Tres maquilladores nos cuentan cómo evitarlos.
Si hay una razón para considerar que el maquillaje es un arte, es el corrector. La cantidad de tiempo, práctica y paciencia que hacen falta para crear un look impecable no son poca cosa, incluso para las profesionales. Por eso, consultamos con tres maquilladoras para que nos explicaran los cinco errores más comunes cuando lo aplicamos y cómo solucionarlos.
El más obvio de los errores es elegir el color incorrecto para nuestra cara, porque en vez de cubrir la imperfección, la hace destacar. Por eso, es importante saber qué tipo de imperfección queremos cubrir. “No uses un corrector de color piel para unificar los tonos. Si tenés un área enrojecida, elegí el verde”, dice Alisha Ella Marshall. “En cambio, si querés cubrir ojeras, optá por uno amarillo. Para las áreas en la cara que son más amarillentas, aplicá un corrector violeta o lavanda”. Para que se esfumen bien, la maquilladora Ann Hassarati sugiere empezar por las partes más oscuras de la cara. “La mejor técnica de aplicación es poner el corrector sobre las áreas oscuras del rostro y en las ojeras primero usando una esponja humedecida o una brocha para corrector”, dice.
A todas nos ha pasado de querer disimular un granito y que el corrector se cuartee todo. Hay una manera de evitar esto, y tiene que ver con la preparación previa.
“Preparar la piel es el paso más importante antes de aplicar cualquier maquillaje, sobre todo en áreas en donde hay imperfecciones o zonas resecas. Limpiá y exfoliá y luego hidratá bien en profundidad”, dice Hassarati. “Esto también te va a ayudar a combatir la oleosidad, causa de los granitos”.
El maquillador Max May también añade: “Los granitos suelen estar más calientes que la piel que los rodea, porque se trata de una infección. Por eso, la piel se ve estresada, seca o descamada. La clave es hidratar el área para que se perfeccione lo más posible, idealmente con una crema liviana, no grasosa. También evitá los polvos, porque se quedan pegados”.
¿Alguna vez te puusiste un corrector de ojeras que a los diez minutos ya estaba todo cuarteado? ¿O trataste de disimular una marca y al instante se te había corrido todo? Es importante prestar atención a la textura del corrector para saber en qué parte de la cara usarlo. “El tipo de textura suele depender de las preferencias personales y del tipo de cobertura que necesita cada una”, dice Hassarati. “Las cremosas o líquidas son mejores para las ojeras, mientras que las consistencias más densas son ideales para aplicar en áreas grandes del rostro, y muchas veces, por su gran poder de cobertura, pueden reemplazar a la base”.
Hay quienes prefieren hacerlo con las manos y quienes prefieren hacerlo con una brocha. “A mí me gusta hacerlo con los dedos. El calor del dedo ayuda a que el corrector penetre en la piel y no se note. A veces incluso uso los dedos para aplicar un poco de polvo en los granitos”, dice May. Marshall está de acuerdo. “Las manos son nuestra mejor herramienta a la hora de corregir. Aplicalo dando golpes suavecitos o con una brocha de corrector que sea plana”.
Hassarati prefiere las brochas, porque el pelo sintético de alta calidad ofrece un acabado más profesional y es más higiénico. “Si usás la brocha correcta para cada área, el resultado va a ser impecable, los productos se verán mejor y te darán más cobertura”.
Este punto tiene que ver con cuánta cobertura necesite cada una. Si tenés muchas manchas que cubrir, es mejor aplicarse la base primero en todo el rostro para no barrer el corrector.
“Primero la base, después el corrector. El corrector, en mi opinión, es el último recurso. Solo lo uso cuando necesito un poco de ayuda extra”, dice May.
Para Marshall, la base también va primero. “Aplicá la base líquida al principio, y después corregí las áreas que necesites. Es lo que da un mejor acabado”.
¿Tiene sentido hacerlo al revés? Sí, si así lo preferís, si es tu técnica o si tenés pocas imperfecciones que cubrir. “Si tu piel está bien, un poquito de corrector antes de la base es suficiente. Igual, como maquilladora, pienso que primero va la base, para saber qué áreas necesitan un poco más de cobertura”, dice Hassarati.
Vía ELLE.au