Celebridades
A punto de estrenar Máxima, la serie en la que intepreta a la reina de los Países Bajos, confiesa que este rol es un híbrido en su carrera porque la llevó a trabajar por primera vez en el exterior. De novia con el actor que protagoniza la biopic, se prepara para rodar la segunda temporada y seguir disfrutando de su vida nómade.
“Nunca me habían interesado las historias de la realeza. Por una cuestión cultural sentía lejanas las temáticas relacionadas con la Monarquía”, dice Delfina cuando hablamos sobre su gan protagónico en Máxima, la serie de seis capítulos que sigue la vida de Máxima Zorreguieta desde sus comienzos en Argentina hasta convertirse en reina de los Países Bajos. “Sin embargo, cuando me dijeron que había quedado para este rol, no lo podía creer. Este proyecto marcó un antes y un después en mi carrera. Tuve la posibilidad de trabajar por primera vez en el exterior y con otras culturas. Filmé en Estados Unidos y en varios países de Europa. Como experiencia profesional fue un sueño hecho realidad”, asegura sobre la biopic que se estrena este mes en Max y que ya tiene confirmada la segunda temporada.
Si bien tiene 28 años, Delfina ya transitó un camino actoral que la llevó a asumir papeles interesantes en La casa del mar, Edha, Días de gallos, Ringo. Gloria y muerte y Felices los seis. “Hoy tengo el privilegio de poder elegir a qué roles quiero hacer. Con el boom del movimiento feminista siento que hay una exasperación por mostrar a la mujer como superpoderosa, sin miedos, ni dificultades. Y a mí me gustan los personajes que tienen matices. Me generan más empatía e identificación”.
Mientras hablamos por teléfono, se escuchan pajaritos de fondo. Antes de venir a presentar Máxima a nuestro país, se fue de vacaciones a Indonesia junto a su novio Martijn Lakemeier, el actor holandés que interpreta al Rey Guillermo Alejandro, con quien empezó a salir cuando terminó el rodaje. “Hace mucho no me tomaba unos días. Confieso que ahora estoy desayunando con una vista espectacular al mar. El Sudeste asiático es un destino que me voló la cabeza. Por eso elegí venir acá para relajar”, dice.
Hermana de la modelo Paula Chaves, cuenta que ella es una persona incondicional en su vida, aunque tengan personalidades opuestas. “De hecho, tenemos nuestras peleas y encontronazos porque nuestras maneras de pensar son muy distintas. Pero reconozco que Paula es la persona más generosa y solidaria que conozco. Si la llamo a las tres de la mañana porque extraño o tengo un problema, está ahí. Es noble y se qué puedo contar con ella en cualquier momento”.
Ahora está haciendo la valija para partir a su próximo destino, la isla Lombok. Mientras se prepara, charlamos sobre los vínculos, la carrera, los viajes, el amor y lo que viene.
ELLE ¿QUÉ TE INTERPELÓ SOBRE LA HISTORIA DE MÁXIMA?
DELFINA CHAVES. Su personalidad. Desconocía la historia personal, porque cuando se convirtió en reina de los Países Bajos yo era más chica. No recordaba el momento de la asunción. Cuando empecé a leer los guiones y el libro sobre el cual está basada la serie (Máxima Zorreguieta. Madre patria, escrito por Marcia Luyten), pude darme cuenta de la fortaleza que tuvo para emprender ese camino hacia la monarquía. En los 90 dejó la Argentina para radicarse en Nueva York, donde trabajaba en un banco durante más de doce horas, en un entorno masculino, hasta que conoció a Guillermo Alejandro. Ahí se mudó a Bélgica para estudiar holandés y apender sobre la historia del país, con el objetivo de ser reina.
¿CREÉS QUE A MÁXIMA VA A GUSTARLE LA SERIE?
En una entrevista dijo que no iba a verla, porque sabe mejor que nadie cómo fue su vida y cómo se dieron las cosas, que no necesita que se lo cuenten. La entiendo y respeto su opinión. Como actriz, mi intención fue retratar a un ser humano con falencias, matices, colores, luminosidad y oscuridad.
¿ESTE PROYECTO FUE UN HÍBRIDO EN TU CARRERA?
Definitivamente. Tuve que enfrentarme a desafíos que jamás me habían tocado a nivel profesional. Nunca había actuado en otras culturas, ni había estado tantos meses lejos de mi casa. Para interpretarla aprendí holandés, un idioma que me resultó dificilísimo. Después me llegó la oportunidad de hacer notas y entrevistas para varios medios del mundo. En ese sentido, la serie se convirtió en una gigante ventana al mundo.
¿CÓMO EMPEZÓ TU INTERÉS POR LA ACTUACIÓN?
