Como en los Hamptons, pero en un suburbio moscovita. Esta casa reproduce el sueño americano que tiene la ambientación de las construcciones de veraneo de la costa de New York pero desde la distante Rusia.
En sus primeras visitas al terreno, ubicado en un suburbio de Moscú, Olga Malyeva tuvo una visión. “Recordé las vacaciones de verano que había pasado en los Hamptons, en Estados Unidos”, evoca la arquitecta. Algo en ese luegar ubicado a más de 100 kilómetros de la capital rusa la devolvía al sitio costero donde los neoyorquinos se refugian de mayo a septiembre cuando el clima es más agradable cerca del océano.
“Los alrededores cubiertos de verde, los amplios senderos de piedras que te invitan a caminar, los convertibles clásicos que pasan lentamente y las encantadoras casas de madera que crean una atmósfera realmente tranquilizante” se sucedieron en su mente. Y se decidió: eso era lo que iba a proponer para la casa de descanso fuera de la ciudad de una familia con dos hijos.
Malyeva tomó la típica cabaña de troncos de la firma finlandesa Honka y la adaptó con minuciosa atención por los detalles arquitectónicos. No solo diseñó los interiores en el clásico estilo costero, sino que también ideó el paisajismo para recrear al detalle la atmósfera del famoso destino de playa de Long Island.
Adentro usó una paleta natural. Mantuvo un look despojado y funcional, pero intervenido con algunos toques metálicos y espejados para conseguir una estética más sofisticada.
Afuera, la casa de 250 m2 repartidos en dos pisos, está rodeada por un encantador jardín con galería y parrilla. Un auténtico escape de la ciudad. Casi hacia al otro lado del mundo.
El living de doble altura vincula un sofá y dos sillones (Vanguard) con una mesa de hierro con tapa de mármol y dos lámparas de pie (Visual Confort). Todo sobre una alfombra Pearl (M Carpet Atelier).
El family room es una versión más privada del living. Multipropósito, puede ser usado como cuarto de huéspedes o sala de juegos, desayunador o home office. Una mesa Tulip (Knoll), butacas tapizadas (Kelly Wearstler) y alfombra a cuadros (Ikea).
El hall de entrada está revestido en un empapelado metalizado (Phillip Jeffries). Junto con las luminarias doradas (Kelly Wearstler) y el banco tapizado (Vanguard). El lugar consigue una atmósfera sofisticada.
El comedor apunta a la relajación de la casa de playa, pero con una estética de lujo. La araña Sputnik (Ian K. Fowler) corona una mesa con bases metálicas y sus sillas tapizadas (Restoration Hardware). Para maximizar las simetrías, el cielorraso está espejado.
La cocina con frentes de acero inoxidable (Awelt) acompaña la textura de madera de las paredes, dando un look moderno a la decoración. Los apliques de pared (Barbara Barry), la alfombra Melange y el banquito de madera (ambos de Zara Home) suman notas cálidas.
La cama con dosel, realizada especialmente para esta obra (Lee Jofa) protagoniza el cuarto principal. Lleva sábanas y cover (Atelier Tati) y descansa sobre una alfombra de lana (One Kings Lane).
El baño tiene acceso al balcón y está separado del dormitorio con cortinas de lana. La bañera se acompañó con una grifería de piso. Las lámparas de pared (Kelly Wearstler) funcionan casi como esculturas.