Depilación definitiva
Para despejar dudas y decirles adiós a los pelos molestos, te contamos que debés considerar a la hora de elegir un tratamiento y qué hay de mitos y realidades en esta técnica.
Antes que nada, y para lograr mejores resultados, es preciso saber que la depilación definitiva se realiza a través de láser o de luz pulsada. ¿En qué se diferencian estos sistemas? La luz pulsada emite un haz de luz polidireccional, divergente, de baja potencia e inespecífica. Por eso, no llega a todos los folículos pilosos. El láser, en cambio, posee un haz de luz monocromático, unidireccional, específico y de alta potencia, que actúa directamente donde se necesita. En ese sentido, brinda mejores resultados en menos sesiones.
“Actualmente, el láser Candela es el más efectivo para la depilación definitiva. ¿Por qué? Porque tiene una longitud de onda de 755nm. O sea, otorga un mayor poder de penetración para llegar hasta la profundidad del pelo, del bulbo y de la matriz pilosa. Además, cuenta con un sistema de enfriamiento con gas criógeno, que ayuda a que la sesión sea más confortable, rápida e higiénica”, sostiene la doctora Karen Nóbile, coordinadora médica de Definit by EspaçoLaser.
Una vez definido el método, queda claro que olvidarse durante años de la incomodidad que produce tener vello es una de sus grandes ventajas, sin embargo, la depilación definitiva brinda otros beneficios.
MITO # 1. Exfoliar diariamente la piel hace que la pérdida de pelo sea más rápida.
No. Exfoliar seguido solo genera irritación y sequedad, ya que la piel no termina de recuperarse.
MITO # 2. La depilación láser es perjudicial porque expone a la paciente a la radiación.
El procedimiento no emite ningún tipo de radiación; por lo tanto, no es peligroso
MITO # 3. Hay que depilarse con cera antes de comenzar el tratamiento.
Si bien es necesario ir a la sesión sin vellos largos, solo hay que rasurarse con maquinita. Esto permite que el tallo del vello conduzca la energía del láser hasta la raíz
MITO # 4. La depilación definitiva es dolorosa.
La paciente solo siente una pequeña molestia provocada por el calor de la luz del láser. ¡Nada comparable al dolor que genera el tirón de la cera!
VERDAD # 1. Los pelos gruesos absorben más energía y responden mejor que los vellos finos...
Sí, y también es cierto que el láser es más efectivo en pelos negros, marrones y castaños que en los claros.
VERDAD # 2. No hay que exponerse al sol.
Correcto. Se sugiere que la última exposición sea un mes antes del tratamiento. La paciente recién puede comenzar a tomar sol a los 7 días post sesión, o cuando la piel esté íntegra. Siempre con FPS 50+ y en horarios adecuados. “Debe asistir al gabinete con el tono de piel lo más cercano a su color natural”, recomienda Nóbile.
VERDAD # 3. En pelos blancos y pelirrojos, el tratamiento no es tan efectivo.
“Está contraindicado con ausencia o muy poca presencia de melanina necesaria para que el haz de luz provoque fototermólisis y cierre el bulbo piloso”, dice Nóbile. Los vellos rubios deben ser evaluados antes por un profesional para chequear que el resultado sea viable.