Días largos y de vacaciones... Tiempo para estar en contacto con la naturaleza y atreverse a trabajar con las manos, una tendencia que hoy recorre el mundo.
A Luján Cambariere desde chiquita le gustó leer y escribir. Pero además siempre fue muy inquieta y curiosa. Por eso a la periodista, en un choque de planetas –como ella dice–, se sumó la diseñadora. “Aprendí técnicas, investigué materiales. Creé, creí y crié (de eso se trata) proyectos de diseño y artesanía. Hasta que puse mi propia escuela, Atico de Diseño, en Tigre. ¡Ahí soy y veo cómo otros son felices. Siempre atravesando el temor, pudor o prejuicios, a los que por suerte ganan el don de hacer y ser!”
LUJAN CAMBARIERE Yo soy más afín, seguramente porque soy acelerada e inquieta, a las técnicas relacionadas con la estampa. El shibori, la impresión con la naturaleza, la cianotipia. Y menos a las detallistas como el bordado. Lo importante es descubrir y descubrirse, sobre todo por lo sanador que tiene el trabajo con las manos en este mundo acelerado que vivimos…
Vivo rodeada de cestos, piezas de cerámica y toda una pared con máscaras chané de artesanos salteños con formas de animales que son increíbles. Me encantan también las técnicas craft relacionadas con las fibras y estampa.
ELLE ¿CREES QUE EN ESTE MUNDO ACELERADO LO “HECHO EN CASA” DESDE LA COMIDA HASTA LO ARTESANAL EMPIEZA A SER VALORADO?
L.J. Sí y por varios motivos. Un mundo globalizado pide a gritos identidad, trabajar con lo propio y con las manos per- mite ir a la esencia y ser original. En mi último libro Mastercraft (Grijalbo) hablo de muchos movimientos como el maker, el slow food y el hygge que dan cuenta de parar, valorar y cuidar los procesos. Hoy hay un revival de la comida casera y del hacer lo propio para re-encantar el cotidiano. Llevar magia a nuestro día a día. Desde ese lugar no puede no importarte el diseño, porque convivís con él desde que te levantás hasta que te acostás. Y los ambientes estéticamente más agradables nos hacen más felices. No tiene que ver con poseer el lujo sino con espacios con alma.
ELLE ¿POR QUE TU LIBRO MASTERCRAFT?
L.J. Después de haber escrito El alma de los objetos, que es un libro de texto sobre una mirada antropológica y profunda de la disciplina del diseño y de la artesanía, con este busqué básicamente que lo disfruten desde lo visual, que les genere esa sensación placentera cuando las yemas de nuestros dedos tocan el papel de algo que a uno visualmente le gusta. Y fundamentalmente que aprendan y pongan en práctica esto de relajar la mente a través del cuerpo en actividades que pueden sumarnos a algún emprendimiento generando ingresos o embelleciendo nuestro cotidiano. ¡Que la inteligencia pase de sus manos a la cabeza! ¡Que se sumen a esta meditación activa! ¡Que embellezcan su cotidiano! Y si, además, se pueden abrir a un emprendimiento propio con estos saberes, si así lo desean, bienvenido sea.
❤
Soy fanática de las rosas. Las cultivo con mucha pasión, herencia de mi suegra inglesa que ganaba todos los concursos hibridándolas (pueden verlas en el libro).
❤
Amo la ropa antigua y la vajilla. Tengo tantos juegos que a veces pienso que debería poner una casa de té.
❤
Me gustan los contrastes. Lo antiguo y lo súper moderno.
El shibori es una técnica japonesa de teñido por reservas, bloqueo. Doblando, amarrando, anudando, retorciendo o usando diversas plantillas que dejan o no pasar la tinta para obtener los diferentes diseños. Patrones que viran de acuerdo a las subtécnicas empleadas: arashi, kumo, itajime son las más populares. Como todo legado oriental, la mayoría de los términos se relacionan de forma poética con la naturaleza y toman de ella los materiales con los que se trabaja: bambú, piedras, madera.
Así el arashi se inspira en las tormentas, y su resultado se asemeja a la lluvia o rayos cayendo en una tempestad, en este caso, sobre la tela, que logramos anudando de diferente manera hilos o cuerdas. Mientras que el itajime es absolutamente geométrico. Cuadrados, triángulos y rectángulos se plasman en la superficie a estampar de forma prolija y calculada. Es el kumo, término que significa araña en japonés, el más artístico y libre, apelando a objetos que den vida a círculos y todo tipo de circunferencias como bolitas o piedras.
Estas fotos son sólo algunas de muchas que ilustran el libro Mastercraf (Grijalbo, 2018), de Luján Cambariere, periodista y especialista en diseño y artesanía. Ganó varios premios nacionales e internacionales, en Brasil, Chile, Francia, Londres y Nueva York.