Descubrí un refugio en el Tigre para desacelerar el ritmo porteño

Descubrí un refugio en el Tigre para desacelerar el ritmo porteño

En pleno delta –lugar increíble–, a una propiedad de la década del ’30 se le dio una nueva vida para descansar los fines de semana y en vacaciones. Tiempo de remanso para disfrutar de la naturaleza.

16/12/2020 20:25

Como el río que se aquieta en un remanso después de haber corrido bravo, la decoradora Marcela Conti encuentra sosiego al ritmo urbano al llegar a Meraviglia, el refugio que compró y recicló hace dos años. “Aquí disfrutamos, nos distendemos y nos entregamos al confort de una vivienda que nos regala una experiencia en contacto directo con la naturaleza”, dice Conti al hablar sobre esta construcción de los años ’30 que además convirtió en un desafío creativo. “En el transcurso de un año, mi marido Pedro y yo hicimos personalmente los trabajos necesarios de obra y decoración para poder vivirla en familia”, nos cuenta con entusiasmo y orgullo. Rodeada de agua, árboles y acompañada por el eterno cantar de los pájaros se asoma sobre la margen de un río hermoso, uno de los tantos que junto a arroyos y canales forman el delta del Tigre. Fue construida originalmente con materiales livianos, techos de chapa y elevada sobre el terreno para mantenerse a salvo de las frecuentes crecidas. “La estructura fue respetada y conservada, pero la decoración es el resultado de un estilo personal, que se fue construyendo gracias a la pasión por mi profesión y las visitas a mercados de pulgas en busca de tesoros únicos”, dice la interiorista, cuya expertise en esas pesquisas hace rato que tomó forma en una marca propia, pasionchic.com. “Muchos de estos muebles, como la mesa redonda o el aparador provenzal, fueron elegidos antes de comprar la casa, con la firme convicción de que habitarían un futuro hogar en el delta cuando del universo así lo dispusiera.” Finalmente, su destino llegó.

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Una araña de estilo Imperio con caireles ilumina la mesa de comedor inglesa y las sillas vienesas de roble de Eslavonia (Pasión Chic). Los honguitos de cerámica son obra de Conti.

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Las lámparas colgantes fueron un hallazgo de anticuario. Los cuadritos son pañuelos antiguos enmarcados. “Hay dos que están abiertos para que se vea bien el estampado y los otros están doblados en triangulitos como se usaba antes”, dice la decoradora que patinó personalmente las paredes del baño. Un mueble bajo con una bacha de gres inglesa se acompañó con una moderna grifería monocomando.