Celebridades
Actriz, productora y dueña de una personalidad única, la protagonista de Black-ish es la nueva embajadora de una excéntrica fragancia. Conocé sus pasiones y carisma, que llegaron a conmover a Michelle Obama.
Talentosa, comprometida y multifacética. Yara Shahidi no solo es una galardonada actriz, sino también una exitosa productora que brilla en todas las pantallas y plataformas. Con 23 años, participa en infinitos proyectos y es la portavoz de toda una cultura. Desde los 6, esta joven afroamericana trabaja frente a las cámaras, pero sin dudas su papel protagónico en la serie Black-ish la colocó en el centro de la escena. Hoy forma parte de una de las comedias más vista en Estados Unidos, Grown-ish, y protagoniza el nuevo programa de entrevistas de Meta. Como si fuera poco, recientemente marcó un nuevo hito en su carrera artística y en el mundo del cine, ya que fue contratada por Disney para interpretar a Campanita en la película Peter Pan & Wendy, convirtiéndose así en la primera mujer de raza negra en interpretar este papel. Si bien muchos fans manifestaron su alegría y muestras de cariño, otros tuvieron reacciones adversas.
Más allá de los brillos de Hollywood, Shahidi cumple un rol trascendental en la industria del entretenimiento como defensora y militante de proyectos que promuevan la inclusión y la equidad. Además, fue distinguida por distintas revistas como una de las 30 adolescentes más influyentes.
Yara, fiel a su estilo, se anima a responder absolutamente todo y a contar cada detalle de su vida de película. “Al principio, comencé a actuar más como un hobby. Mi mamá era actriz publicitaria y trabajé mucho con ella mientras crecía. Después de la escuela, solía ir a filmar comerciales. Era un plan divertido que hacíamos como familia. Sin embargo, a los 7, me enviaron mi primer guion de cine. Al principio dije que no, porque me encantaban los comerciales, pero terminé leyéndolo y amándolo. Imagine That fue mi primera película. Así comenzó mi amor por la televisión y el cine”.
Hija de un fotógrafo estadounidense y de una actriz afroamericana, el destino de Yara frente a las cámaras estaba escrito. Nació en Minneapolis, pero hoy vive en la meca de las estrellas, Los Ángeles, donde se graduó. Amante de los conciertos, asegura: “Creo que ir a recitales es una de las cosas que más me gusta hacer. Hay algo tan vibrante y refrescante en la música en vivo. A menudo, cuando viajo, lo único que busco es ver quién está tocando en esa ciudad”.
La voz del pueblo
La llegada de Black-ish a la pantalla rompió muchos estereotipos. Sin ir más lejos, inició un diálogo a nivel nacional en Estados Unidos acerca de los problemas sociales y el racismo. También, desempeñó un papel primordial en muchas conversaciones culturales y deconstructivas. En ese sentido, Yara Shahidi se convirtió en la voz de aquellos que aún hoy no se animan a hablar.
A pesar de que la califican como una gran activista, ella enfatiza: “Me defino tímidamente como 'socialmente comprometida', porque tengo amigos y familiares que son militantes o están en la esfera política y se dedican las 24 horas, los siete días de la semana, a ayudar a que los movimientos por la equidad avancen. Por eso me reservo el término 'activista' para ellos. Sin embargo, hace poco estuve hablando con Jamila Jamil, quien usa el término 'defensora', y lo adopté. Me gusta mucho porque gran parte de nuestro trabajo, especialmente cuando somos artistas, es usar nuestra popularidad para defender el trabajo que ya se está haciendo y simplemente ser una voz. Defiendo la equidad y la igualdad, pero creo que mis luchas particulares se centraron en el derecho al voto, los derechos BIPOC y el movimiento Black Lives Matter”.
Con tan solo 16 años creó Eighteen x 18, una plataforma que tiene como finalidad asegurarse de que los votantes que adquieren la mayoría de edad sepan a quién pueden votar y por qué es importante hacerlo. Por aquel entonces, Estados Unidos elegía como presidente a Donald Trump. En su frustración de no poder votar lanzó esa plataforma, con el objetivo de incentivar a su generación a decir la verdad, a tomar acción y a alzar la voz.
Shahidi enfatiza el compromiso social de su familia y rememora los comienzos de Black-ish. “Estar en un programa que intencionalmente trató de abordar esos temas, así como también participar a temprana edad en paneles donde me hacían preguntas sobre política, hizo que me diera cuenta de que la gente realmente estaba prestando atención a lo que yo decía y que las conversaciones privadas que se estaban dando en mi casa valían la pena tenerlas en público. De esa manera advertí que no solo tenía que hablar sobre los temas que trataba el programa, sino que también podía iniciar charlas y participar en cualquier debate que realmente me interesara”.
Grandes musas
Todos tenemos referentes, no importa si son conocidos popularmente o si se encuentran dentro de nuestro círculo íntimo. Pero a decir verdad, siempre hay alguien que nos inspira a alcanzar nuestras metas. “Como nerd de la historia, creo que las primeras mujeres poderosas a las que admiré fueron Juana de Arco y la reina Nzinga. Son personalidades que representan el poder que nosotras tenemos para generar cambios. Desde pequeña aprendí cómo las mujeres ayudaron a dar forma a nuestra sociedad”, cuenta Shahidi.
“Actualmente hay tantas personas, como Shirley Chisholm y Sherrilyn Ifill, que me inspiran. También me resulta emocionante pensar que solo tengo algunos años de diferencia con una mujer tan emblemática como Malala. Crecer con ella fue muy inspirador. No hay excusa para no comprometerse, porque gente de mi edad está haciendo un trabajo increíble”, agrega emocionada.
Un largo camino
Lamentablemente, tanto a la industria del cine como de la televisión le faltan aún algunos capítulos por resolver acerca de la deconstrucción de los cuerpos. La imagen, principalmente de las mujeres, es todavía cuestionada. Mucho se habla al respecto. Sin embargo, en la práctica nosotras continuamos siendo foco de estigmas. En ese sentido, la protagonista de Black-ish remarca: “La lección que aprendí es la importancia de saber cuál es la propia idea que yo tengo sobre mí. A partir de eso me siento menos influenciada por lo que piensan los demás, incluso si es positivo. Antes me aferraba y me obsesionaba con mi imagen y cómo me veía el mundo”.
Cómoda, poderosa y única
Su belleza indiscutida, y su personalidad y valores, la convirtieron en ícono para grandes marcas. A pesar de su corta edad, el camino recorrido por esta talentosa artista es inmenso. No solo la iluminaron las luces de los sets de filmación, sino también los flashes de las pasarelas más importantes del mundo. De la Fashion Week de Milán 2020, fue la elegida de Gucci, a embajadora mundial de Cartier, Dior Beauty y Dell.
Recientemente, el grandioso Jean Paul Gaultier posó sus ojos sobre la joven productora y actriz. En la MET Gala de este año, lució un diseño suyo que reversionaba los emblemáticos 90. A partir de ahí comenzaron las especulaciones de que algo más se vendría entre ellos dos... Y así fue.
Yara Shahidi es la nueva cara de la fragancia Divine. No es casualidad que Jean Paul Gaultier se haya fijado en ella. Él siempre fue un notable defensor de la diversidad de los cuerpos e identidades de género. “Creo que por eso hubo una alineación tan hermosa para esta campaña. No solo la creatividad fue emocionante, sino que me relacioné con sus valores fundamentales. Gaultier siempre fue un adelantado y progresista”, sostiene.