Lali en exclusiva: “Sufrí ansiedad y quiero hacer algo para combatir ese mal de esta era”

Lali en exclusiva: “Sufrí ansiedad y quiero hacer algo para combatir ese mal de esta era”

Cantautora y actriz, con etapas cumplidas y evoluciones en curso, volvió a casa después de plantar nuestra bandera por el mundo. Sin abandonar la empatía ni el compromiso, comparte la experiencia de verse en perspectiva estando lejos de todo y disfrutar sola de la madrugada. Entrevista a solas con ELLE.

05/06/2021 22:49

Con Lali nos volvemos a ver después de dos años. Es el reencuentro elegido para nuestro cumpleaños que celebramos con la edición impresa de ELLE mayo. Cantautora y actriz, una artista con casi dos décadas de trabajo, podría ser nuestra cábala. Pero preferimos sentirla como esa amiga especial a la que elegís como la única invitada permitida en un festejo atípico, como todo desde la pandemia a esta parte.

En ese tiempo, a Lali le pasó de todo. El Brava Tour, en aquel 2019, la hizo pinchar por varios lados los mapas. Ese año voló de punta a punta, ya sea para dar un show en Tel Aviv, Washington, Montevideo o Tucumán hasta para conducir la premier del Latin Grammy en Las Vegas o cantar al lado del piano de Fito Paez en Miami.

A su vez, de forma tan nómade como global, en cada escala, siguió haciendo música. Así fue naciendo Libra, su cuarto álbum, grabado en Argentina, Estados Unidos y España. Con fusión y evolución, desde noviembre 2020 ese disco ya provocó más de 33 millones de reproducciones en las distintas plataformas; su tercer premio MTVEma y el reconocimiento de los Latin American Music Awards.

El fenómeno se consagró y amplió. Pero además cambió. Porque Lali frenó y se puso a prueba. No solo por obligación, como le pasó al mundo entero tras el covid-19. También por elección.

“Fue un tiempo intenso, de reencontrarme conmigo, de mucha honestidad. Celebré darme cuenta que voy a cumplir 30, que tengo emociones por resolver y poder preguntarme si soy feliz. Abracé el proceso con amor. Sin tensión. Era necesario hacer ese stop”, repasa.

Es que antes de la nueva normalidad, la videollamada ya era frecuente para ella. Así hizo el casting para “Sky Rojo”, la serie de Netflix que estrena la segunda parte el 23 de julio y la tuvo –cuarentena mediante– viviendo en Madrid alrededor de un año.

“La primera vez me salió pésimo. No me creo Meryl Streep, pero sabía que lo podía hacer mejor. Sé lo difícil que es ponerse a prueba delante de otros”, recuerda sobre el examen para el papel de Wendy. Quiere ser “amorosa con esa circunstancia” como jurado en “La Voz Argentina”. “La exigencia la pongo en el estilo y en la autenticidad. Eso es lo loable para mí.”

Por esa virtud también la eligen a ella, sin temor a la contradicción, tanto para ser imagen de Puma como para producir y actuar la adaptación audiovisual del bestseller feminista “El fin del amor”.

“Me gustan los reencuentros cuando se nota que hay algo intacto a pesar de que haya pasado mucho tiempo”, comparte.

Alivia que así sea.

-“A LO MIO REPRESENTO DONDE QUIERA QUE VOY”, CANTÁS EN “LA LIGERA”. ¿QUÉ PREJUICIOS DERRIBASTE POR EL MUNDO ESTOS DOS AÑOS?

-LALI: Los prejuicios son siempre propios. Por ser del culo del mundo, tenemos esa carga. En mi caso, encontré más invitaciones y espacios de crecimiento. En España armé grupetes de amigos, con gente de acá y de allá. Y los españoles marcan nuestra generosidad
en la amistad. Unas empanaditas en casa no se niegan a nadie, sin importar cuánta plata falte. A pesar de la pandemia, armábamos un plancito en el parque para vernos un ratito. Nos gusta compartir y estar con otros. En otros países son más individualistas.

– ASI COMO DEFENDISTE “SKY ROJO” O PASA CON LA CANCIÓN “GENTE EN LA CALLE”, ¿A QUÉ OTROS TEMAS QUISIERAS PONERLES LUCES DE NEON?

– LALI: Me fanaticé con Sam Harris, el neurocientífico autor de “Waking up”. Gracias a su trabajo empecé a ser consciente del drama que es la ansiedad. Es el mal de esta era. Nos parece normal pero es un estado de poca salud. Podemos entrenar y tener un cuerpo divino. Pero falta la pata mental. Si estamos locas por dentro también se nota. Mientras se ve saludable alguien que no hizo ningún abdominal pero medita hace una década. Quiero hacer algo sobre ese tema.

– ¿QUÉ SE TE OCURRE?
– LALI: Pensé en hacer guías de meditación con mi voz para alguna app. Porque quizá a una persona le embola pero si lo invita alguien que sigue, se puede copar. Y así descubrir que hace bien. Ya lo hizo Harry Styles. También puede ser una línea de productos de relajación o para descansar mejor. Es un aprendizaje que yo estoy atravesando. Siempre estoy a full, trabajo mucho, entonces pareciera que no me pasa nada. Pero logré reconocer que tengo ataques de ansiedad. También lo veo en amigas.