Mis primeras imágenes vienen de Lobos, cuando me instalaba los tres meses que duraba el verano en la casa de mi tía Claudia, junto a mis primos. Nos pasábamos haciendo coreografías en la pileta. Recuerdo esos días de mucho disfrute. Pero mi interés más marcado se dio cuando empecé a acompañar a mi mamá a clases de teatro, porque no tenía con quién dejarme. A ella siempre le gustó el arte. Mientras la esperaba, yo hacía juegos de improvisaciones y me encantaba. A eso de los 15 me cambié a un colegio que tenía clases de actuación y empecé a tener registro de la responsabilidad que implicaba esta profesión. Hasta que debuté en teatro, en la obra Criatura Emocional. Para ese entonces se había dado todo de manera muy natural. Con el tiempo me di cuenta de que la carrera tiene mil altibajos.
¿TE REBOTARON EN MUCHOS CASTINGS?
En un montón. Estuve varios meses sin trabajar, pensando: “¿Y ahora qué hago de mi vida”?. Sufrís varios palazos. Pese a que solo se vea el lado glamoroso, más aún en esta época de redes sociales en la que solo se muestra lo lindo, la realidad es que te enfrentas a frustraciones y fracasos. La otra vez vi una entrevista que le hicieron a la actriz Emilia Clarke, en la que decía: “Si existe realmente otra cosa que sepas hacer, además de actuar, hacelo. ¿Por qué? Porque esta profesión requiere mucho sacrificio y la posibilidad de estar desempleada por un tiempo”. Y es tal cual. Con el tiempo aprendes a convivir con la incertidumbre, pero al principio es un golpe. Tenes que hacer un trabajo anímico muy fuerte cuidar tu salud mental y no sentirte desestabilizada.
¿QUÉ TE AYUDÓ A SER RESILIENTE?
Yo siempre fui muy solitaria, pero me di cuenta que tener un grupo y una red de amigos incondicionales con los que poder hacer catarsis sobre cualquier inquietud era clave. Escuchar y hablar para sentirte contenida me parece saludable. También hago terapia. Arranqué con mi psicóloga en el momento en el que comencé a actuar. Ella fue testigo de todos mis procesos y me acompañó a la distancia en el último tiempo, que estuve girando bastante en el exterior.
¿TE DIVIERTE ESTA VIDA NÓMADE?
Me encanta. Me gusta viajar. Si bien ir de un país al otro me desordena el estilo de vida, trato de mantener mis rituales. A mí las rutinas me ordenan. Me levanto y tomo mates donde sea. También mantengo mis clases de yoga, y soy muy obsesiva con mis hábitos de belleza y el cuidado de la piel. En mi valija siempre llevo más cremas, tónicos y sérum que ropa.
¿CÓMO ES TU RELACIÓN CON LA MODA?
En el último tiempo me mudé bastante, porque me costaba conseguir departamento. En un momento me harté de guardar ropa que no necesitaba, entonces regalé un montón. Soy bastante despojada con mi estilo. Me parece más sustentable la idea de tener menos prendas, pero de buena calidad. La serie sobre la vida de Máxima ya se estrenó en Europa y desde entonces, tuve el privilegio de ir a varios eventos y alfombras rojas, como el Festival de Cannes. Para esos momentos, me entrego a los consejos de los estilistas que saben mejor que yo cómo lookearme.
UN PUNTO EN COMÚN CON MÁXIMA ES QUE ENAMORASTE DE UN HOLANDÉS
Y bueno, viste que la vida muchas veces es impredecible...
MARTIJN HABRÁ SIDO UNA GRAN CONTENCIÓN DURANTE EL RODAJE
Te soy honesta, empezamos a salir cuando terminó la serie. Todo el tiempo que duró el proyecto estuve sola. Quizá hubiese sido más fácil con esa contención, pero nuestra historia comenzó después. Además, yo grababa tantas horas en el set, que mi cabeza solo estaba focalizada en la serie. Me hubiese resutado imposibe conocer a alguien con tanto trabajo.
¿UNA VIRTUD QUE TE ATRAJO DE ÉL?
El sentido del humor.
¿TE INTERESA CONTINUAR TU CARRERA EN EUROPA?
Me encantaría incursionar en ese mercado, porque hay muchas posibilidades y oportunidades. Pero en el fondo, lo que deseo es seguir interpretando personajes con matices y complejidades, ya sea en Europa o en Argentina. Últimamente no me estaban proponiendo audiciones acá. La manera en la que relatamos las historias en nuestro país tiene un sello único y marca nuestra identidad. Me fascina la calidad de la industria nacional. En ese sentido, espero que me lleguen nuevos desafíos.
Fotos Ivan Reznik. Estilismo Jorge León.