La maquilladora Sarah Tanno y el estilista Frederic Aspiras nos cuentan los detalles sobre el intricado arte de crear un look de belleza para la cantante.
En junio, durante el desfile del orgullo gay en Nueva York, Lady Gaga se tomó el día. Había llegado junto con su equipo a la Gran Manzana y lo único que querían hacer era ir a un bar. Como siempre, sus colaboradores de belleza (la maquilladora Sarah Tanno y su estilista y responsable de pelucas Frederic Aspiras) operaron una transformación glamorosa.
En diez minutos, Tanno usó pintura fluorescente para maquillarle un arcoíris en el párpado y Aspiras sacó de la valija una peluca de pelo platinado larguísimo.
“¡Fue un día relajado! Salimos a tomar algo y eso fue todo. ¿No es gracioso?”, recuerda Tanno. Aspiras está de acuerdo y también se ríe. “Siento que a veces nuestros días más relajados terminan siendo súper dramáticos”.
Y así es: cada vez que Lady Gaga sale, se trata de un acontecimiento. Su equipo de belleza -Haus of Gaga-, que trabaja con ella hace diez años, no deja nada librado al azar. Con el estreno de la película Nace una estrella y Gaga en plena promoción para su debut en la pantalla grande, su pelo y su maquillaje tienen que verse especialmente estelares: por ejemplo, párpados plateados y ondas a lo Veronica Lake. Delineador blanco y flequillo extra lacio. Alas azul metálico y una corona trenzada.
Aspiras describe el proceso de creación de estos looks como “una mezcla entre The Amazing Race y RuPaul’s Drag Race”. Ya sea para sus apariciones en la alfombra roja, en televisión o en el cine, para sus actuaciones en vivo o para sus giras mundiales, Aspiras y Tanno -que pasan más de 20 horas al día juntos y describen su relación como de “hermanos” y “almas gemelas creativas”- trabajan constantemente para sorprender e inspirar a la gente con sus creaciones para Gaga.
Tanno, oriunda de Cleveland, empezó como vendedora de M.A.C. y alternaba entre varios trabajos como bartender, moza, o promotora de boliches, al tiempo que perfeccionaba su portfolio y se formaba en maquillaje para moda, cine y efectos especiales.
Recuerda que recibió un llamado para sumarse al equipo de Gaga en 2009, cuando solo le quedaban mil dólares en la cuenta. Empezó maquillando a los bailarines de Gaga en la gira y aprendiendo de otros artistas con los que trabajaba ella, como Billy B, Val Garland y James Kalliardos. Después, se ganó su lugar como maquilladora principal en 2014. “Lo deseaba tanto que tuve que ser persistente”, dice. “Gaga vio algo en mí. Trabajé duro hasta conseguirlo”.
Aspiras creció trabajando en la peluquería de su mamá en San Francisco, También trabajaba como maquillador y colaboraba en sesiones de fotos de moda y celebrities en Los Ángeles. En 2009, lo llamaron para trabajar en la gira Monster Ball. “Nos conocimos en el momento justo, en que todos estábamos haciendo algo increíble”, dice. “Creo que el destino armó este equipo”. En el teléfono, los dos -reunidos en la casa de Tanno en Los Ángeles- ya saben lo que va a decir el otro. Las risas son constantes y la excitación que sienten por su trabajo es palpable.
“Ella siempre tiene una visión muy fuerte y una opinión muy clara sobre lo que quiere. Muchas veces empieza por la ropa”, dice Tanno. Por ejemplo, en el festival de cine de Venecia, usó un vestido rosa increíble con plumas de Valentino, que pedía a gritos un peinado recogido y un maquillaje clásico. “Quise jugar con eso y hacerlo un poco más etéreo: que vieras su piel radiante, que sus ojos brillaran y que nada distrajera de ese momento hermoso que fue su primer estreno. Sentí que era la alfombra roja más importante de mi vida”, recuerda Tanno. “Probé unos 60 labiales hasta que elegí el rosa perfecto. Tenía que ser atemporal”. Por su parte, Aspiras bocetó más de 20 peinados antes de decidirse por el recogido con rodete que llevó Gaga. “Se trataba de que se le viera la cara y nada más. Gracias a Dios que pudimos hacerlo, porque estaba lloviendo”, dice. “Fue mágico”.
