Mamma mia… ¡gracias!

Mamma mia… ¡gracias!

Una palabra. Un abrazo. Ese mimo que nunca queda tiempo para dar. Este es el momento. Cuatro invitados especiales aprovechan esta tradición ELLE para gritar “te quiero, ma”.

19/10/2018 16:56

Mi cable a tierra 
Por Tomás Kirzner 

Mi mamá tiende a hacer cosas muy espontáneas, es muy divertido que eso suceda, como por ejemplo una vez estábamos en Florencia y ella quería ver el famoso Ponte Vecchio. Entonces le indicaron dónde estaba, pero antes de ir me dice: “vayamos a una joyería muy conocida que hay por ahí. ¿Toto, me acompañás?”. Y sí, claro, la acompañé. Y ella avanzó sola y yo la seguía unos dos o tres pasos atrás. Pasaron dos minutos y en un momento veo que mi mamá me mira con cierta preocupación, desconfianza. Me mira a mí y sigue mirando hacia adelante, pasa como amagando a la gente con paso rápido, como nerviosa y yo no entiendo el movimiento. Entonces sigo avanzando, mi vieja vuelve a hacer lo mismo y así varias veces. Sigo avanzando… Encaro por la calle hasta que en un momento se da vuelta de manera brusca, me mira a los ojos y me dice: “Ah, Toto, sos vos, pensé que era un extraño que me estaba siguiendo”. Entonces le digo: pero cómo va a ser un extraño, mamá, si me pediste que te acompañara. Y desde ese entonces le digo Dory por la famosa escena que Dory le dice a Marlyn, el papá de Nemo, que lo acompañe a buscar a su hijo y se olvida y se produce una persecución entre ellos dos. Así como estas tengo miles de historias. Siempre tuvimos una relación muy fuerte. Dormí con mi vieja hasta los 8. Ella es mi cable a tierra y me enoja cuando la atacan porque es la persona más buena que conocí en mi vida. Es cierto que tiene un carácter fuerte pero no le reprocho nada. En realidad, creo que yo le tengo que deber a ella de acá en más, por todo lo que hizo por mí y por mi hermana. La adoro y me mata verla sufrir, ¡es algo que odio! Ella es muy “cuida” pero valoro y me gusta que sea así.

*Tomás es actor. Con 20 años, el hijo de Araceli González y Adrián Suar estuvo en Simona, la tira de Canal 13. También hizo radio.

D.R.D.R.

Ella es súper poderosa. Mi mamá es la mamá del mundo. Cualquiera que la conozca por tan sólo unos segundos entendería a lo que me refiero. Dulce, amable, risueña, exagerada y amorosa, todo eso es mi mamá. Sus altos niveles de amor y de ingenuidad aún me sorprenden. También su enorme capacidad para hacer sentir bien a los demás. Ella asegura que nació para ser mamá. ¡Qué declaración polémica en estos tiempos! En ella eso que dice es real. Pero también es mucho más que eso. Aunque me parece que no lo sabe. Mi mamá fue una gran productora de mi vida. Si yo decía “mamá, quiero tejer”, ella me compraba las agujas y la lana; “mamá, quiero hacer baile”, me llevaba a un instituto de baile. “Mamá, quiero salir en la tele”, fuimos al casting de Agrandadytos. Durante los años que fui parte del elenco de Chiquititas y Casi Ángeles, ella me llevó y me trajo todos los santos días. Algo que no es menor, si pensamos que nosotros somos de Banfield. Ella hacía la locura de armar su jornada así: primero, me llevaba a Martínez a grabar; después iba hasta a Avellaneda donde trabajaba con mi papá en la fábrica metalúrgica, luego volvía al norte a buscarme y recién entonces regresábamos a Banfield. ¡Todos los días! Compartir tantas horas juntas arriba del auto nos permitió tener grandes charlas. Afianzó nuestra relación. Nos convirtió en cómplices, de igual a igual. Sobre todo, hizo que para mí ella sea la persona más incondicional que tengo. Sé que siempre puedo contar con ella. Me deja un techo muy alto de alcanzar cuando yo sea mamá. Espero ser igual a ella…. Aunque cuando era chica solía decir que quería ser como mi mamá, que ella era lo más grande del mundo. Imagino que es normal. Ahora, de grande, siento que cada día somos más distintas. Que estamos en un momento de reconocernos como dos mujeres adultas y diferentes. Sinceramente, por momentos es aterrador. Pero, por otro lado, siento que está buenísimo. Aprendemos una de la otra. Mi mamá es (y siempre será) la persona más importante de mi vida. Mi protectora. La amo hasta el cielo ida y vuelta (como le digo desde que aprendí a hablar).

