El color de las cejas es todo un tema, ya sea a la hora de teñirlas porque tenemos canas o para maquillarlas porque están de moda. ¿Te cuesta encontrar tu tono perfecto o no sabés qué hacer? Aquí una guía práctica con toda la información.
Elegir el color para tus cejas no es tan simple como “rubio o castaño” porque hay miles de tonos de piel diferentes, además de los del cabello y el de los ojos (que juegan un papel fundamental). Todo tiene que estar en sintonía.
Por eso, da lo mismo que aparezcan los primeros pelitos blancos, que seas una “beauty-adict” que quiere destacar las cejas como marca la tendencia o una principiante en el maquillaje: cuando se trata de encontrar el producto para cejas ideal y el tono adecuado, las cosas pueden complicarse. Porque el color de cejas o el tipo de cosmético que se use para maquillarlas no son universales y dependen de cada caso particular.
Esta es la opción ideal cuando hay pocas canas (o están dispersas). La idea es proceder del mismo modo que con el makeup para destacarlas. Primero las cepillamos, y luego las cubrimos y rellenamos las áreas donde faltan pelos (o están blancos). El tipo de cosmético que utilices para hacerlo va a depender de tu pericia.
Los lápices y las fórmulas en pasta o pomada son más fáciles de trabajar y los mejores para dar una apariencia más definida. Estos productos llenan cualquier espacio, agregan color y ayudan a darle forma a las cejas.
En cuanto a los geles, son los mejores para ofrecer una cantidad sutil de color a las cejas, ya que solo cubren el vello (no la piel). Algunos son semi-permanentes y aprueba de agua.
Sin importar la clase de maquillaje que elijas, tené en cuenta los siguientes tips:
1- El tono: debe ser lo más perecido al de tu pelo natural. Pero para las que buscan una ceja un poco más espesa o tienen el cabello teñido, también es posible optar uno más oscuro que el tono de pelo de base.
2- Mezclar y combinar: como ocurre en una melena, las cejas no deberían tener un tono uniforme o en bloque. Todo lo contario, la idea es que no se vean falsas o “dibujadas”. Para un acabado más natural, combiná un par de productos para crear un efecto 3D. Una buena idea es comenzar por rellenar las áreas dispersas o blancas con lápiz, y luego agregar un poco más de profundidad con gel.
Si tenés más de ¼ de tus cejas con canas, la solución ideal y definitiva es teñirlas con la coloración permanente del pelo. Y si también te teñís el cabello, lo más fácil y rápido es usar la misma tintura para las cejas… Sin embargo, como regla general, los expertos aconsejan optar por un tono más oscuro que el de la cabeza. Y cuando el pelo está teñido de rubio (aún en la gama de los cálidos o dorados), lo ideal es aplicar la paleta de los tonos más fríos para las cejas.
Con el pelo castaño. Se podría pensar que a las morochas les resulta más fácil elegir un tono de ceja: pero no, porque si es demasiado oscuro endurece las facciones. La regla general es mantener uno o dos rangos de tono (hacia arriba o hacia abajo) con respecto al color de tu cabello.
Si sos pelirroja. ¡Adivinaste! El cabello rojo es notoriamente el más complicado de combinar. Por lo general, las cejas naturales son extremadamente claras o anaranjadas (tonos muy difíciles de lograr), por eso se recomienda optar por un rubio o un marrón claro (siempre ambos en la gama de los cálidos) o un castaño rojizo.
En cabellos platinados o canosos.
Para no cometer errores, la consigna es quedarse siempre en el lado más claro y, por supuesto, dentro de los tonos fríos y cenizas. Esto puede variar desde el rubio al castaño, dependiendo de tu tez y del color de tus ojos. ¿Lo que hay que evitar? El castaño muy oscuro o el negro porque le dan una apariencia áspera y envejecida al semblante.