El compromiso de Dove con la belleza real: la imagen de la mujer en la era de las redes sociales y la inteligencia artificial

Las imágenes de mujeres en redes sociales y publicidades o las creadas con inteligencia artificial pueden ser muy diferentes de las que vemos todos los días en la calle. Dove lo sabe y también lo vio hace 20 años, cuando lanzó la primera campaña por la belleza real. Esta fue disruptiva ya que mostró cuerpos, pieles, cabellos y rostros diferentes, alejados de la norma hegemónica que invadía los comerciales del momento. A partir de entonces, la marca se comprometió a no retocar las imágenes y a apostar siempre a la diversidad.

Para conmemorar los 20 años de esa campaña, Dove realizó el estudio global sobre belleza más grande que se haya hecho hasta el momento. Los resultados fueron muy interesantes.

Dove descubrió que 2 de cada 5 mujeres darían un año de su vida para alcanzar sus estándares de belleza. Puntualmente, en Argentina, 6 de cada 10 mujeres experimenta esta presión de ser hermosas, en tanto 2 de cada 5 mujeres y niñas percibe la presión para someterse a procedimientos estéticos por parte de las redes sociales y las personas influyentes.

“Creo que las redes sociales afectan la autoestima de las mujeres porque hacen una construcción de una vida que es recortada. Todo el tiempo estamos consumiendo vidas que parecen perfectas, pieles que parecen perfectas, personas que parecen perfectas y que nos venden todo el tiempo eso, y que esa perfección es una sola. No dicen, tu vida puede ser de una forma o de esta otra, siempre tenemos una única opción de ser como las redes nos lo presentan. Hoy en día las redes sociales son un medio de comunicación más y muchas veces del otro lado sentís que lo que estamos haciendo está mal o no es suficiente o que por alguna razón no estamos llegando a conseguir eso que en teoría es tan fácil. Las redes sociales afectan mucho cómo nos autopercibimos, porque al final nos dicen que eso es el éxito, eso es lo que hay que ser y cuando no llegás, por muchísimas razones, sentís que el que está fallando sos vos”, opinó Brenda Mato, influencer y activista. Ella estuvo presente en un evento que Dove realizó para reflexionar sobre estos temas y celebrar los 20 años de belleza real.

En el último tiempo, a todas las presiones estéticas que reciben las mujeres se le sumó el uso de la inteligencia artificial, que es capaz de crear imágenes de personas que no existen en la vida real. Al pedirle a estos programas que diseñen una mujer hermosa, el resultado siempre refleja los cánones hegemónicos actuales de belleza. Allí no hay espacio para la diversidad. Por eso Dove lanzó una nueva campaña junto con el estudio global, llamada Código Dove. La idea es empezar a enseñarle a la inteligencia artificial cómo se ve la belleza real.

“Creo que como todo, la inteligencia artificial tiene cosas buenas pero también tiene cosas malas y todo está relacionado al uso que le vamos dando. Todo lo que tiene que ver con la construcción de belleza sigue los mismos sesgos que tenemos los seres humanos y los que la han creado. Cuando le pedís a una inteligencia artificial que te hable de belleza sigue replicando los mismos estándares de una mujer blanca, delgada, joven, con una piel completamente lisa y después cuando salís a la calle te das cuenta que en realidad eso no tiene nada que ver con quienes somos. Incluso nadie nos avisa que lo que estamos consumiendo es inteligencia artificial y no es real. Es más complejo porque cada vez se empieza a generar una disonancia entre una realidad y lo que estamos viendo”, indicó Mato.

Cande Yatche, titular y fundadora de la fundación Bellamente, que promueve la diversidad corporal, sexual y de género, también estuvo presente en el evento y opinó sobre el tema: “Creo que hoy en día la inteligencia artificial está aprendiendo de un montón de estereotipos de belleza que están instalados hace muchísimos años de contenidos que hay en el mundo virtual. Según cómo se le enseñe y cómo aprenda podemos encontrar distintos resultados. Va a ser desafiante porque hay un montón de sesgos que trabajar particularmente con respecto a la corporalidad y qué se valora más, en la búsqueda de cuál es la mujer más hermosa del mundo”.

Para Cande es fundamental conversar sobre estos temas porque es lo que se viene en cuanto a tecnología. “En un pasado quizás trabajábamos con las distorsiones que generaban programas complejos como Photoshop. Después empezamos a trabajar con los filtros y a entender un poco qué generaba en la imagen corporal su uso. Hoy en día nos encontramos que nos estamos comparando con imágenes de personas que no existen. Esto claramente aumenta la insatisfacción corporal, aumenta la distorsión con la imagen corporal y tenemos que trabajar para prevenir los efectos negativos”, opinó.

Sofía Calvo también dijo presente en el evento y se refirió a las redes sociales y cómo pueden afectar la autoestima de las personas. “Creo que todo lo que consumimos en redes al ser algo diario o cotidiano afecta nuestra autoestima porque nuestra imagen viene creada desde el afuera. Estoy todo el tiempo viendo imágenes de mujeres perfectas, muy hegemónicas. Eso va a ser para mí un puntos de comparación y de frustración si no logro alcanzar esos estándares de belleza que la sociedad nos impone”, indicó, y agregó: “Me encanta la campaña de Dove porque trabajo mucho en redes con el tema de la autoestima, con la imagen de las mujeres. Me encanta que me inviten a estos eventos porque creo que puedo ver, aportar o ayudar cada vez más”.

Las invitadas reflexionaron sobre los resultados del estudio global de belleza y se mostraron impactadas con los resultados. Para Brenda Mato fue muy movilizador que hoy en día 2 de cada 5 mujeres sigan prefiriendo hacerse retoque estéticos. “Eso habla del nivel de importancia que tiene la belleza hegemónica para las mujeres, y lo que eso significa en cuanto a la construcción de nuestra vida, a lo que vamos a poder alcanzar en todos los sentidos, en el éxito en la vida laboral, amorosa”, dijo. También mostró preocupación por el hecho de que tantas mujeres hayan respondido que darían un año de su vida para alcanzar estos estándares: “En qué estamos ocupando nuestro tiempo? ¿Por qué seguimos pensando que eso es lo máximo a lo que podemos aspirar, ser lindas y seguir siendo ese objeto de deseo? Y lo que me hace preguntarme y seguir insistiendo en qué más podemos hacer las mujeres. Yo siento que somos capaces de hacer muchísimas más cosas y sin embargo todavía nos siguen diciendo que nuestro máximo valor es la belleza. Somos mucho más que eso y esa es la barrera más importante que me parece que hay que romper”.

(Todas las imágenes generadas para esta campaña, son resultados reales de una herramienta de Inteligencia Artificial, con el único propósito de mostrar el sesgo de belleza en las herramientas de IA generativa).