Amarillo vs verde, ¿de qué lado estás?

Amarillo vs verde, ¿de qué lado estás?

Ambos imponen su fuerza sobre los demás tonos del pantone. El amarillo se toma revancha y el verde se reinventa. ¿Cómo adoptarlos? ¿Cuál de ellos nos enaltece? Las respuestas en este round.

03/04/2019 11:18

LA SILUETA

Amarillo

Lánguida o serpenteando el cuerpo. Un tono de este tipo descarta las fundas pegadas a las curvas porque no sabe disimular nada. Si es limón, el formato del pantcourt amplio y corto es un acierto.

Verde

Extra large o en juego de proporciones. El mix de tonos en un mismo equipo es LA opción 2019 porque la diferencia permite destacar y disimular con inteligencia. El origami de Issey Miyake crea el volumen ideal para este color.

EL ESPÍRITU

Amarillo

Puede ser setentero en una chaqueta de gamuza con flecos o minimalista años ’90. Lo importante es no recargarse de brillos, apliques o tachas.

Verde

Aguerrido. Para un equipo de este tipo se necesita personalidad. Un mono o vestido militar o un palazzo esmeralda pero siempre con mucha actitud.

LOS ALIADOS

Amarillo

La falda larga es una gran compañera. El aire etéreo le imprime un look sin demasiadas pretensiones. Un accesorio con piel omaxitacos para la noche.

Verde

Las texturas como el mohair y el lino de seda le sientan bien a este tono. Isabel Marant hizo del suéter su caballito de batalla, excelente compañero del denim.

D.R.D.R.

Verde

Con denim azul oscuro, y si es un mono con un buen cinto color tabaco que destaque la cintura. Si optamos por el equipo completo, las botas verdes son infalibles.

Amarillo

Dejando de lado el bronceado excesivo. El juego de contrastes entre este tono y el de la piel puede ser un peligro. En total look con un toque blanco, un hit.

¿QUÉ TONO?

Amarillo

Un amarillo especiado y picante que recuerda el color del curry y aporte un toque exótico. También uno verdoso que delate la frescura de la lima. El mostaza y el limón siguen en carrera y el negro es un muy buen compañero.

Verde

Oliva o militar son los más versátiles y aportan un toque sofisticado. De pies a cabeza o combinado con neutros para no errar. Un verde azulado que juegue con los claroscuros y un verde prado lleno de luz que dé fuerza.

EL VEREDICTO

Si bien el verde aporta más discreción que el amarillo, creemos que tras varias temporadas en las pistas, este último merece una oportunidad para quienes aún no se animaron. Elegir el tono que se adapte a nuestro tono de piel y desterrar el mito que asegura que sólo les queda bien a las morochas es clave. Por otro lado, sabemos que un vestido verde es un básico que nos sacará de apuros. Sin dudas, ambos son un buen comienzo para enfrentar el invierno.