En Retiro
En un edificio clásico francés, este piso y su dueña consiguieron autonomía de la vivienda familiar gracias a una reforma. Ella es una joven artista y esta es su casa-estudio.
La vida de la artista plástica y diseñadora Delfina Velar de Irigoyen está atada a los vaivenes de este séptimo piso de un clásico edificio francés del centro porteño. Cuando ella nació, las necesidades de una numerosa familia ensamblada llevaron a que sus padres a adquirir el piso superior, ubicado en la mansarda del edificio y destinado hasta entonces como baulera. Anularon la puerta de acceso y añadieron una escalera interna para conectar el sexto piso que ocupaban con las nuevas habitaciones para los niños mayores en la planta alta.
Más de tres décadas después, fue Delfina la que tomó la decisión de revertir aquella reforma y devolverle al departamento que había empezado a usar como atelier, la independencia que ella necesitaba para esta etapa de su vida y su carrera.
“Mis hermanos formaron su familia y se fueron yendo. Yo soy soltera y vivo en Buenos Aires aún y el lugar estaba prácticamente sin uso. Era demasiado grande para que lo usara solo como atelier, así que se me ocurrió hacer una obra para separar completamente el piso 7”, cuenta Delfina.
Con remodelación de la arquitecta y diseñadora de interiores Sylvie Loitegui y obras a cargo del Estudio Escalante Vella, los 80 m2 volvieron a transformarse para dar lugar a su trabajo como artista plástica (www.delfinavelardeirigoyen.com) y diseñadora de objetos —utilitarios y artísticos— impresos en 3D (www.studiodevel.com).
Se anuló la escalera vinculante y se diseñó un nuevo ingreso independiente, se modernizó la distribución y se actualizó el baño.
“La idea fue aprovechar que yo estando sola puedo vivir, trabajar y recibir clientes ahí, como un win-win de ambos lados y que el día de mañana también se pueda vender o alquilar como algo separado”, explica Velar.