Una vez que Gaga se decide por su inspiración, Tanno y Aspiras trabajan juntos antes de presentarle opciones a la cantante. También van a las pruebas de vestuario y se reúnen con el equipo de estilistas, Tom Eerbout y Sandra Amavor; revisan moodboards, referencias y ponen en común sus visiones.
“Miramos películas, leemos libros y nos contamos cuáles son nuestras inspiraciones”, dice Tanno. “Jamás le presentamos el look el mismo día en que tiene que usarlo, eso no pasa nunca”. Aspiras añade que el intercambio de referencias es crucial. “Muchos de nuestros colegas no suelen compartir el conocimiento, pero nosotros hacemos lo posible para ayudarnos entre todos”.
“Siempre practico en mí misma antes de presentarle algo para asegurarme de que la técnica esté bien. Me gusta maquillarme y vestirme con el look para entrar en calor antes de presentarlo”, dice Tanno. Aspiras practica su técnica en su estudio, donde hace pruebas de color, corte, forma y movimiento. “Lo que busco ver es cómo se mueve el pelo en la vida real. Lo veo en Gaga y estudio sus movimientos. Eso es importante: entender cómo se mueve tu clienta con el peinado que creaste para ella”, reflexiona.
“Fue uno de los públicos más grandes que tuvo en su carrera. Gaga siempre esconde un truco: no quisimos que saliera a cara destapada desde el principio”, cuenta Tanno en referencia a la decisión de crear la máscara cubierta de cristales Swarovski. “Creo que lloré porque no sabía si la máscara se le iba a despegar. Tuve que pensar bien qué cinta ponerle y cuánta, y dónde ubicarla para que cuando se la despegara para cantar ‘A Million Reasons’ el maquillaje quedara en su lugar”.
En cuanto a su pelo, empezó la performance con un estilo inspirado en una superheroína y después se lo soltó cuando bajó al estadio. “Fue muy estresante. ¡Era en vivo! Le puse un montón de productos para el pelo con mucha fijación pero que igual se lo dejaron suave y con movimiento”, recuerda Aspiras, y añade que tuvo que encontrar la hebilla perfecta que sostuviera el peinado pero que después se la pudiera sacar fácilmente a mitad del show. “Incluso chequeé el clima para esa noche para asegurarme de que era favorable. El viento era perfecto”
Desde la trenza abigarrada al estilo Game of Thrones y los ojos smoky con glitter de 2018, a las mechas rosas y la sombra de ojos roja “para traer de vuelta a la Gaga del Lower East Side” en una actuación junto a Metallica en 2016, la cantante nunca decepciona en la noche más importante para la música. Para su equipo glam, los Grammy son siempre una oportunidad para “subir un poco el volumen”, dice Tanno.
El homenaje a Bowie de 2016, en particular, sobresale como una de “las experiencias más alocadas”, porque tuvo que trabajar con Intel para hacer un mapeo de su rostro y recrear los looks del ícono de la música para que se proyectaran en la cara de Gaga. Por su parte, Aspiras tuvo la oportunidad de crear un look inspirado en Ziggy Stardust, con el pelo largo, unas cubanas pelirrojas y un jopo extravagante. “Fue una de las pelucas más divertidas que hice”, recuerda, “fue un momento hermoso y apasionante. Fue un honor rendirle homenaje a una leyenda como Bowie”.
Tanno recuerda que el día después de la ceremonia de los Grammy 2018 la etiquetaron en cientos de recreaciones de su maquillaje de ojos inspirado en una noche estrellada. Pero el efecto Gaga no es solamente fuerte en los entusiastas del pelo y el make up en Instagram: en el mundo de la moda también resuena. “Tengo la sensación de que muchas veces, cuando hacemos un look para la alfombra roja, después lo vemos reinventado en los desfiles y los editoriales”, dice Tanno. “Para mí, ese es el mejor halago”.
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