Las 9 acciones de la cosmética en favor de la Tierra

La ecología se ha convertido en una preocupación para un creciente número de personas que consideran el bienestar y la belleza como parte de una visión holística de la vida y la naturaleza. Cuidarnos a nosotros mismos significa cuidar el mundo, ¡porque vivimos en una relación simbiótica con él! Si bien es cierto que acabamos de entrar en el Antropoceno (la era geológica en la que los seres humanos influyen en la geografía y los ecosistemas), la imaginación y el conocimiento son más necesarios que nunca para la armonía del planeta.

La industria cosmética apenas consideraba el desarrollo sostenible en la década de 2000, pero ahora está en el centro de sus estrategias creativas, impulsadas por regulaciones e iniciativas gubernamentales, así como por la creciente conciencia de los consumidores.

En el espacio de 10 años, las ambiciones innovadoras de las nuevas empresas de belleza han cambiado actitudes y establecido estándares, mientras que los consumidores se han vuelto más exigentes y buscan transparencia y prácticas ecológicas. Los grandes grupos cosméticos, actores económicos vitales en sus países, han asumido en serio sus responsabilidades fijando objetivos en sus publicaciones e informes anuales.

Además de los cambios industriales y sociales que implica este proyecto a largo plazo y los resultados concretos que se están logrando, también se impone establecimiento de colaboraciones fructíferas entre empresas que antes eran competidoras. El cambio está en marcha para mejorar la vida en la Tierra.

Las 9 acciones sustentables de la industria cosmética en para cuidar el planeta

1 - Extender la perdurabilidad de los productos. ¿Cómo podemos evitar tirar cosas? Una de las respuestas que ofrecen las casas de lujo es diseñar objetos atractivos que la gente quiera conservar. Elaborados como obras de arte, con precisión, proporciones estudiadas, materiales nobles y colores elegantes, son la personificación del refinamiento. La idea, por supuesto, es ir rellenándolos a medida que se acabe su contenido.

2 - Rellenar envases. La idea aquí es deshacerse de los envases de un solo uso organizando un sistema de depósito para las botellas, en particular de vidrio, como se hizo hace cincuenta años con las botellas de leche y limonada. En Francia, un estudio reciente (Leko x Circul’R de octubre de 2023) mostró que el 94% de los consumidores están dispuestos a reutilizar sus botellas de champú.

3 - Consumir menos agua. La industria cosmética es un gran consumidor de agua. La utiliza indirectamente en el cultivo y producción de materias primas naturales, que requieren riego del suelo; directamente en fórmulas, procesos de fabricación y tanques de lavado en fábricas, y en sus usos cotidianos, mediante la necesidad de enjuagar champús y productos de ducha. La aparición de los productos “secos” como jabones y polvos diluibles ha llevado a una creciente conciencia sobre la cantidad de agua presente en los productos tradicionales.

4 - Embalajes de fibra vegetal. Para limitar el número de cajas cartón de un solo uso que van directamente a la basura tan pronto como se abren, algunos de los frascos de perfumes o cremas de lujo ahora están envueltos en capullos hechos de fibras vegetales y pulpa de papel biodegradable proveniente de bosques gestionados de manera sostenible. Estos inusuales ”capullos“ termoformados encajan como una segunda piel, combinando estética con practicidad y sostenibilidad.

5 - Proteger el mar de la acidez y la contaminación del plástico. La firma Lancaster lanzó un protector SPF 50 de nueva generación: el tubo y la tapa utilizan un54% menos de plástico que un envase convencional. Y la fórmula ha sido probada para ayudar a respetar los ecosistemas marinos, en particular el fitoplancton, el zooplancton y los corales. Otras marcas han desarrollado envases mitad plástico, mitad cartón.

6 - Exigir transparencia. Esta es una demanda clave de los consumidores (que se sienten más tranquilos con marcas locales y con cadenas de suministro cortas). La idea -sin precedentes en este ámbito reservado- es compartir los procesos de trazabilidad para controlar el impacto de un producto en las personas y el medio ambiente.

7 - Aromatizar con aire. Gracias a las nuevas ciencias medioambientales, pronto habrá una gama de fragancias similares a las de las flores reales usando solo el aire. Esta tecnología aprovecha las moléculas volátiles y aromáticas de flores, frutas y otros elementos naturales, sin recurrir a procesos de destilación ni utilizar disolventes químicos. Así, las flores conservan su integridad y pueden reutilizarse para una segunda extracción, reduciendo así el desperdicio. La primera extracción lenta, sin agua y de baja energía de flores de nardo, se incluirá en la colección de fragancias de Valentino, que se lanzará en julio de 2024.

8 - Fragancias (y productos) virtuosas. La idea es apoyar la economía circular. Son fragancias (o cosméticos) creadas por grandes perfumistas que ayudan a financiar proyectos destinados a apoyar a las personas involucradas en la cadena de producción. Pero además, su envase reciclable reduce la huella de carbono (es de vidrio liviano y recargable; sin etiquetas ni tinta o pegamento y con tapón de madera).

9 - Agrosilvicultura y agroecología. Se refieren a métodos de cultivo que evitan el uso de pesticidas químicos, sin agotar ni secar la tierra, y que son beneficiosos para la regeneración del suelo y la biodiversidad. Hay mucha experiencia involucrada y un retorno a técnicas ancestrales y conocimientos locales abandonados. Y algunas marcas están ayudando a revivirlos, como L'Occitane lo está haciendo con los almendros en Provenza.