Piercings
La idea es lucirlos y disfrutarlos sin padecimientos. Si hay dolor o molestias, probablemente estás haciendo algo mal. Aquí, una mini guía para que sepas qué considerar antes de hacértelos y cómo tratarlos hasta que cicatricen.
Adornarse con piercings sigue siendo más genial que nunca, sin importar su estética. Si bien son hermosos y una forma divertida de agregar un toque especial, una gran colección de perforaciones requiere cierta responsabilidad. Para desacreditar cualquier mito, J. Colby Smith, el favorito de modelos y celebridades como Rihanna y Zoe Kravitzy, nos brinda su asesoramiento de experto.
"La 'pistola' fuerza el arete a través de la presión, por lo que causa mucho daño innecesario al tejido. También es difícil manejar la esterilización de una herramienta con piezas de plástico", dice Smith. "Con una aguja, tenemos más control de precisión, y es totalmente estéril. Funciona como un bisturí, haciendo una pequeña incisión en el tejido, dejando un daño mínimo en el área. También es un mito que la pistola duele menos: si una aguja se perfora correctamente, el dolor es muy menor", agrega.
Smith aconseja mantener tu cuerpo hidratado. Una dieta saludable siempre es importante, pero especialmente después de una perforación. También asegurate de evitar un trauma adicional en el área de la perforación. Como dice Smith, "la mayoría de las irritaciones se producen por golpes, enganches o por dormir con perforaciones nuevas".
"El alcohol seca la perforación", explica Smith, "y si se seca demasiado, se agrieta y sangra, lo que hace que la herida permanezca abierta. Prefiero los jabones a base de aceite por este motivo. Limpian la herida, pero también proporcionan aceites para suavizar el tejido curativo".
Antes de tocar tu nueva perforación, lo mejor es lavarte las manos con agua y jabón. Podés humedecer la perforación con los dedos limpios y limpiar a fondo el área perforada. Después, enjuagá el área con agua tibia. Es muy importante recordar siempre que un aro puede "girar", pero solo cuando está mojado. "Movelo únicamente si está húmedo y lo estás limpiando. Pero nunca lo hagas si está seco", advierte Smith. Tené en cuenta que una perforación de cartílago requerirá un poco más de tiempo y de cuidados que una perforación de lóbulo. "Cualquier cosa en el área del cartílago es más sensible durante el proceso de curación", dice Smith, "Se siente igual al perforar, pero puede ser más difícil de curar".
"Los lóbulos de las orejas suelen tardar de 2 a 3 meses en sanar, y el cartílago tarda de 3 a 10 meses. Una vez que deja de doler, de hincharse y de segregar líquido, y desaparece el enrojecimiento, es cuando se cura", explica Smith.
"Se necesita una mentalidad serena para ayudar a que los piercings cicatricen al 100 %. El trabajo de tu cuerpo es deshacerse de objetos extraños, por lo que hay que ser paciente y cuidarlos permanentemente. A veces, las cosas simples son las mejores: agua y jabón para limpiar, y hielo para la hinchazón. Si se toma en serio el cuidado posterior, evitará cualquier problema".
"Si hay hinchazón excesiva, enrojecimiento o calor radiante, o si la perforación secreta líquido, es normal: 9 de cada 10 veces, la perforación solo está irritada y no infectada", asegura Smith. "No hay que asustarse; en el peor de los casos, simplemente se quitan las joyas. Pero en caso de continuar o de empeorar, no le preguntes a tus amigos y consultá al médico".
Vía Elle.com