EL KAMIKAZE
Dejó de ser un ídolo teen para convertirse en uno de los actores de culto de su generación. Desfiló por alfombras rojas de prestigiosos festivales de cine. Esta semana estrena la segunda temporada de El Reino.
En un break de la producción de fotos, Peter Lanzani se recuesta sobre un sillón del estudio y duerme una breve siesta. Después de haber competido en la entrega de los Oscar por la película Argentina, 1985, una historia basada en un hecho real que también ganó un Globo de Oro, habla sobre su pasado, su presente, su vida en el barrio y lo que se viene.
A los 32 años, gracias a su carrera, ya transitó las alfombras rojas de los festivales de cine de Venecia, Cannes y San Sebastián. ¿Algún rastro de divismo? Ni un gesto: se muestra accesible y alejado de la histeria que provoca la fama.
Hijo de una economista y de un Máster en Sistemas, tercero de cuatro hermanos, Juan Pedro (tal como figura en su DNI) vive en Boedo con un amigo, sale a caminar por el barrio todas las veces que puede y evita la dependencia del celular. “No tengo ese fanatismo que hay ahora por mostrarse excesivamente en las redes sociales. Solo miro de vez en cuando qué suben mis amigos para saber en qué andan”, sostiene en relación con los que buscan enterarse algo más sobre él en Instagram o Twitter.
Da la sensación de que Peter va sin prisa, pero sin pausa. Quizá esa haya sido su fórmula para trascender la imagen de ídolo teen, al debutar en Chiquititas y en Casi ángeles, y posicionarse como uno de los actores de culto de su generación. El Clan, El Angel, La Leona, Maradona, un sueño bendito, Un gallo para Esculapio y Equus (obra que financió él mismo) son solo algunos de sus trabajos más destacados.
Esta semana se prepara para estrenar la segunda temporada de la serie El Reino, uno de los tanques nacionales de Netflix, donde interpreta a Tadeo Vázquez, una persona espiritual y creyente que basa su vida en el prójimo. En esta entrega de seis capítulos, su personaje cobra un protagonismo relevante al convertirse en un líder popular, cuya batalla por el bien se viraliza por todo el país.
SIN SPOILEAR, ¿POR QUÉ TADEO VA A ESTAR EN BOCA DE TODOS?
Porque se da cuenta de que hay algo mucho más grande de lo que intuyó en ese entramado de poder que lo rodea, encarnado por Emilio (Diego Peretti). Hay una realidad que lo pasa por encima, y va a tener que atravesar pruebas y derribar obstáculos para terminar de darse cuenta de quién es quién a su alrededor. Frente a ese panorama turbio, Tadeo mantiene su esencia bondadosa y pura, persigue sus ideales de una manera genuina.
EN ARGENTINA, 1985 TAMBIÉN INTERPRETÁS UN PERSONAJE QUE LUCHA POR UNA RAZON NOBLE.
Me gustan los roles en los que se construye el camino del héroe. Esos personajes que la pasan mal para hacer el bien y que pelean por lo que creen. Siento que en la película, hicimos un trabajo con mucho compromiso. Uno de los objetivos fue hablarle a esa generación que no vivió esa parte de nuestra historia, para que la conociera en profundidad. Y aquellos que vivieron la dictadura y lo que fue el Juicio a las Juntas, que no lo olviden.
EN LO PERSONAL, ¿QUÉ CAUSAS TE MOTIVAN?
Todos los seres humanos estamos en una constante búsqueda de aquello que nos mueve. Algunos lo descubren antes, otros después. A mí me interesan las causas cotidianas, conversar con las personas, saber cómo están, cuáles son sus problemas, en qué puedo aportar mi granito de arena. El contacto cara a cara es nutritivo. En esta época virtual, la charla me resulta algo empático. Nunca va a dejar de preocuparme qué le pasa al otro, ya sea amigo, desconocido, gente de la calle o alguien que me cruzo por el barrio.
