Tendencia caliente: más es más

Es una práctica ancestral pero ahora se impone en muñecas, cuello y dedos de las it girls. Esta temporada los accesorios no quieren salir solos. Se los lleva en acumulación. Los brazos parecen juncos, los collares de inspiración étnica volvieron con todo y los anillos se llevan a la manera de Karl Lagerfeld (uno en cada dedo de la mano).

Ya que la vestimenta es más minimalista (tiene que ver un poco con el regreso de los ’90) los accesorios retoman su lugar y su razón de ser. Inspiradas en la cultura de Africa, India o Asia, la idea de acumular brazaletes se retoma en Occidente en los años ’20. Los movimientos artísticos de la época, penetrados por corrientes africanistas, orientalistas o folcloristas se ponen de moda. El jazz afroamericano está en boga y el charleston vuelve bellas las noches de París. Las mujeres liberadas se paran de manera ostentatoria y opulenta, sin preocuparse por los códigos de la alta joyería. El acopio es propio de aquellas que se liberan, de las que no tenían miedo de nada en la época. Así, el tintineo de sus pulseras, a menudo o de fantasía, podría ser considerado como la banda sonora de la emancipación femenina.

La historia de la moda está de todos modos atravesada por embajadoras musas de ese gesto positivo. Pensamos enseguida en la escritora militante Nancy Cunard, en 1920 (a quien una de las últimas campa- ñas de Celine le rinde homenaje); en la estilista que inspiró a Yves Saint Laurent, Loulou de la Falaise, en los años 70/80 y también, más cerca, en la cantante Rihanna, casi siempre cubierta de accesorios.

¿Hoy? En Instagram, las adictas se unen al hashtag #stacking o #empilement (en inglés y en francés) y allí vemos brazaletes locamente mezclados. La dimensión hedonista está presente ya que la bijou está asociada a la fiesta, al placer y a la fuerza. Uno relaciona la idea de acumulación a una mujer de carácter, ultra femenina y chic. Hay que tomar algunos recaudos al momento de abalanzarse sobre la tendencia. ¿Hasta dónde está bueno recargarse?, ¿cómo hacer el mix perfecto? Los accesorios dan seguridad. La idea es que todo se vea lúdico como una parte de la infancia que uno convoca. ¿Quién no jugó de chica con las pulseras de su abuela o su mamá, con el deseo de tenerlas todas juntas? Si la moda es un juego, esta temporada se proclama divertida.

✔ Jamás usar brazaletes y collares étnicos juntos. Si elegimos muchas pulseras, un lindo anillo es suficiente. Hay que trabajar sobre los ensambles, los colores y formas (del más finito al más grueso).
✔ Pensar en el camafeo de colores. Y estar atenta a los materiales. En madera, oro simple, oro calado o turquesa.
✔ Apostar a la simetría. Un brazalete ancho en cada brazo, iguales ambos, causa un buen efecto.