Expertos en vintage: los nuevos gurúes de la moda

Expertos en vintage: los nuevos gurúes de la moda

Son los responsables de evaluar y fechar las piezas más bellas. Rastrean falsificadores y son amados en el mundo vintage. Desciframos una profesión en pleno auge.

11/06/2020 16:51

Es capaz de identificar el año de edición de una cartera Dior y, al mismo tiempo, saber si es una copia auténtica o no. En Instagram, May Berthelot (@may.berthelot) comparte sus conocimientos y consejos todos los días con más de 90.000 seguidores, fanáticos de segunda mano. Desde la elección del carré Hermès vintage hasta la historia de las balerinas Chanel (de color beige y con punta negra para “alargar la pierna y acortar el pie”, según las preocupaciones de 1957, cuando se comercializó, cuenta la experta), hasta remendar un bolso de lujo sin perder su valor. Su perfil es una verdadera mina de oro para los entusiastas del vintage.

Si la experiencia de May es tan específica, es porque desarrolló durante ocho años en Videdressing, donde dirige la unidad de “reputación y lucha contra la falsificación”, un equipo de conocedores, responsable de controlar los anuncios y artículos de lujo que llegan a la plataforma. “Tenga cuidado”, advierte. Cualquier información demasiado precisa podría ser útil para los estafadores: estas fuerzas especiales de segunda mano interceptan miles de imitaciones cada año. Esto representó un valor de mercado de casi dos millones de euros en 2019, y los números siguen aumentando.

PILARES DE LA ECONOMÍA CIRCULAR

Con un mercado que crece un 12% anual (frente al 3% para el lujo clásico), las habilidades de estos entusiastas de la moda, capaces de citar en orden cronológico a los directores artísticos que se sucedieron al frente de las grandes casas, son un pilar del desarrollo de la moda vintage y circular. “La implementación del proceso de autenticación garantiza una cierta durabilidad a las tiendas de segunda mano online. Y, evita litigios como los ya conocidos de  Ebay”, dice Géraldine Blanche, investigadora especializada en derecho y moda en Sciences-Po (el Instituto de Estudios Políticos de París).

Para cada vez más clientes del vintage, esto también es una promesa de confianza y, por lo tanto, de sustentabilidad para el sistema económico de los sitios. “En Internet, compramos mediante imágenes. El precio ya no es un factor para identificar productos falsificados, cuenta Delphine Sarfati-Sobreira, directora general de la Unión de Fabricantes para Combatir la Falsificación (Unifab). La proporción de consumidores que ya adquirió productos falsificados en la web se estima en un 37%. Y, estos son solo aquellos que se dan cuenta.”

Pero no es suficiente saber detectar el “cuero de plástico” y el oro de imitación para pretender ser experto. Es necesario conocer la historia de la prenda y su marca. Hay copias que están tan bien hechas que avergüenzan a la empresa matriz.

¿El problema? ninguna universidad enseña esta profesión, “experto en vintage”. Por lo tanto, el conocimiento podría terminar en las manos equivocadas.

En Vestiaire Collective, se creó una academia interna. “Teníamos grandes necesidades de reclutamiento. Y, dada la responsabilidad que pesa sobre este equipo, fue necesario establecer un proceso riguroso para todos los países en los que estamos presentes. Por lo tanto, cada persona reclutada es entrenada por personal superior”, explica Victoire Boyer-Chammard, jefa de este centro, desde una casa de subastas especializada en alta costura. En cuanto a Videdressing, May Berthelot, licenciada en derecho de nuevas tecnologías, integra a personas del mundo legal o de la moda. “Hay diferentes perfiles, reclutamos a un ex artesano de cuero de una gran casa de lujo, o al ex gerente de comercialización de Videdressing. Yo También trabajé con abogados apasionados por la moda y el lujo. Creamos un curso de capacitación, pero el aprendizaje nunca se detiene. ”

VUITTON FAKE FINDERS

Los métodos de los falsificadores son siempre más eficientes. “La falsificación ya no es necesariamente de baja gama”, dice Thomas Delattre, profesor de economía en el Instituto Francés de la Moda. Algunos consumidores se sienten atraídos por el lujo, pero no pueden pagarlo. Sin embargo, están dispuestos a pagar un cierto precio por el acceso a productos falsificados de calidad. Lógicamente, el mercado falso creció para satisfacer esta demanda.

“No más riñoneras Louis Vuitton con el monograma grueso que compras en la playa. Ahora, apenas se lanza un producto, se diseña una versión falsificada, a veces antes del lanzamiento oficial del producto.  Por ello, en LVMH se invierten unos 40 millones de euros cada año en la lucha contra la falsificación.

UN DESAFÍO CONSTANTE

“Siempre somos desafiados, cualquiera que sea nuestra antigüedad”, explica Victoire Boyer-Chammard. En el mismo producto, puede haber varias oleadas de falsificación, desde la peor de todas hasta la casi perfecta.

“El estudio de una pieza se basa en pistas”, dice ella. Una costura, un número de serie, un forro, un cierre pueden traicionar. Cuanta menos habilidad requiera la pieza, más difícil será. “La falsificación adquirió tanta calidad que a veces es imposible detectarla”, señala Delphine Sarfati-Sobreira. De ahí la necesidad de establecer redes. En este ecosistema, sitios como Videdressing y Vestiaire Collective ocupan un lugar fundamental. ”

LO QUE ESTÁ EN JUEGO

El interés en el tema va mucho más allá de la industria de la moda. “En Europa existen algunas brigadas policiales especializadas en redes de falsificación. Sin embargo, su efectividad es limitada ya que no son expertos en moda”, lamenta Piotr Stryszowski, autor, en 2019, de un informe de la OCDE sobre la cuestión. Sin embargo, lo que está en juego es enorme. Un consumidor que compra una falsificación, favorece la mano de obra ilegal y expone su salud, debido a los productos y tintes utilizados para la confección. Finalmente, y lo más grave es que  financia el desarrollo de otras actividades ilícitas: tráfico de drogas, armas, personas y  terrorismo. Los hermanos Kouachi, autores del ataque en enero de 2015 contra “Charlie Hebdo”, eran conocidos por los servicios de inteligencia, por el tráfico de zapatillas falsas y ropa de diseñador.

Algunas casas de lujo siguen siendo cautelosas respecto de la idea de colaborar con plataformas de ventas online. “Es en cierta forma por su legitimidad, que su desarrollo puede asustar a ciertas marcas”, estima Géraldine Blanche. Sin embargo, es necesario conocer sus métodos para poder desmantelar las redes de traficantes y, a este nivel, Vestiaire Collective y Videdressing constituyen informadores de primera línea. Ellos detectan gran cantidad y variedad de falsificaciones.

Tanto es así que los expertos que pasaron por estas compañías pioneras en ventas vintage online son altamente buscados. Sabemos que los intentos de caza furtiva por parte de las casas de lujo son frecuentes. Y, conscientes del mercado en auge, comienzan a desarrollar sus propios sitios de segunda mano, y por lo tanto necesitan a los talentosos en la materia.

Sin dudas, la moda es renovación constante.