Fibras naturales
Podrán biodegradarse, reconvertirse en nuevas materias primas y así reducirán el gasto de agua, de tintes y productos artificiales. Los protagonistas de este cambio son la tecnología, el diseño y la ciencia.
Los diseñadores de indumentaria y de accesorios, junto con los fabricantes, están inmersos en la revolución de los materiales en una industria que está en la primera línea de las que se destacan por la cantidad de contaminantes y descartes que producen. Con un vuelco a la sustentabilidad, eligen fibras innovadoras, naturales, provenientes del abanico botánico y de biotextiles que surgen de bacterias, hongos y levaduras, entre otros diversos productos desechados en determinados procesos productivos. Es un festival entre selvático y de laboratorios.
Julieta Gayoso creó Indarra DTX, un emprendimiento que recibió el premio Innovar Puro Diseño y BA Emprende, especializado en indumentaria sustentable. Desarrolla diseños integrando tratamientos específicos con textiles naturales y recuperados más la colaboración de tecnologías. “Nuestras prendas cuidan la piel de rayos UV, o de mosquitos, cambian de color en el sol y aplicamos aislamiento térmico ultravioleta. Las tintas son al agua, sin solventes”, explica la emprendedora.
El desafío es romper los parámetros convencionales. Las colecciones de las pasarelas actuales sorprenden, y en algunos aspectos evocan la biodiversidad, las selvas y los bosques. Stella McCartney, top en la vanguardia de la sustentabilidad en la moda, aparte de emplear materiales reciclados y usar fibras orgánicas, parece sentir pasión por los hongos, potenciales “ingredientes” que dan como resultado una de las alternativas del cuero. Presentó una colección fabricada con mylo, cuero vegano generado en la compañía Bolt Threads.
Hermès también hizo el clásico bolso Victoria a partir de micelios -las fibras que integran los cuerpos vegetativos de los hongos- con la startup MycoWorks.
La hija de Paul McCartney utiliza además fibra de naranja, un tejido que surge de residuos de la citricultura, proceso desarrollado por Adriana Santanocito y Enrica Arena en el Politécnico de Milán, Italia. La tela se enriquece gracias a la nanotecnología y libera perfume. Lenzing Group, productor global de fibras a base de maderas, se asoció con Orange Fiber, la empresa que patentó el proceso productivo de la pulpa que da como resultado subproductos de cítricos, y así generar el primer producto-base para la confección.
Ananas Anam Ltd. es el material ideal para zapatos, carteras e interiores de autos, hecho a base de desechos de hojas de ananá. Su nombre es Piñatex y fue una idea de la doctora Carmen Hinojosa, inspirada en el barong tagalog, prenda filipina semitransparente confeccionada con piña. Se obtiene en Filipinas y termina en España e Italia. Lo usan H&M, Hugo Boss y Paul Smith.
Desserto es el nombre de un cuero vegetal derivado de las hojas maduras de cactus de nopal que presenta las mismas propiedades que el tradicional, pero es ecológico. Los empresarios mexicanos Adrián López y Marte Cázarez cuentan que son cultivados sin riego en el estado de Zacatecas. No emplean sustancias químicas tóxicas. La multinacional sueca H&M presentó prendas para hombres y mujeres con materiales EVO by Fulgar, un hilo elaborado a partir de una base biológica derivada de aceite de ricino unida al material de Desserto.
El diseñador argentino Silvio Tinello realiza accesorios de moda, lámparas, suelas de zapatos y distintas piezas. Aplica procesos biológicos en yerba mate y hongos.
Gianpiero Tessitore, arquitecto italiano, optó por desechos de la producción de vino. La conversión de fibras y aceites vegetales del orujo de la uva dio como resultado un material de alta gama.