*Candela es actriz, modelo y DJ. Sigue en la obra Los martes orquídeas, de jueves a domingo en el C.C. 25 de mayo.

D.R.D.R.

La leona
Por Angelo Mutti Spinetta 

Me freno un segundo, le pongo una pausa parcial al tiempo y me siento agradecido de la vida que me tocó. Agradezco que nunca me haya faltado nada, que siempre intentaron complacerme en todos los sentidos, que siempre hayan protegido mi inocencia de niño sin mentirme sobre lo que me rodea y sin tabúes sobre la vida. Todo con amor y delicadeza. Todo eso es gracias a mi papá, a mis abuelos, a la familia en general, pero sobre todo, gracias a mi mamá. Ella es para mí la prueba irrefutable del amor en estado puro. Me cuidó y enseñó infinitas cosas. A veces me parece increíble todo lo que hizo por mí. Espero, si alguna vez tengo hijos, siquiera rozarle los talones. La admiro en todos los sentidos. Por su inteligencia. Por su hermosura. Porque superó todas las tormentas con total seguridad. Porque nos inculcó el arte desde que estábamos en la panza, poniéndonos los auriculares desde el mundo exterior con música de Prince y Stevie Wonder.

Al ser la única mujer de la casa (el hogar se completa con 4 varones) siempre fue como una reina para nosotros. Aunque, pensándolo bien, en realidad ella era como una leona con sus cachorros: amorosa pero siempre yendo al frente, sin condiciones, en nombre de la manada.

Si pudiera elegir un momento de mi vida y quedarme ahí para siempre sería cuando tenía 4 años y nos quedábamos viendo películas, dibujando y jugando cuando vivíamos en Martínez. No lo dudaría ni un segundo, porque todavía tengo fragmentos de esa felicidad en mi inconsciente y cada vez que los pienso me dan ganas de volver a sus abrazos y completar el “te amo hasta… el infinito y más allá”. Estoy orgulloso de mi mamá. Gracias por las comidas caseras. Gracias porque nunca me careteás nada. Gracias por acompañarme sinceramente en todo lo que elijo, por tenerme paciencia, por habernos dado una infancia feliz, por seguir preocupándote por mí, aunque haya crecido. Gracias por no ser hipócrita. Gracias por darme alas y enseñarme cómo usarlas. Mamá, te agradezco por regalarme la vida y enseñarme cómo vivirla.

Angelo es actor y músico. En el sonido, con su hermano Benicio, hacen rap y trap. En las pantallas, está por estrenar protagónico en la TV Pública y la película El bosque de los perros en el cine.

D.R.D.R.

Mi vieja es capa, es canchera, moderna, maneja bien la tecnología, es buena abuela, es muy cabeza dura y es mi gran compañera de aventuras. Si tengo que hacer un viaje, me gusta ir con ella, tiene mucha más energía que yo y nos parecemos en que las dos somos de tranco largo, pero necesitamos descansar. En cambio, no nos parecemos en nada con los gustos. Todo lo que ella me dice “mirá qué lindo”, para mí es horrible. Desde chiquita siempre tuve un carácter muy diferente. Ella es racional… al pan, pan. Yo soy sensible, todo me afecta y, sin embargo, es una gran muestra cuando dos personas son muy diferentes se pueden llevar muy bien y ser grandes compinches. ¡Una anécdota que nunca voy a olvidar! La primera vez que fui a Madrid todo me resultaba familiar y me movía con un mapita a cuestas de un lado para el otro. Durante el día iba con mamá y mi hija a museos, paseábamos y buscábamos plazas. No es tan fácil encontrarlas porque no hay tantas en Europa. Y no abundan los niños. Y durante la noche me iba sola a recorrer bares y teatros para ver stand up y probar mi material antes de grabar para la televisión. Eso también pude hacerlo gracias a que mi madre se quedaba con mi hija Kiara. Fue un viaje espectacular que quedará para siempre en mi memoria. Mis padres son universitarios, pero siempre apoyaron mi carrera más allá de que yo no imaginaba lo artístico como una chance de laburo. Para mí la gente que se dedicaba full time al teatro, trabajaba en radio o en televisión era extraterrestre. Pero mamá siempre estuvo y sigue estando ahí… firme, apoyando mis locuras, risas interminables y desafíos que hago con la presión de ser mi propia jefa. Esto es porque nunca tuve la facilidad de que alguien me contrate.

*Dalia es comediante. Casada con Sebastián Wainraich. Su stand up Cosa de minas explica el comportamiento femenino.

D.R.D.R.