Si amamos la nostalgia de los '80 y los '90, el actor belga es parte de los íconos surgidos en aquellos tiempos. A los 60 años retoma la acción con una película de Netflix: "The Last Mercenary". Tres preguntas sobre su regreso, las herencias y la nostalgia.
Jean-Claude Van Damme es una celebridad convertida en ícono con sus películas de acción que marcaron la cultura popular de las décadas de los ’80 y ’90. Actor, director, productor y guionista, el belga vuelve a la escena con “The Last Mercenary”, una superproducción mundial de Netflix disponible desde este viernes 30/7.
La nostalgia por la cultura popular de aquellas épocas en las que Jean-Claude Van Damme se convirtió en estrella es fenómeno permanente. En la pantalla, por ejemplo, con regresos, homenajes o spin off. Apenas como muestra de esa tendencia vale mencionar Luis Miguel, serie, Cobra Kai y And Just Like That, la vuelta de Sex & The City.
Jean-Claude Van Damme también vuelve siendo fiel a su esencia y a lo que lo hizo popular. En “The Last Mercenary” para Netflix interpreta a Richard «La Bruma» Brumère. Es un ex-agente especial del Servicio Secreto francés, devenido en mercenario, que vuelve al ruedo por una razón especial. Tiene que proteger a su hijo (que no sabe que es su padre), perseguido por la mafia. Acción, historia de reencuentros, familia y emoción: todo con el sello Van Damme.
LA HERENCIA Y LA PATERNIDAD SON EJES EN “THE LAST MERCENARY”. ¿CÓMO SE SIENTE ABORDAR ESOS TEMAS EN UNA PELÍCULA CON ACTORES OTRAS GENERACIONES Y A LOS 60 AÑOS?
Jean-Claude Van Damme: A los 60 años ves las cosas de manera diferente, pero estoy super cómodo con este momento de mi vida. ¡Y todavía estoy muy bien las secuencias de acción! En cuanto a las siguientes generaciones, asumo que me da pudor y timidez el modo en el que ven mi carrera. Me cuesta recibir elogios porque soy muy duro conmigo mismo. Espero que esa actitud no haya hecho sentir al resto del equipo que no quería hablar con ellos. Pero la verdad es que me resulta incómodo hablar de mi carrera.
Jean-Claude Van Damme: Hago deportes desde la infancia. Ahora, mi cuerpo está más rígido. Tuve lesiones y accidentes a los largo de los años y las películas. Hay desgaste, pero también el cuerpo y los músculos tienen memoria. Que está intacta. Cuando llego a un set para filmar este tipo de secuencia, mi cuerpo sabe exactamente qué hacer. El secreto es tomar el tiempo necesario. Una buena escena de acción da la impresión de velocidad gracias a la edición. Pero implican un trabajo extremedamente meticuloso.
Jean-Claude Van Damme: Sí, mucho. Ese, además, fue un gran momento para estar vivo. Mi papá era florista pero antes fue librero. Crecí leyendo cómics, como “Tintín” y “Rahan”. Eso me ayudó en mi interior. En la escuela era como una oveja negra. Tenía mi pequeño mundo silencioso, con mis sueños, lejos del otros. Íbamos mucho al cine con mi papá en Bruselas. Veíamos las últimas películas de Delon o Belmondo. Entonces sí, todo lo vinculado al cine está lleno de nostalgia por mí.