Mami blogs: conocé a las nuevas influencers

Mami blogs: conocé a las nuevas influencers

Con humor, realismo y ternura, estos blogs arman comunidad, brindan contención y funcionan de nexo para que las madres se sientan menos solas en su titánica tarea.  

28/06/2018 17:45

Hay influencers para todo: moda, pelo, belleza, tecnología, alimentación. Pero una categoría que causa furor y que no para de crecer son las mami bloggers, o las influencers sobre maternidad.

¿Maternidad? ¿No es un concepto demasiado amplio y a su vez muy personal? De esa premisa parten las mejores, las que son reconocidas tanto por madres como adoradas por las marcas: que la maternidad es un espacio inabarcable dentro del cual muchas mujeres se sienten desbordadas, perdidas y sobreexigidas, generalmente por no cumplir con las propias expectativas o por las tan odiosas comparaciones. 

Estas influencers saben transmitir con humor, realismo y ternura y funcionan como apoyo y sustento más que enseñar a maternar a nadie. ¿La clave? Saben armar comunidad, brindar contención y funcionan de nexo para que muchas mujeres en situación similar se crucen. 

UpalalaOk

Debbie Maniowicz se formó en periodismo político y hoy en día es una de las blogueras con una comunidad más sólida. Hoy está terminando una carrera en crianza fisiológica. Es palabra calificada, consejera y compañía de todas sus seguidoras. Mamá de Julieta de 3 años y de Camilo de 6 meses. Cuenta “Cuando volví a la redacción después de tener a Julieta entendí que se esperaba que yo volviese a ser la misma, que recuperara las horas perdidas, que tuviera la misma dedicación ante el trabajo. Y la verdad es que la maternidad te revoluciona en todo aspecto. Ahí empezó todo”.

Se especializa en crianza respetuosa: temas como lactancia, colecho, primeras visitas al pediatra, alimentación, escolaridad, celos entre hermanos… insertados en una red de contención de madres –como llama ella, tribu– que se apoyan entre sí. “Las madres están muy solas: el afuera es cero empático. Todos opinan y nadie acompaña. Entonces la gente encuentra en las redes un espacio horizontal para hablar de igual a igual y no sentirse sola”.

Las marcas la adoran, y también hay mucho sorteo: ropa, juguetes, comida, productos para el cole, ¡de todo! Pero eso no la hace perder seriedad, al contrario. “Ser influencer es una responsabilidad. Yo solo tengo para ofrecer mi credibilidad. Así es el trabajo con las marcas. Yo nunca postearía algo que no usaría en casa. Por ejemplo, rechazo ofertas de leches de fórmula constantemente: no estoy en contra de quienes las usen, pero mi cuenta promueve la lactancia y soy embajadora de Medela, la principal marca de productos para lactancia. Ser coherente con tu comunidad y tener algo para decir es lo más importante”.

Mujer, madre y argentina

Una eminencia en la materia, fue la primera mami blogger de éxito en la Argentina, mucho antes de Instagram. Ya experimentada como mamá y como bloguera, Beta Suárez empezó a escribir sobre maternidad hace once años: sus hijas hoy tienen 10 y 16. Es lincenciada en Comunicación y escritora, y publicó un libro Las Madres Tenemos Derechos (Planeta). La marca VER sacó una colección cápsula con frases del libro estampadas. “No doy tips, no soy un manual ni un ejemplo de crianza. Tiene que ver más con una experiencia literaria, con humor, que invita a la identificación”. Suárez primero fue escritora y tiempo después quiso ser mamá, y esa impronta tiñe el blog. Lo hermoso de que sea una madre de hijas grandes es que no se centra en el vértigo de la crianza de un bebé sino más en reflexiones inducidas por años en este rol, creciendo junto a sus hijas. Mismo con las marcas que la sponsorean: mucha ropa y salidas, pocos pañales.

Beta adora a los emprendedores e intenta darles una mano siempre que puede. “Yo hablo más de madres que de hijos. De cómo la maternidad atraviesa todo el resto de nuestras facetas sin la obligación de tener que anularlas. De cómo los hijos son lo más importante de nuestras vidas pero no son lo único. De cómo sacarnos de encima tanta definición forzada de la maternidad para construir la propia. Desde el blog promovemos aquello de que no hay dos maternidades iguales y que la riqueza es justamente encontrarnos en esa diversidad”. Leer a Beta es un placer.

Mami albañil

La más atípica y en exponencial crecimiento día a día, la cuenta de Bernardita tiene solo 7 meses de existencia y ya más de 76.4 k  seguidores. Los arreglos en casa y las actividades manuales son el eje. Mucha pintura, enduido y cemento rápido y pocos pañales: la maternidad se toca de un modo tangencial, y eso es lo que vuelve a esta influencer interesante. Tiene tres hijas mujeres de 7, 5 y 3 años. “Siempre me incliné por las cosas manuales. Es mi terapia. Hay gente que descarga tensiones corriendo; yo, fratacheando”. Bernardita propone un enfoque lúdico para despertar el temprano interés de las niñas por actividades consideradas históricamente “de hombres”: “Mi prioridad son mis hijas. Yo hago todos los arreglos con ellas dando vueltas, o intentan “ayudarme” y son parte. No es un blog de crianza, no doy consejos porque creo que cada madre hace lo que puede. Pero siento que les dejo un mensaje súper importante a mis hijas. Que vean que una mujer puede hacer los mismos arreglos que antes los haciía el padre, que se puedan valer por ellas mismas sin depender de un varón para cambiar un canilla. También enseñarles a valorar y disfrutar algo que fue hecho por ellas mismas. Creo que mi aporte es que otras mujeres quieran aprender y perderle el miedo al ferretero”.

