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¿Sabías que tu ADN tiene toda la información importante para prevenir los daños del sol? Podés conocer qué dicen tus genes, cuáles son tus predisposiciones y, con esa información, ser más precisa en el cuidado de tu piel.
El regreso de las vacaciones suele ser un período de evaluación de daños en la piel, luego de tantas horas de exposición solar. Pero el primer paso siempre es prevenir y, en este caso, el ADN juega un papel importante, ya que las tendencias y predisposiciones genéticas que tenga cada persona van a implicar un cuidado distinto. ¡Tener esa información puede ayudarte a conocer mejor tu piel y tener un cuidado más preciso y personalizado! La doctora Clara Hernández Gazcón, dermatóloga y consultora de Genera, destaca cuáles son los genes a los que hay que prestar atención:
- “Quienes tienen una piel acnéica, cuando se exponen al sol, al inicio parece disimularse esa lesión. Pero después, la piel queda manchada y marcada”, señala. “Lo importante es actuar antes de que se desarrollen esas manchas. Hay que hacer foco en mejorar la dieta y extremar las medidas de fotoprotección, para evitar la inflamación y las marcas que pueden quedar. También hay que pensar una rutina que ayude a controlar el exceso de sebo”, agrega la especialista.
- El gen MC1R está presente en el cromosoma 16, y es responsable de la producción de melanina y regula el color de la piel. Los cambios en su función dan como resultado una producción excesiva de melanina, lo que lleva al desarrollo de hiperpigmentación. Por eso, las personas que poseen el “alelo A” en este gen presentan una predisposición a una mayor sensibilidad al sol y a la aparición de manchas hiperpigmentadas. “Quienes tengan este gen, deberán aumentar el uso del factor de protección, hay que renovarlo sí o sí cada 2 o 3 horas. Siempre usar un factor 50, evitar el sol del mediodía y, en lo posible, vestir ropa con filtro UV, porque estas personas pueden llegar a tener una respuesta con mayor producción de melanina y probablemente, predisposición a manchas”, explica Hernández Gazcón.
- Quienes tienen una copia del alelo rs702491-T, presentan una predisposición a desarrollar arrugas faciales. Sin embargo, la presencia de este alelo no significa que indefectiblemente lo desarrollará, ya que existen otros factores de riesgo genéticos y factores ambientales involucrados. “Cuando una persona tiene una piel más fina o un fototipo más claro - que en general son los que suelen tener mayor predisposición al fotoenvejecimiento - deberá hacerse mucho hincapié en el uso del protector, en renovarlo, en evitar el sol del mediodía, que es cuando se genera mayor fotodaño”, afirma la dermatóloga.
- La predisposición a una mayor o menor asimilación de Vitaminas que son relevantes para la salud de la piel. Por ejemplo, las Vitaminas C y E se relacionan respectivamente con la producción de colágeno y con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
-Es importante destacar que la presencia de estos genes no indican un diagnóstico ni algo que “va a pasar” sí o sí, sino una predisposición y que, si hubiera una tendencia, también hay que tener en cuenta los factores ambientales o epigenéticos, como la alimentación, hábitos, cuidados, entre otros, que pueden hacer que esas tendencias se manifiesten o no. Además, el acompañamiento de un profesional ayudará a entender mejor esas predisposiciones y ayudará a definir mejor los cuidados.