¿TE CONDICIONA SER FAMOSO CUANDO TE PONES A CHARLAR CON ALGUIEN QUE APENAS CONOCES?
No, porque siempre mantuve un perfil bajo en lo profesional. Tengo una relación cordial con la gente. Haberme iniciado en tiras adolescentes, en las que se generaba mucho fanatismo en torno de los personajes, me ayudó a manejar todo tipo de situaciones. Lo peor que te puede pasar es que quizás un día te levantás cruzado y no conectás con alguien que te pide una foto, pero no más que eso.
¿TE COSTÓ QUE DEJARAN DE ENCASILLARTE COMO UN IDOLO TEEN?
Fue un proceso largo y un camino difícil. Después de trabajar en tiras adolescentes, sentí la necesidad de optar por personajes que fueran un salto al vacío, que tuvieran un arco narrativo. Siempre fui un kamikaze en mi carrera. A veces me sale bien, otras no tanto, pero todo lo que encaro tiene que implicar una búsqueda, un desafío y un aprendizaje. Soy consciente de lo afortunado que soy por trabajar de lo que amo, pero también me rompo el lomo. Me parezco a esos futbolistas que corren y corren porque quieren ganar el partido. Yo necesito sentir ese movimiento creativo cuando actúo.
A PROPÓSITO, ¿CÓMO VIVISTE EL MUNDIAL?
Con emoción y euforia. Vi todos los partidos. Amo a Messi, soy messista al extremo. Me encantaría comer un asado con él, abrazarlo, levantarlo en el aire como Patrick Swayze en Dirty Dancing. Toda mi vida soñé con ser campeón del mundo. Fue increíble lo que pasó.
SE VIRALIZÓ UNA FOTO TUYA CON ANYA TAYLOR-JOY EN LA ENTREGA DE LOS GLOBO DE ORO. ¿CÓMO FUE ESE ENCUENTRO?
Fuimos a dar una vuelta por el salón con Florencia (Bas), la mujer de Ricardo (Darín), y la cruzamos por un pasillo. Nos acercamos a saludarla y Flor nos sacó una foto. Esa cosa que tenemos los argentinos de que cuando vemos a otro de nuestras tierras nos cebamos. Ella me pareció divina, buena onda y genuina.
¿TE CRUZASTE CON ALGÚN CRUSH DE LA ADOLESCENCIA?
Con Cate Blanchett. Después de ella, no queda más nada, ni belleza, ni talento, ni amorosidad. Charlamos un rato y fue muy cálida.
ESTUVISTE EN MUCHAS ALFOMBRAS ROJAS, ¿CÓMO ES TU RELACIÓN CON LA MODA?
Confieso que en mi vida diaria, soy bastante relajado y sencillo. Me gusta estar cómodo y me pongo lo que pinta. Pero aprendí que para estos eventos tengo que soltar la “dejadez” y vestirme acorde con la situación. No porque sea dejado, sino porque soy simple. Muchas veces, me asesoran y me dan ropa, otras elijo yo qué ponerme. El hecho de vestirte bien es parte del evento. Si no, después empiezan los comentarios mala onda por cómo te ves.
¿CÓMO TE LLEVAS CON ESAS CRÍTICAS?
A veces las paso por alto, intento no leerlas. Pero otras, me molestan mucho. Hay gente que se esconde detrás de 140 caracteres para escribir cosas despectivas. Y si no lo hacen en las redes, probablemente se lo rumorean al de al lado. Me han llegado a decir: “Estás horrible, antes eras lindo” o “Mirá lo que te pusiste”. Una vez fui al cumple en la casa de la China (Suárez) y me destrozaron por mi apariencia, al punto de que mi mamá me llamó preocupada por toda esa bola de comentarios.
AL SER ACTOR, ¿SENTÍS ESA PRESIÓN POR TENER QUE VERTE BIEN TODO EL TIEMPO?
