El granny style suma otro ítem a las tendencias: el cárdigan

El granny style suma otro ítem a las tendencias: el cárdigan

Modo de uso de una prenda que se reinventa y toma la posta.  

14/08/2018 10:50

Un recorrido por las pasarelas confirma que son muchas las firmas que decidieron tener al cárdigan como un básico este invierno. Los vimos en todas sus formas. Enormes y desestructurados, con un dejo granny, al estilo Kurt Cobain cuando grabó MTV Unplugged y lo llevó en color tierra (aquel famoso abrigo que se remató en 2015, 21 años después de su muerte, ¡a 137.500 dólares!) y también los hay diminutos, inspirados en los años ‘40, al estilo Prada, con hombros destacados y bordados híper femeninos. El poder de la reinvención se hizo eco en todos los diseñadores que apostaron al regreso de esta prenda. Mangas con bolsillos, lurex, rayas combinadas, formatos impensados y combinaciones para todos los gustos.

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Christopher Kane.

Puede dar un aspecto desaliñado y rocker o hacernos parecer una universitaria americana en los años ‘50. Así de versátil es esta pieza que dio su salto a la fama cuando la actriz Joane Fontaine, en la película Rebeca, de Hitchcock, llevaba un cárdigan con aires de mujer inocente, tímida y sumisa. Tanto éxito tuvo la prenda en aquel film, que en su honor la RAE (Real Academia Española) tomó el nombre de la película para referirse al cárdigan. Así la “Rebeca” se convirtió en una “chaqueta femenina de punto, sin cuello, abrochada por delante y cuyo primer botón está, por lo general, a la altura de la garganta”.

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Malene Birger.

La popularización de este abrigo durante los ‘40 y ‘50 fue avasallante. Luego, creadores de la talla de Yves Saint Laurent hicieron lo propio inspirándose en rockers que en contrapunto con su imagen fuerte y joven decidieron darle nueva simbología a este atuendo históricamente asociado con nuestros abuelos. La democratización de este hit llegó también a las tiendas low cost que dejaron un espacio en sus percheros para ofrecer este básico que en cashmere o mohair puede resultar eterno. En azul, nude o sus derivados no falla jamás.

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Monse.

¿Hay algo más cómodo? La misma Coco Chanel reconoció (cuando le preguntaron por la inspiración de sus prendas con tinte masculino): “Corté un viejo suéter y cosí un lazo alrededor del cuello. Todo el mundo se volvió loco preguntando: ¿dónde has conseguido eso?”. Luego explicó que odiaba los cuellos estrechos de los jerseys masculinos porque le estropeaban el pelo cuando se los quitaba. Así incorporó comodidad y practicidad a una prenda que se volvió imprescindible.

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Missoni.