De XXS a 4XL: moda inclusiva de Alber Elbaz

De XXS a 4XL: moda inclusiva de Alber Elbaz

El diseñador de moda vuelve con una  sorpresa, una marca de ropa variada y adaptada a todas las mujeres: AZ Factory. Te contamos de qué se trata.

09/02/2021 16:28

La moda es  un poco como el fútbol. Con una ventana de transferencia constante que significa que los equipos que no ganan,  pueden cambiarse a voluntad. Los creadores pasan, las casas permanecen. Pero algunos finales de contratos son más sorprendentes que otros. Este fue el caso de la ruptura entre Lanvin y Alber Elbaz , anunciada a finales de 2015. Es verdad que  habíamos oído hablar de ciertos desacuerdos … Pero después de haber piloteado Guy Laroche y Saint Laurent Rive Gauche, el diseñador de origen israelí  revivió Lanvin dándole su estilo extravagante. La marca y su director artístico parecían confundirse. Alber, era Lanvin. Lanvin era Alber.

¿Qué pasó después? Salvo durante colaboraciones ocasionales con Converse y Tod’s, no podemos decir que hayamos escuchado mucho sobre él. Hasta el anuncio, a finales de 2019, de que estaba fundando su propia marca , AZ Fashion, apoyada por el grupo Richemont (propietario de Cartier, Chloé y Net-a-Porter). Desde entonces, AZ Fashion pasó a llamarse AZ Factory y su lanzamiento tuvo lugar el 26 de enero, durante la semana de la alta costura.

“LA ÚNICA FORMA DE VOLVER, ERA HACER LAS COSAS A MI MANERA”  

¿Qué estuvo haciendo durante estos cinco años?” Redescubrí lo que era tomarme mi tiempo, dice. Viajé mucho. Me recordó que el mundo no es solo moda, a diferencia de lo que tendemos a pensar en este mundo, que es una burbuja.

Como constantemente nos dicen que tenemos que dirigirnos a la Generación Z, que un diseñador debe tener 17 años y un CEO 21, fui a ver qué pasaba en diferentes escuelas de moda. Me correspondía aprender más que inculcar. Descubrí una generación muy interesante, que tiene valores e ideología. Tal vez más que nosotros. Aparte de eso, me aburrí bastante. Pero eso es bueno para la creatividad.”

Para Elbaz ya no se trata de enamorarse nuevamente de una gran firma. “ Ya no quería estar en ese ciclo ininterrumpido de colecciones que me hizo sentir como si estuviera corriendo sin perder una sola caloría”, confiesa. “La única forma en que podía volver era haciendo las cosas a mi manera.”

D.R.D.R.

Uno de los episodios que le hizo reflexionar fue un viaje a Palo Alto, Silcon Valley. Allí se sientan gigantes tecnológicos como Facebook y Tesla. “Me dije a mí mismo que no iba a entender nada entre todos esos genios.  Sin embargo, me encontré con algunas personas fascinantes, innovadores que solo hablaban de creatividad y emoción. Cuando regresé, me preguntaba hasta qué punto podríamos combinar moda, algoritmos y datos… ”

Así  comienza la experimentación. El modisto adopta un enfoque casi sociológico al observar a las mujeres. Cómo se visten para trabajar, hacer deporte, salir, cómo comen, cómo consumen moda, qué inclusividad aspiran. Se produce la pandemia, acentuando determinados comportamientos.

Alber Elbaz imagina una marca digital, cada pieza irá del  XXS a 4XL, y su rango de precios sigue siendo  razonable para el lujo (se pueden encontrar productos en torno a los 250 euros, “que son ropa, no llaveros”). Si cambió “Moda” por “Fábrica” es porque quiere insistir en el colectivo (se propondrán sistemáticamente artistas, start-ups, fábricas colaboradoras con el sello) y la dimensión pragmática del proyecto. “Se trata de producir ropa, ¿verdad? ”No es cuestión de estacionalidad.  La marca ofrecerá una nueva colección cada mes o cada dos meses.

En definitiva, cuando esté lista. La silueta es de alta costura, por supuesto, pero funcional, modular y realista.

LA COLECCIÓN

Todo comienza con un vestido de malla, puro producto de la ingeniería anatómica. “Me preguntaba cómo resaltar la figura, sea lo que sea. Quería transferir la tecnología de las zapatillas de malla ultra-ergonómicas a la ropa. Así llegamos a este vestido que abraza el cuerpo sin encerrarlo y que, gracias a las distintas tensiones, da soporte justo donde se necesita. Es un abrazo, este vestido. Y Dios sabe que necesitamos abrazos ahora mismo.”

Llama también la atención un vestido con cierre trasero. Un cierre que se puede accionar sin ayuda de nadie porque está equipado con un eslabón, como los trajes de neoprene.

Pasamos de un outfit deportivo a un look de noche en dos minutos. Sobre un jogging neón con pedrería, se añade un blazer negro, una falda  de raso (en fibras recicladas), una bufanda… ¡y voilá! “Podés hacer yoga, mandados, asistir a una reunión zoom y cenar con un nuevo pretendiente.”

La siguiente línea se trata de un armario ultra sofisticado (esmoquin, corpiño, etc.), salvo que todo está confeccionado en microfibra de nailon hasta entonces utilizada únicamente para deportes y lencería.

Los maxi volúmenes, los volados, las mangas abullonadas, los colores vibrantes que esperábamos de Alber Elbaz están ahí, pero la silueta es más clara. “A veces me preguntaba si lo que estábamos haciendo no era demasiado simple”, dice. “Pero me di cuenta de que no necesitábamos más, especialmente hoy. Cuando miras a tu alrededor te das cuenta de que todo el mundo está usando el mismo jersey de cachemira y te preguntas a dónde fue a parar la moda que vemos en las pasarelas.”

Y sentencia: “Quiero mantener el espíritu de la alta costura, la tradición. Pero es como en la cocina: podés modernizar las recetas de culto aligerando un poco la manteca, ¿verdad? ”