En vez de ir corriendo a la perfumería a comprarte un producto carísimo, primero fijate qué tenés en casa.
No hay mal que una buena mascarilla facial no pueda curar. Son perfectas para aliviar el estrés de un mal día en la oficina, para iluminar una piel cansada o para cerrar los poros. En vez de ir corriendo a la perfumería a comprarte un producto carísimo, primero fijate qué tenés en casa. Sí: estamos hablando de tu heladera. Ingredientes tan sencillos como el yogurt tienen propiedades exfoliantes, mientras que la miel es excelente para erradicar las bacterias que causan acné y el cacao ayuda a iluminar la piel. Si este fin de año está castigando tu bolsillo o tenés ganas de ponerte creativa en la cocina, acá te contamos cómo hacer las mejores mascarillas. Una cosa: ¡no te las comas!
Si tenés la piel muy seca pero tu hidratante de todos los días no te está alcanzando, probá este trío infalible.
Ingredientes:
Media palta
Una cucharada de miel
Un puñado de avena
Por qué funciona:
Suena como un rico desayuno, pero mejor usá los ingredientes en tu cara. Según Dominika Minarovic, fundadora de Clean Beauty, la miel es un excelente humectante que retiene el agua sin dejar un residuo grasoso. Pero eso no es todo: “Es un ingrediente estrella”, dice Dominika. “Si la usás para masajear, reduce la apariencia de las cicatrices y estimula la regeneración de los tejidos”.
Si querés darle una vuelta más a tu mascarilla, agregale avena. “La avena tiene propiedades curativas e hidratantes”, dice Dominika. “Es buenísima para nutrir, calmar y equilibrar la piel”.
Gracias a sus aceites súpernutritivos, la palta suaviza la piel y la deja sedosa. Si no tenés en casa, sustituila por tres cucharadas de leche. “Al añadir leche, que contiene ácido láctico, exfolia la piel y la ilumina sin irritarla”, explica Lorraine Scrivener, experta en piel y directora de Eden Skin Clinic. Dejala actuar durante 15 minutos.
No es necesario gastar mucha plata en tratamientos faciales ni en exfoliantes para tener una piel lisa y suave.
Ingredientes:
Una cicharada de yogurt natural
Una cucharada de miel
Una cucharada de cúrcuma
Por qué funciona:
Al igual que la leche, el yogurt está repleto de ácido láctico, que barre las células muertas para revelar una piel más nueva y más iluminada. Gracias a la miel, que actúa como imán de la hidratación, la piel se suaviza y se siente más elástica. La cúrcuma, por su parte, es buenísima para problemas de pigmentación. Es ideal para épocas de verano, si nos pasamos de raya con el sol.
Si tu mayor problema es una piel opaca y sin vida, necesitás esta mascarilla en tu vida. Es ideal para pieles sensibles porque no contiene ácidos.
Ingredientes:
Una cucharada de cacao en polvo
1/4 de papaya
Un chorrito de gel de aloe vera
Por qué funciona:
El aloe vera tiene vitamina A, C, E, B1, B2, B3, B6 y B12, por lo que sus propiedades iluminadoras, calmantes e hidratantes no tienen competencia. Si lo combinamos con papaya, que tiene enzimas exfoliantes que disuelven las células muertas, el resultado es de otro nivel. El cacao, por su parte, es bastante maravilloso: si se lo usa sobre la piel limpia, ilumina y estimula la circulación.
Mezclá los tres ingredientes en un bol, revolvé y aplicala durante 10 minutos.
Si querés tomarte un descanso de los productos irritantes contra el acné y probar con algo más natural, esta mascarilla es para vos.
Ingredientes:
Una cucharada de miel
Una cucharada de cúrcuma
Media cucharada de sal marina
Por qué funciona:
La miel tiene propiedades curativas y antibacterianas y la cúrcuma es excelente para calmar rojeces. “La cúrcuma es una buena opción para pieles acneicas y enrojecidas”, dice Kate de Isla Apothecary. “Es antiinflamatoria y antibacterial. Al incorporar sal marina, ayudás a limpiarlas, a reducir la inflamación y la infección”.
Mezclá los tres ingredientes y aplicá sobre la piel con una brocha de base limpia, sobre todo en la zona T. Dejá actuar por 15 minutos y enjuagá con agua.
A pesar de las promesas del mercado, no hay forma de cerrar completamente los poros, pero sí maneras inteligentes de reducir su tamaño.
Ingredientes:
Una clara de huevo
Una cucharada de miel
Jugo de limón
Por qué funciona
Tanto la clara del huevo como el jugo de limón tienen propiedades astringentes que tensan la piel y minimizan la apariencia de los poros. Es el ritual prebase perfecto. Que contenga miel es importante, porque eleva el nivel de hidratación de la piel, suaviza y quita la sensación de tirantez en la piel.
“Es una gran mascarilla para descongestionar los poros”, dice Lorraine Scrivener. Como el exceso de sebo puede causar granitos y puntos negros, es un buen modo de evitarlos antes de que aparezcan.
Ingredientes:
Media palta
1/4 de pepino licuado
Por qué funciona:
“Se trata de una mascarilla súper refrescante que deja la piel limpia y fresca”, dice Lorraine. “El pepino tiene mucha agua, por lo que es hidratante, pero también vitamina C, que reduce los brotes”. La palta, por su parte, regula la producción de sebo y es rica en ácido oleico, que reduce la inflamación y combate las líneas de expresión”. La amamos.
Recién estamos comenzando a entender los efectos dañinos de los agresores ambientales como la polución (en especial el dióxodo de carbono) en nuestra piel. Esta mezcla promete protección.
Ingredientes:
Un puñado de almendras molidas
2 cucharadas de aceite de oliva
Por qué funciona:
Los ácidos grasos de las almendras pueden penetrar en la piel y la dejan suave y lisa. La vitamina E del aceite de oliva actúa como una cota de malla contra los radicales libres, que provocan opacidad, deshidratación y arrugas de expresión.
Si querés agregarle más protección, añadí a la mezcla una cucharada de té matcha, que es rico en antioxidantes y neutralizan los radicales libres. Aplicala por diez minutos y masajeá para deshacerte de las células muertas.
Algunos consejos de preparación
Vía ELLE.uk