Nutrigenética: un plan alimentario basado en tu ADN

Nutrigenética: un plan alimentario basado en tu ADN

Nutrigenética

Algunas veces, la nutrición equilibrada y la actividad física no son suficientes para bajar de peso. Y en esto, nuestros genes son la clave para obtener los resultados esperados. A través de ellos podemos descubrir qué tipo de alimentos y de entrenamiento son los adecuados para nuestro cuerpo.

27/10/2023 13:45
  • Redacción Elle

Atrás quedaron las dietas generalizadas. Cada organismo es diferente y requiere de un tipo de alimentación particular y específico. Según la OMS, la forma precisa de llevar una ingesta variada, equilibrada y saludable depende de las particularidades de cada individuo: su edad, género, estilo de vida, nivel de actividad física y del tipo de comida que se consume geográfica y culturalmente. Es decir que, para ser más efectivos, es necesario autoenfocarse y saber más acerca de uno mismo. Y en esto la genética resulta fundamental, porque contiene datos clave sobre el funcionamiento del propio metabolismo. Por medio del ADN podemos saber de manera fehaciente y exacta cómo personalizar nuestra rutina alimentaria, de qué manera el organismo metaboliza ciertos nutrientes, qué tipo de ejercicios físicos funcionan mejor en nuestro cuerpo, cuáles son las predisposiciones genéticas que nos merecen más atención y cuidado, o cómo adoptar mejores hábitos a partir de estas.

Bienvenida la nutrigenética

A través de una simple muestra de saliva, un análisis de laboratorio revelará qué es lo que llevamos en nuestro ADN; es decir, cuáles son esas características que nos hacen únicos, y que influyen en la salud y la enfermedad de un organismo determinado. Así, cada persona podrá adoptar rutinas alimenticias y de actividad física basadas en sus necesidades particulares. De esto se trata la nutrigenética: de proporcionar datos a nivel molecular (genético) sobre cómo impactan a nivel físico los componentes de una dieta. “Si bien las recomendaciones nutricionales basadas en estudios epidemiológicos y en poblaciones generales son fundamentales para una alimentación saludable, la nutrigenética complementa al brindar información más precisa para cada individuo, desarrollando lo que se conoce como “nutrición de precisión”, explica Laura Romano, Licenciada en Nutrición y creadora de Integral Nutrición.

Este nuevo tipo de test otorga información organizada en cinco bloques principales: 1. Metabolismo y absorción de nutrientes, 2. Actividad física, 3. Aging (envejecimiento) e inflamación, 4. Gestión del peso y 5. Intolerancias y sensibilidades. Los análisis genéticos incluyen, además, un informe especial con 48 características del ADN (como el nivel de hambre emocional, el nivel de eficacia a determinadas dietas, la sensación de saciedad, el rendimiento atlético o la deficiencia de vitaminas, entre otras).

Con los resultados del laboratorio en mano, luego llega el momento de profundizar en el autoconocimiento y de entender cómo influyen nuestros genes para poner en marcha un completo plan alimentario y de entrenamiento, hecho a la propia medida. Y para eso, el equipo de profesionales de Integral Nutrición ofrece un servicio de asesoría individual, basado en la información obtenida

Nutrición de precisión, ¿de qué se trata?

La gran novedad es sumar el componente genético a los planes alimentarios personalizados (que desde hace años vienen haciendo la mayoría de los nutricionistas). “Pero a veces la gente se confunde yle pone mucha expectativa. Lejos de ‘venderlo’ como algo mágico, me gusta contarlo como una herramienta más”, dice la Lic. Romano.

Así, en la nutrición de precisión se tienen en cuenta los hábitos y gustos del paciente, sus horarios, actividades y emociones, su descanso y actividad física y, por supuesto, su estado a nivel clínico. “La idea es conocer al paciente en profundidad, sumando a ese saber el cómo viene programada genéticamente la persona: es decir, el ‘manual de instrucciones’ de su ADN”, apunta la nutricionista. De esta manera se articula lo genético (que se trae de por vida) con el estado de salud del momento (según sus análisis clínicos) y con la manera en que se siente el individuo. Con toda esta información se crea un plan alimentario adecuado a sus necesidades, gustos y hábitos.

