Sin cirugía
Desde ojeras hasta nariz, pómulos, labios y mentón, hay un sinfín de técnicas que permiten activar el atractivo facial sin entrar en el quirófano. Aprovechá este último mes de frío para hacerlos.
El nuevo canon de belleza es apostar a la naturalidad a través de tratamientos que respeten las facciones que hacen única a cada persona. Bajo esa premisa, las diversas técnicas de armonización facial que existen en la actualidad buscan mejorar la simetría del rostro, rellenar labios, pómulos y mentón, y corregir pequeñas irregularidades. Además, optimizan la hidratación cutánea e iluminan la apariencia de la piel. Todo, en sesiones ambulatorias y exprés. Te contamos qué método podés elegir, según tus necesidades y objetivos, para que aproveches el último mes de frío.
Relleno de labios. Amada por algunas y criticada por otras, la realidad es que la aplicación de ácido hialurónico en esta zona es una de las técnicas más demandadas en el último tiempo, sobre todo entre las más jóvenes. La China Suárez, Tini Stoessel y Lali Espósito son algunas de las celebrities que lucen labios pulposos. El objetivo es lograr resultados naturales y la regla de oro es ir poco a poco. Antes se usaba más cantidad de ácido hialurónico y se inyectaba de una vez. Ahora es posible emplear técnicas que ayudan a trabajar el labio de forma progresiva. Más allá de aumentar el volumen, es importante conservar los rasgos originales. Por eso, es clave asesorarse con un profesional. ¿Dónde se hace? En el instituto Cristina Sciales (www.dracristinasciales.com).
Sculptra. Funciona gracias a un ingrediente clave, el ácido poli-L-láctico. Se trata de un componente inyectable que reemplaza al colágeno, cuya pérdida acelera el proceso de envejecimiento, y estimula naturalmente las células para que comiencen su propia producción. Es excelente para mejorar la flacidez y textura de la dermis, porque incrementa el volumen de las áreas hundidas (como surcos, pliegues y cicatrices), redefine el contorno facial, recupera la piel tras el fotodaño secundario (provocado por la exposición continuada a los rayos ultravioletas) y restablece la zona del cuello y el escote. Los resultados son acumulativos y suelen durar entre 18 y 25 meses. El procedimiento se realiza en una sola sesión de 30 minutos. ¿Dónde se hace? En la clínica Lemel (www.clinicalemel.com).
Rinolook. Es una técnica novedosa que permite modificar el ángulo de la nariz, elevar la punta y ocultar defectos, de forma no quirúrgica, rápida y sencilla. Se basa en la aplicación de rellenos de ácido hialurónico en puntos estratégicos, para obtener un perfil armónico de manera indolora. Solo en algunos casos se aplica una crema anestésica tópica. Puede complementarse con pequeñas aplicaciones de toxina botulínica tipo A, para brindar un efecto tensor. El paciente puede volver a sus actividades habituales inmediatamente después del tratamiento. La rinomodelación es un método versátil, con resultados que se ven en la primera sesión. ¿Dónde se hace? En el instituto Seleme Medical Beauty (www.gseleme.com.ar).
Fillers. Los rellenos de ácido hialurónico son una de las alternativas más utilizadas para la armonización facial. Su amplia gama de texturas y densidades posibilitan adaptarlos a cada área del rostro. Por eso, el contorno de ojos, las bolsas y las ojeras son un blanco perfecto. Sus aplicaciones no solo sirven para atenuar arrugas, sino también para reponer volúmenes perdidos, restaurar la pérdida de firmeza e hidratar la piel en profundidad. De hecho, el principal objetivo es recuperar el aspecto fresco y descansado. Los rellenos se colocan mediante una inyección en diferentes profundidades, según la zona a tratar. En una sola sesión ya se notan los resultados, que pueden durar hasta más de un año. ¿Dónde se hace? En el centro de estética Banegas (www.raulbanegas.com.ar).
Radiesse. Es un relleno dérmico compuesto por hidroxiapatita cálcica, un gran potenciador del colágeno. La ventaja es que se trata de un ingrediente biocompatible con cualquier tipo de piel. Gracias a eso, no provoca reacciones alérgicas y ayuda a mantener la naturalidad del rostro. Entre sus beneficios, redefine la zona de los pómulos y las mejillas. Como si fuera poco, también corrige imperfecciones y asimetrías, recupera volúmenes perdidos en el arco mandibular y potencia la elasticidad de la piel. Los efectos del tratamiento, que se realiza en una sola sesión, se notan durante un año. ¿Dónde se hace? En la clínica Lemel.