Melena sana
¿Qué las produce? ¿Cómo prevenirlas y repararlas? Estos son los cuatro consejos básicos de especialistas para decirle chau al problema.
Las puntas abiertas son el resultado del desgaste de la cutícula capilar, lo que deja expuesta la corteza y provoca que el pelo se divida. En general, la causa más frecuente es la falta de cuidado (por ejemplo, el uso excesivo de secadores o planchas), pero a veces también es un tema genético.
Las puntas florecidas no sólo son un problema estético, sino también de salud capilar porque el pelo pierde su capacidad de crecer fuerte y saludable. Aquí, las cuatro claves para tratarlo.
Lo primero es fortalecer todo el largo del cabello (desde el nacimiento), con el objetivo de preservar la integridad de la cutícula y reducir la probabilidad de que las puntas sigan deteriorándose.
Descartar lo máximo que sea posible los secadores, rizadores o planchas, además de las tinturas (en caso de que no se pueda, optar por las sin amoníaco) y los alisados. También es importante una dieta rica en vitaminas y minerales que nutran el cabello desde el interior.
La idea es no abusar del agua caliente, no cepillar bruscamente el pelo ni retorcerlo. Es decir, ¡tratarlo con cariño! Además, cada mes y medio o cada 2 meses conviene ir a la peluquería para realizar algún tratamiento profesional para devolverle al cabello su fuerza y vitalidad.
Cortar es casi obligatorio cuando las puntas están secas y deterioradas. A veces el mejor remedio es eliminarlas y comenzar a cuidar la melena de cero.