Peinados x 4
Ultra corto no significa aburrido ni monótono: ¡todo lo contrario! Te mostramos las cuatro maneras diferentes de llevar este clásico que propone el coiffeur parisino Franck Provost (y que demuestran todo su potencial).
Un corte muy corto en la nuca y las sienes, con algo de volumen en la parte superior, a veces con flequillo e incluso desmechado para dar una onda angelical e infantil... Así se define al corte estilo pixie (que en inglés significa gnomo o hada).
Esta versión -que se hizo famosa y muy popular en los años '50 y '60, cuando Audrey Hepburn lo adoptó en la película “La princesa que quería vivir”, y luego Mia Farrow en El bebé de Rosemary de Roman Polanski-, no es otra cosa que el icónico corte à la garçon que hizo furor en los años locos y revolucionó definitivamente los cánones estéticos femeninos de la época.
Existen decenas de variantes de este corte híper-corto: con flequillo, con raya al costado, con rulos, desflecado... Pero más allá de cómo se lo denomine, lo cierto es que resulta uno de los más fáciles de mantener; sólo se necesita un champú específico para tu tipo de pelo y el producto de styling adecuado para cada look. Despeinado, con efecto mojado, con onda bohemia o con cresta, al estilo mohicano: las posibilidades que brinda son muchísimas.
Otras ventajas de este clásico son, en primer lugar, que es súper cómodo; segundo, que se adapta y queda bien a toda edad y que, según cómo se lo lleve, favorece a todos los tipo de rostros. Es por eso que el pixie siempre está de moda y permanece vigente a lo largo de los años.
Franck Provost, el afamado coiffeur y estilista, lo hizo el protagonista de su colección de otoño-invierno '22, presentándolo en 4 looks ultra versátiles.
Pixie moderno. Ideal para rostros cuadrados; en la parte de atrás, capas lacias y un poco más largas. Las superiores, trabajadas con secador, mousse o cera para dar volumen.
Pixie tradicional. Redondo, peinado hacia adelante y con flequillo, recuerda al peinado de Peter Pan y queda genial si tenés cara de forma ovalada.
Pixie con bucles. Muy natural y descontracturado, secalo dándole la forma con los dedos y fijando algunos mechones con cera, gel o spray texturizador.
Pixie a todo volumen. Brushing con movimiento para un look bien parisino que se vuelve más sauvage si se “despeina” con la mano y mousse.