Queen Mammas

Las Queen Mammas son Belu –mamá de Juana de 20 meses, licenciada en Economía Empresarial-  y Paula, mamá de Peter de 18 meses,  licenciada en Sistemas. Amigas hace casi 8 años, se conocieron trabajando en una multinacional en horario full time de oficina y vivieron el embarazo y la licencia casi en paralelo. “Ahí nos dimos cuenta de que la maternidad es un mar de dudas y hay una necesidad constante de formar comunidad con otras madres y padres primerizos”.  Peter y Juana son los protagonistas absolutos de la cuenta, y claramente el tema de los vínculos, tanto entre niños como entre mamás, es el quid de la cuestión. Hay mucho de anécdotas y no tanto de tips. “Nosotras queríamos dar nuestro punto de vista diferencial: somos madres que trabajan todo el día, lo cual no es ni mejor ni peor pero nos enfrenta a otros desafíos. La comunidad es todo, es la razón de ser de la cuenta y es lo que nos demuestra día a día que el contenido que generamos sirve para algo. No es algo unidireccional, y en la mayoría de los casos es más lo que nos da la comunidad a nosotras que al revés. Nos apoyan, aconsejan, nos dan valor para seguir enfrentando los desafíos que aparecen en la maternidad. El vínculo es muy real”. Porque Queen Mammas parte de la premisa que no hay nada mejor, para mamá y para bebé, que tener amigos. “Nuestro objetivo es poner temas sobre la mesa para que cada uno construya junto con los consejos de un círculo más cercano, los del pediatra, su manera de ser mejor papá o mamá”.

It Baby Eat

Ximena Bruno tiene 33 años, trabajaba en Ingeniería civil y actualmente está estudiando Ingeniería de Alimentos. Tiene dos hijos varones, de tres y un año y medio. Viviendo afuera nació su primer hijo, y ahí fue cuando adoptó el método BLW (sin papillas), de amplia difusión allá pero prácticamente desconocido en Argentina. Ante las preguntas de amigas, todas embarazadas o con hijos chicos, nació ItBabyEat ¿El objetivo? Aprovechar los primeros dos años de vida, los más intensos a nivel aprendizaje: “El paladar de los bebes es virgen, depende 100% de lo que nosotros les mostremos. El paladar y la inteligencia nutricional se educan y se nutren, y los primeros años son una ventana de oportunidad única para darles las herramientas para que en el futuro les sea mas fácil elegir de forma inteligente”.

La clave del blog está en presentar recetas divertidas y ricas, que interpelen a los chicos: hay muchas verduras y cereales pero también hay dulces. Parte de la filosofía de Ximena es que la prohibición no es forma de educar, y que no hay que obsesionarse sino presentar opciones y dejar que los chicos elijan. “Me gusta que veo que en las familias, cuando nace un bebé, muchas veces toman conciencia ahí de la importancia de la alimentación, y logran trasladar los cambios y mejoras a todos los miembros. Creo que ese es el verdadero desafío. No que sea una restricción, sino una forma de vida, sustentable en el tiempo. No soy extremista, y no me gusta demonizar ningún alimento. Trato de que en el día a día se sostenga y que después cuando tienen cumpleaños, eventos o programas tengan la libertad de elegir y probar lo que quieran”.

Bonus track: Un papá con barba

Ale es el niño mimado de la comunidad, y por una razón bien concreta: es uno de los pocos papás bloggers. Tiene 35 años, un hijo de dos años y otro recién nacido y en su bitácora se ventilan relatos de vida cotidiana entre bebés, con ternura y –como corresponde- muchas dudas. En sus palabras: “Durante el primer embarazo de mi mujer me sentí bastante solo cuando buscando información sobre lo que estaba pasando, no encontraba nada enfocado al hombre, todos los artículos y textos estaban escritos por mujeres y para mujeres”.

Sus anécdotas dejan en claro que él también se levanta de madrugada, también sufre cuando no sabe qué les pasa a los bebés y también se vuelve loco intentando compartir las responsabilidades con su mujer. Algo que no es excepcional, pero que hasta el momento no tenía una voz. Y está clarísimo que las blogueras no sólo lo recibieron con los brazos abiertos sino que ¡lo adoran! Él reconoce que lo ayudan muchísimo siempre, como bloguero pero sobre todo como papá. ¿Cuánto más fácil sería llevar adelante una crianza respetuosa si cada vez más hombres se abrieran a esta vulnerabilidad, si tuvieran tantas ganas de aprender, de ocuparse? Ale es una voz más que positiva para todos ellos: “Intento mostrar desde el ojo del hombre, con mis propios miedos e incertidumbres, cómo es la dinámica de mi familia hoy en día. Creo que simplemente ese cambio de perspectiva, y que los relatos vengan desde un lugar honesto y cotidiano, es lo que finalmente hace que la gente se sienta identificada con lo que lee y ve”.