Detrás de la regulación hay una razón muy extraña.
Si bien no es asunto nuestro cómo y cuándo el Príncipe Harry y Meghan Markle tendrán un bebé, en caso de que lo hagan no podrán gozar de la custodia completa de sus hijos.
La familia real está sujeta a una ley muy extraña respecto de la Reina Isabel II. Según la experta en realeza Marlene Koenig, la Reina goza de la custodia legal completa de los menores de edad de la familia. “La soberana tiene custodia legal de los nietos menores de edad”, dice Koenig. “Esta costumbre se remonta al rey Jorge I, que reinó en el siglo XVIII, y la ley nunca fue modificada. Como tenía una relación muy mala con su hijo, el futuro rey Jorge II, sancionó esta ley, que le otorgó potestad sobre sus nietos”.
El rey Jorge I declaró que el monarca tiene “derecho a la supervisión, extendida a sus nietos, y este derecho le pertenece a Su Majestad, incluso mientras viva su padre”. Si bien la ley tiene 300 años, al parecer todavía está vigente y nunca fue derogada.
George, Charlotte y Louis, los tres hijos del príncipe William y Kate Middleton, están sujetos a esta ley. Sin embargo, es muy improbable que la reina opine en temas de crianza de sus bisnietos. Según Koenig, en caso de que la reina falleciera, la custodia de los niños de Cambridge y cualquier otro niño del palacio pasará a su abuelo el príncipe Carlos, que se convertiría en rey.
Koenig también reveló que la reina ha intercedido en algunas ocasiones en lo que respecta al cuidado de Harry y William. El príncipe Carlos tuvo que pedirle permiso a su madre una vez para viajar con sus hijos en avión a Escocia. También se supo que la reina declinó este permiso a Lady Di, cuando esta fue impedida de viajar con sus hijos a Australia poco antes de su muerte.
En un artículo del Times con fecha del 5 de diciembre de 1993, el experto en derecho constitucional Michael L. Nash escribió que “la reina tiene la última palabra en la custodia, educación, crianza y domicilio de los príncipes, incluso durante la vida del padre de estos, el príncipe Carlos. En cuanto a su madre, la princesa de Gales, su opinión debe ser discreta y objeto de negociación”.
“Técnicamente, necesitaban su permiso para viajar. La reina tiene la última palabra en decisiones de crianza como esa”, explicó Koenig.
La experta también añadió que en situaciones de divorcios reales, la custodia no es un ítem incluido en los papeles o acuerdos de divorcio, dado que la pareja no goza de la custodia de sus propios hijos. En el testamento de Lady Di, había una cláusula que estipulaba que su deseo era que su hermano, Earl Spencer, fuera el guardián legal de cualquier hijo “menor de edad que me sobreviva a mí y a mi marido”.
Sin embargo, el blog Royal Musings -del que Koenig es autora- señala que la cláusula no habría sido válida en un juicio porque Lady Di “no tenía derecho a decidir sobre la crianza y educación de sus hijos”.
En su primera entrevista luego de anunciar su compromiso, Meghan y Harry sugirieron que les gustaría tener hijos en el futuro. Cuando se les preguntó por sus planes de ser padres, Harry dijo: “No ahora, por supuesto, vamos de a poco. Ojalá en el futuro cercano podamos formar una familia”.
Vía ELLE.uk