina: crema para manos, rostro y un protector labial. Si tu piel es grasa, podés agregar unas toallitas húmedas para quitar el exceso de sebo.
EN EL AIRE
Durante el vuelo: Tomar mucha agua y evitar bebidas alcohólicas y café que solo empeoran la deshidratación. Podés aplicar agua termal en el rostro cuando lo sientas un poco tirante y luego sellar con una crema facial liviana.
LINDOS SUEÑOS
¡Intentá dormir! Además de aterrizar descansada, ayuda a regenerar las células de la piel.
EN DESTINO
Después del vuelo: Limpiá bien el rostro, aplicá un tónico y luego tu crema hidratante. Si tenés tiempo podés optar por una máscara súperhidratante. Por último, no te olvides del protector solar y voilà ya estás lista ¡y radiante! para disfrutar de las vacaciones.