No. De hecho, debería cuidarme un poco más. Tendría que ponerme más cremas o probar tratamientos porque trabajo con mi imagen y mi cuerpo. Ya me pondré las pilas. Me cuido, más que nada para sentirme saludable, no por una cuestión estética. Hago muchos deportes y me gusta salir a caminar.
¿QUÉ OTRAS ACTIVIDADES HACES FUERA DEL SET?
Tengo una vida normal. Siempre fui muy amiguero. Conservo a mi grupo del colegio y del club. Me encuentro con ellos a comer, a tomar una cerveza, vamos a jugar al pádel, al golf. También aprovecho para mirar películas y quedarme en la cama hasta tarde. Si puedo viajar, lo hago. Intento hacer escapadas por el país, como a San Pedro o San Antonio de Areco. Siempre que voy a Córdoba, me pego un viaje impresionante. Me gusta subirme a un avión solo y aterrizar en lugares lejanos. Dormir en un hostel, conocer gente y seguir camino.
CON TANTOS VIAJES, ¿SE COMPLICA ESTAR EN PAREJA?
Con este ritmo es difícil, pero no imposible.
TUVISTE DOS NOVIAZGOS MEDIÁTICOS CON LALI ESPÓSITO Y CON TINI STOESSEL, PERO HACE TIEMPO ESTÁS SOLTERO. ¿CUÁL ES TU ESTADO IDEAL?
No lo sé todavía. Me pegué muchos palos en el amor, nunca de enojos, sino de sentir que algo no prosperó, no sucedió. Pero no estoy cerrado a amar a alguien, a construir una relación. Soy entregado al amor de pareja. Hoy no me está pasando, pero ya va a ocurrir.
¿ES DIFÍCIL PLANEAR UNA PRIMERA CITA AL SER ACTOR?
A veces te puede jugar en contra, pero tampoco tengo issues con eso. Lo que sí me molesta son las especulaciones mediáticas cuando estás conociendo a alguien y ni siquiera vos sabés si va a funcionar. Hace un tiempo subí una foto a Instagram con una chica en Nueva York y muchos me preguntaban quién era. Ya todos especulaban. ¡Y era mi prima! Por eso, aprendí a tener mis lugares de encuentro si quiero que nadie se entere.
¿LA POPULARIDAD TE AYUDÓ A QUE TE ENCAREN MUCHO?
Me ha pasado. Suele generarme timidez, pero si es un encare genuino y copado, me ceba. Tal vez no sé qué hacer en esa situación. Más allá de eso, no es que no sufrí por amor. Para mí, el amor es como el mar, te da, te quita, te chupa, te explota como una ola en la cara. Es algo hermoso, donde transitás distintas emociones.
A TUS 32, ¿QUÉ VES CUANDO MIRAS HACIA ATRÁS?
Mucho trabajo y entrega. Veo un enfoque. Siempre supe qué no quería. Abrazo mi pasado, porque aun de los errores aprendí. Mis caídas y miserias me ayudaron a ser quien soy. En un futuro, deseo seguir enfocado y con los pies sobre la tierra.
¿TE GUSTARÍA TRABAJAR EN EL EXTERIOR?
No me iría a probar suerte a ningún lado. Jamás me instalaría en Los Angeles para alquilar un departamento con el objetivo de hacer castings. Me moriría de tristeza. Solo viajaría si me llamaran para hacer una audición. Pero acá vengo laburando con directores muy buenos y haciendo cosas copadas. Sin ir más lejos, en El Reino comparto el set con un elenco coral al que admiro muchísimo. Y en Argentina, 1985, me di el lujo de trabajar con Ricardo Darín y con Santiago Mitre. Estoy feliz con mi carrera. Y cuando no encuentro un proyecto o un guion que me interesa, armo una obra o escribo. Me resguardo en mis lugares creativos.