Sebastián García Uldry: “Estamos en el siglo de la desconfianza”

Sebastián García Uldry: “Estamos en el siglo de la desconfianza”

Es psicoanalista. Se especializa en autismo y psicosis infantil. Y coordina talleres de escritura. Su autor favorito es Freud. La familia exterior es su primera novela, inspirada en una historia personal.

17/11/2021 16:33

¿Qué pasa cuando la vida nos arrastra al lugar y momento menos pensados? El psicólogo Sebastián García Uldry, y autor del libro La familia exterior, narra a una familia unida pero a la vez separada por el silencio del dolor tras la muerte del hermano en un robo. Se trata de un diario de duelo, que une los hilos del pasado y el presente y lo llevan al futuro.
EN SU NOVELA, UNA FAMILIA SUFRIÓ UNA GRAN TRAGEDIA. ¿CÓMO SE PASA EL DOLOR? ¿ES
CUESTIÓN DE TIEMPO DE PERSONALIDAD, DE…?
Si se transita, ya es bueno. Es necesario pasar por ahí, como se puede, para después recordar sin tanto sufrimiento. Ayuda el correr de los días, de los años… a largo plazo, pero no resuelve esos momentos donde uno siente que dos minutos son una eternidad. Primero hay que diferenciar el tiempo subjetivo del de los relojes.
¿QUÉ FUE LO QUE LO LLEVÓ A ESCRIBIR Y POR QUÉ SE DECIDIÓ POR EL TEMA?
Mi experiencia personal es la materia prima de todo. No podría hacerlo de otra manera, pero tengo claro que contar algo que te pasó no es hacer literatura. Para eso hay que tomar distancia, transformar en personajes a los familiares y que haya una historia interesante para el lector. La novela tuvo varios borradores porque me costaba despegarme de esa versión fija que tenía de lo que había sucedido. Recién cuando empecé a mover un poco esa versión en beneficio de preparar una novela, pude pegar el salto a los procedimientos propios de la narrativa.
LAS PÉRDIDAS, SEAN DE DISTINTOS TIPOS, NOS PASAN… ¿NOS HACEN MÁS SUAVES, CON IMPERFECCIONES O MAS ÁRIDOS?
Nadie quiere, pero es parte de la vida. El amor y el sufrimiento, tarde o temprano, se juntan. Y sin embargo, lo intentamos. A ese intento es a lo que le llamamos vida. Es lo que tenemos y vale la pena. A todos nos gustaría tener el manual correcto para afrontarla, pero somos vulnerables y caóticos, no hay una respuesta universal. Cada uno da la que puede, y eso es lo que está bien.

D.R.D.R.

¿CUÁL ES SU ESPECIALIDAD? ¿QUÉ APRENDIÓ DE LOS PACIENTES?
Soy psicoanalista, mi especialidad es en autismo y psicosis infantil, pero hace varios años también trabajo con adultos. Y sí, ellos me ayudan un montón. Si tuviera que sintetizar en una sola frase diría que me ayudaron a entender, y comprobar una y otra vez, que los diagnósticos en salud mental se escriben con lápiz y no definen el ser de una persona.
¿EL RECUERDO QUE MÁS LE DA VUELTAS EN LA CABEZA?
Lo feliz que era cuando iba a la cancha o a un recital. Era una época en la que vivía más y pensaba menos. Y lo considero como una pasión adolescente, algo de una intensidad que hoy siento que ya no tengo.
¿QUÉ CARACTERIZA A UNA PERSONALIDAD DOMINADA POR LAS EMOCIONES? ¿SE LLEGA O SE NACE?
Me gusta tomarlo como un empuje a la acción, a hacer algo con ganas y con otros. Cuando eso te excede, se complica. La caracterización clásica que divide lo racional de lo emocional lleva a equiparar el desborde, pero si lo pensamos bien, la primera es una unidad blanda y precaria, una ilusión necesaria para convivir y mantenernos a flote. En cambio, la segunda, bien orientada, puede conducirte hacia al arte.
¿HAY QUIENES CARECEN DE ELLAS? NO LAS TIENEN, LAS NIEGAN O ANULAN…
No conocí nunca una persona sin emociones. Aun en la personalidad más psicopática, detrás hay alguien vulnerable que no puede dar más que esa respuesta ante las exigencias de la sociedad. Y muchas veces pagan el costo por no poder adaptarse a su entorno o a las condiciones propias de la ciudadanía.
¿QUÉ NOS PASA CUANDO LA VIDA NOS ARRASTRA SIN PREGUNTARNOS DONDE QUEREMOS IR?
Sobrevivimos, nos adaptamos, reconfiguramos nuestros deseos en función de hacia dónde nos lleva la marea. El ser humano, visto desde cualquier punto del universo, es un microbio. Pero solo a nosotros se nos puede ocurrir que, en algún punto, podemos ser enteramente dueños de nuestro propio destino. Algo que me gusta mucho de la literatura es poder jugar con este tipo de ideas.
EN TIEMPOS DE PANDEMIA, HAY MUCHA GENTE HIPERCUIDADOSA. Y OTRAS QUE NO LO HACEN. ¿QUÉ HAY DETRÁS DE AQUELLOS QUE NO PUEDEN ACEPTAR REGLAS?
Muchas veces hay un Estado que no las cumple. Toda psicología es social, no hay un individuo autónomo de la sociedad en la que nace, vive y muere. Muchos ni siquiera creen en la gravedad del Covid y otros que no salen de sus casas hace más de un año. Creo que estamos en el siglo de la desconfianza. Todo se cuestiona. Y a nivel social, ¿cumplimos por convicción o por temor a ser castigados?
¿CUÁL HA SIDO LA ACTITUD SOCIAL QUE MAS LE HA LLAMADO LA ATENCIÓN EN ESTOS TIEMPOS?
La capacidad de adaptación, recluirnos en nuestros hogares, ponernos el barbijo, tomar distancia, bajar el nivel de productividad e intercambio social. Me acuerdo cómo antes nos reíamos de los chinos cuando usaban tapabocas. Más allá de cualquier exceso, creo que estamos haciendo un esfuerzo fenomenal, poderoso, y ya llevamos más de un año con esta situación.
¿QUÉ OBSERVÓ EN SU CONSULTORIO QUE NOS HA DEJADO EL ENCIERRO Y EL MIEDO?
Hablo de mi casuística personal y de lo que me cuentan algunos colegas. El aumento de las crisis de angustia y ansiedad son evidentes. Sobre todo en los chicos. Y creo que hay dos factores importantes que se pusieron en juego con la pandemia: el exceso de convivencia con los seres queridos y la incertidumbre total sobre el futuro cercano.
¿QUÉ NOS HACEN TANTAS PÉRDIDAS, POR COVID, POR INSEGURIDAD, POR MUERTES VIOLENTAS?
Me parece que con la pandemia quedó al descubierto esa necesidad humana de negar, en algún punto, ciertas realidades sociales. Es difícil estar contando los muertos de a uno. Es enloquecedor. Las hay todos los días, el tema es que ahora probablemente sean más.