Carey Mulligan: una mujer de (esta) época candidata al Oscar

Carey Mulligan: una mujer de (esta) época candidata al Oscar

Actriz inglesa, a una década de su primera nominación a los premios de la Academia, vuelve a estar en todas las charlas por su contemporáneo, crudo e inusual papel en Promising Young Woman.

19/04/2021 16:53

Carey Mulligan es distante pero no lejana. Seria pero empática y sorora. Más necesaria como ícono por esas virtudes que si la industria le hubiese dejado la etiqueta de it girl por su imagen.

Sin redes sociales, Carey Mulligan (actriz, nacida en Londres en 1985) es igualmente una fiel representante de esta (y de toda) época.

Puede ser con los trajes históricos que tanto ha usado y la caracterizan en la pantalla. O con la fusión de pasteles con los que Cassie, su último gran personaje en Promising young woman, endulza y noquea. Ese papel por el que este domingo 26, al igual que la película, está nominada al premio Oscar (ceremonia desde las 21 en vivo por TNT)

De cualquier modo, su tarea es representar a la mujer. De ayer, de hoy, de… ¿siempre? Cómo no, si dijo que la palabra que la define es “esfuerzo” . Y por qué no, si como hacemos entre todas, también intenta cuidarnos.

Desde los 6 años supo que quería ser actriz. Pero al terminar la escuela secundaria la rechazaron en el conservatorio de arte dramático. A pesar de eso, a los 18 ya había hecho una película y debutaba en el teatro. Logró cumplir su sueño de dedicarse a contar historias. Algo que aún le parece “un milagro”. Y, sin embargo, asumió que tuvo que manejar la culpa que le provocaba dejar a sus dos hijos, Evelyn y Wilfred (todavía sub 6), para trabajar.

“Cuando recibo un guión de una directora le prestó mayor atención porque sé que tuvo que luchar una tonelada más que sus colegas varones para conseguir producción”, aseguró en Vogue Australia sobre su trabajo con Esmerald Fenell.

La directora de Promising Young Woman, una supuesta comedia negra que deja a cualquiera recalculando, este domingo de Oscars 2021 también está nominada en su categoría. Mientras Carey es candidata a Mejor Actriz.

“Sos astuta pero con los pies en la tierra. Siento que podés ver más allá y lograr algo. Hay una inteligencia brillante detrás de tus ojos”, la halagó en público Margot Robbie.

Es que su colega y compañera oceánica fue la productora de esta última e imprescindible película. El film –en un tono parecido a lo que sucede con hitos como Joker o Relatos salvajes– provoca en la audiencia una pregunta inevitable: de qué nos reímos.

UNA PELÍCULA (COM)PROMETEDORA

“No creo que deba estar de acuerdo con todo lo que un personaje hace para acompañar ese viaje. Es algo que nunca se les cuestiona a los varones”, reflexionó Mulligan en The New York Times sobre su interpretación de Cassie. Ella es una treintañera perturbada por haber perdido a su mejor amiga tras ser víctima de abuso sexual. Promising Young Woman. ¿Se llevará el Oscar a Mejor Película?

“Ella tiene todo el derecho a ser cerrada y desagradable, a ser tan vengativa como le gusta, porque ha pasado por un infierno. Eso no significa que no debamos preocuparnos por ella”, analizó Carey.

Ayudarla, justamente, es lo que simulan los varones. A ellos el personaje de Cassie, en medio de un juego de venganza y autoflagelo, busca desenmascarar. Y enfrentarlos con lo que son. La anti heroína que compone Carey comprueba su tesis noche a noche y busca, en contraofensiva, que se aterren al quedar expuestos.

Así como, de algún modo, la película también apuesta a poner frente al espejo de la cruda y violenta realidad a las típicas comedias yanquis y pochocleras, sobre los inicios en las relaciones, como American Pie. Los hasta con guiños evidentes en su reparto, estética y banda sonora.

“Las vi todas y nunca había pensado en eso”, asumió Mulligan, una vez más empatizando con lo que le pasa a cualquiera ante un clic de deconstrucción. “Pero después te ponés a pensar y te das cuenta de que nada de eso es gracioso y que en realidad es horrible.”

D.R.D.R.

“La miré porque soy débil y no pude creer estar leyendo algo así, sobre una película como ésta, en el 2020. Parecían cuestionar que yo fuera lo suficientemente sensual para el papel”. Eso repudió sobre la reseña que, en su versión original, insinuaba que la productora Robbie debería haberla protagonizado.

¿Resultado de otro careo? Al googlear y entrar a esa nota lo primero que se encuentra es una disculpa oficial del medio por haberla ofendido. “Me he sentido menospreciada y sufrido el sexismo. Tuve que luchar más para que se valore mi opinión sobre los guiones”, ya había dicho en 2018 tras el auge del movimiento #MeToo.

NO SOY YO, SOS VOS

Alguien podría sorprenderse ante tanta disponibilidad de Carey para hablar con los medios. Pero no tanto si de compromisos se trata. Como en una famosa nota que dio a The Guardian en 2013. Pidió que se le preguntara por su trabajo con una fundación dedicada a pacientes con Alzheimer antes que cualquier detalle amoroso.

“No quiero que la gente se interese en eso”, se defendía en aquel entonces. Sola, sin agentes, publicistas ni séquitos alrededor.  Y así respondía cuando le preguntaban si era cierto que con su marido, el músico de rock Marcus Mumford, habían compartido comunidad religiosa y una amistad por correspondencia desde la adolescencia.

Es que Carey Mulligan está entre las celebridades del cine que mejor han resguardado su intimidad. Entre otras razones, porque considera que cuanto más sepa el público sobre la vida real de un artista más difícil será contarles distintas y verosímiles historias.

También por eso se aleja de las excentricidades que podría tener una celebridad. Y es terrenal. Como la casa de campo donde vive con sus familia en Devon, la zona de Agatha Christie de las afueras londinenes.

Exigente cuidado de su imagen, exquisitez en la selección de roles y alto nivel de actuación. Así logra que cueste unir a la persona que se encariñó con la manicura tras interpretar a Cassie, con la que protagonizó  The Dig. Si, ella es la mujer de la película junto a Ralph Fiennes sobre el caso real de la excavación de Sutton Hoo en 1939 (disponible en Netflix).

¿Qué pasará cuando se la vea hablar en castellano como la actriz chilena Felicia Montealegre? Bradley Cooper la eligió para la biopic que dirige y protagoniza, con su texto, sobre el músico Leonard Bernstein.

“Quiere interpretar a personas reales que están haciendo cosas reales”, analizó Dave Harve, un prestigioso dramaturgo y director de teatro inglés que trabajó con ella. Y lo hace sin poses ni pretensiones.

Sólo tenía 25 años cuando tuvo primera nominación al Oscar por An Education. El marketing la quiso convertir en la chica del momento. “Me aterraban las fiestas, las fotos y a las alfombras rojas”, confesó. Pero lo afrontó. Hasta hizo giras de prensa en modo puérpera.

Súper actriz pero madre de esta época, Carey es distinta dentro del show pero cercana a la vida de todas. Se resguarda en una pieza para lograr una cita de Zoom sin hijos gritando y se relaja viendo vidrieras con su amiga de la infancia. Y cuando empezó el confinamiento, ella también se compró un set de agujas de tejer por Internet.