Fotos: Marie Schmidt. Estilismo: Jana Würfel.Fotos: Marie Schmidt. Estilismo: Jana Würfel.

“Siempre armamos planes balanceados que contengan hidratos de carbono, proteínas y grasas de buena calidad. No hacemos restricciones innecesarias , como por ejemplo una dieta sin harinas. Buscamos variedad en la alimentación y que esta incluya todas las vitaminas y minerales. El diferencial es que priorizamos el índice glucémico de los alimentos y el contenido de los carbohidratos. Pero también vamos a focalizarnos en cómo distribuir este tipo de alimentos si, por ejemplo, la persona tiene una mala gestión de carbohidratos o de grasas -explica la nutricionista y agrega-, jamás daremos una dieta sin lácteos, salvo que el paciente nos refiera que le caen mal. Y luego, en base al estudio genético, comprobaremos que, casualmente, posee el gen que predispone a la intolerancia a la lactosa”.

En la consulta también se hace mucho hincapié en el panel genético -que también revela si el individuo absorbe y metaboliza las vitaminas y los minerales-, para confeccionar el plan de alimentación a medida. “Con la nutrición de precisión podemos saber si hay que hacer foco en el ácido fólico, la vitamina C o la vitamina D, y desde ahí le señalamos al paciente cuáles son los alimentos fuente de estas vitaminas o minerales. Además, si en las pruebas de laboratorio se demuestra que existe alguna carencia, le agregaremos algún suplemento”, sintetiza Romano

Un plan tan único e individual como tu ADN

“El hecho de conocer su perfil genético y de recibir recomendaciones nutricionales personalizadas hace que los pacientes se sientan más motivados y comprometidos con su dieta. Tener más autoconocimiento genera mayor adherencia al tratamiento y, por ende, más efectividad a largo plazo. Y eso está muy bueno”, afirma la Lic. Romano.

Descubrir el ADN también puede ayudar a entender cómo es el rendimiento físico y por qué, por ejemplo, no se disfruta de hacer ejercicio. La presencia del alelo rs780094-C en el gen GCKR se asocia a una menor adherencia a la actividad física. A partir de los resultados, se puede optar por algún tipo de ejercicio más acorde con las preferencias.

Otro punto importante es conocer la predisposición a enfermedades inflamatorias. La presencia del alelo rs1800795-G en el gen IL6 puede contribuir a que se desarrollen patologías como síndrome del colon irritable o las enfermedades de las arterias coronarias.

“La inflamación -que es producto de la vida moderna, los hábitos perjudiciales, el poco ejercicio y la mala alimentación- daña a todo el organismo. Y cuando genéticamente existe una tendencia a padecerla, hay aún muchísimos más motivos para mejorar los hábitos y la calidad alimenticia. Entonces se le va a informar a la persona que tiene esta propensión que su capacidad antioxidante es muy baja y que, por lo tanto, los radicales libres que se generan en su cuerpo se van a ir acumulando. Pero, paralelamente, también se le va a reforzar la dieta con el consumo de frutas, verduras y ciertas sustancias y alimentos que son antioxidantes. Como bien sabemos, los genes pueden estar activados o silenciados, y por eso -como se mencionó anteriormente- es tan importante conocer cómo se siente el paciente en ese momento y qué síntomas manifiesta”, concluye la especialista.

Genera (el primer laboratorio de Latinoamérica especializado en genómica personal) y Diagnóstico Maipú –líder en análisis clínicos y diagnóstico por imágenes– se aliaron a Integral Nutrición para crear un nuevo panel personalizado de nutrición. El método posibilita bajar de peso de manera organizada, pero además mejorar los hábitos y calidad de vida a través de la información que brindan los genes.