D.R.D.R.

-¿QUÉ SENTÍS?
-LALI: Hay días que tengo angustia y no sé por qué. Algo adentro me está gritando. Eso es la ansiedad. Me voy de vacaciones pero no sé descansar, no puedo estar sin hacer nada. Igual me siento mejor desde que lo reconocí. Tomé conciencia y noto el cambio físico, la mejora en mi salud. Relajé mucho el último año y medio.

-¿QUÉ TE COSTABA HACE UNA DÉCADA Y AHORA LO DISFRUTÁS?
– LALI: Trasnochar. Cuando era adolescente no me divertía la pijamada y me quedaba dormida en las salidas con amigos. Trabajo desde los 10 años. No dormir me daba culpa porque al día siguiente tenía que grabar. Ahora la madrugada me gusta. Las mejores charlas con mis amigas son con un vino de trasnoche, incluso por Zoom. También la soledad a esa hora me resulta bonita. En eso también cambié. Mi casa familiar estaba abierta para todos. Siempre había algún amigo durmiendo en un colchón. Aunque no tuviéramos un peso partido al medio, mi vieja lograba servir diez platos. Entonces no sabía estar sin otros alrededor. Hoy lo disfruto. “Una esquina en Madrid” nació a solas a las 4 de la mañana.

– EN ESA CANCIÓN HABLÁS DE REENCONTRARSE CON UNA MISMA, ESTANDO LEJOS DE TODO.
– LALI: Es la última de Libra, el moño que cierra una etapa. Hay cosas que ya no voy a hacer. Ya está. Evolucioné. Soy aquella pero también soy ésta. Estoy en un momento de sacarme responsabilidades. No puedo resolver todo. De joven creés que sí. Hasta que entendés que no corresponde, que el otro también tiene su adultez. Así es posible correrse de la entrega al 100% para otros
y verse a una misma.

– EN LIBRA SE ESCUCHA UN TRABAJO SOBRE LIBERACIÓN, AUTONOMÍA, GOCE. TEMAS QUE TAMBIÉN SON EJES DE “EL FIN DEL AMOR…”
– LALI: Es una coincidencia consecuente con la nueva etapa en la que me siento. Antes mantenía muy separados el mundo de la música y el de la actuación. Ahora quiero hacer cosas que tengan coherencia. En los últimos años empecé a elegir proyectos con la necesidad imperiosa de que puedan linkear, de mostrar que ahora me gusta contar las cosas así. Si me llaman para hacer de una chica desvalida, no creo que lo haga. Ya pasó.

– SOS EMBAJADORA DE MARCAS DE BELLEZA Y DE MODA, COMO PUMA. ¿COMO ELEGÍS ESOS ROLES EN ESTA ETAPA Y EN TIEMPOS FEMINISTAS?
– LALI: Elijo los proyectos en los que puedo ser auténtica y encuentro algo para defender. Por supuesto, en una campaña no voy a mostrarme de entrecasa. Pero sí busco sostener una actitud. Me gusta cuando las marcas me dicen que quieren algo de lo mío. Porque no soy una muñeca. Si me proponen un eslogan sobre seguir intentando construir lo tuyo a pesar de los tropezones, sé que puedo hablar de eso. Además, noto una modernización en la publicidad, en cómo y a quiénes habla, en los conceptos de belleza. Están bajando a tierra.

– Y EN EL MUNDO DEL ENTRETENIMIENTO, ¿QUÉ FALTA ACTUALIZAR?
– LALI: En Argentina todavía nadie se atreve a hacer una serie sobre cómo vivimos el sexo realmente las mujeres. Para eso tenemos que buscar Fleabag. Quisiera que podamos ver algo hecho acá para que vos, mis amigas y yo digamos “obvio, a mí también me pasa”. Eso buscamos en la adaptación de “El fin del amor”, con Tamara Tenembaum y Erika Halvorsen. Cada capítulo tiene un tema que va a incomodar. Porque aún hay muchas aristas de los mandatos que tenemos normalizadas.

-¿DE QUÉ OTRAS FORMAS TE INVOLUCRAS EN LA BUSQUEDA DE EQUIDAD?
– LALI: Una vez recibí un premio Gardel y cuando agradecí, aproveché el micrófono para sumarme al reclamo por paridad para mujeres técnicas en la música (en las salas, en los escenarios…). Si hago eso, no puedo ser careta, que sea sólo para la tribuna y las amigas. Yo tengo que contratar mujeres. Entonces me ocupo de accionar sobre eso. Por cada varón en el staff, busco una mujer. Si hay una iluminadora, entonces puede haber un camarógrafo. Los cambios radicales llevan muchos años de transformación. No hay que conformarse ni quedarse
en el cartel o en Twitter. –

 

Fotos: Gabriel Machado para Machado Cicala / Estilismo: Audrey Liceaga / Make-up: Maru Venancio con productos Dior. / Pelo: Juan Manuel Cativa para Mala Peluquería.