Como piragüista fue doble campeón olímpico y triple campeón del mundo. Pero no es todo. Este catalán de 34 años busca superar su propia marca en los JJ.OO. de Tokio 2020. ¿Algo más? Sí. Es policía, chef experto y cara de Agua Fresca, la nueva fragancia de Adolfo Domínguez.
Demostró que se le da igual de bien defenderse con una pala sobre el agua que con un delantal y utensilios de cocina. Es que este joven nacido en Lérida y habitante de Gijón, ganó la edición Masterchef Celebrity en España y gracias a la fama ganada supo posar como modelo experto frente a una cámara. Cuando parecía que ya era demasiado, demostró que el poder de oratoria también es lo suyo: lo utiliza –en su rol de policía– en charlas que brinda a chicos en edad escolar para ayudarlos a enfrentar el bullying. Esposo y padre de familia (¡sí, también!), Saúl se confiesa.
SAUL CRAVIOTTO. ¡Con mucha organización! Hay días complicados porque además de ser deportista y policía tengo que dedicarle tiempo a eventos, sesiones de fotos, entrevistas y ¡soy padre de dos niñas! Hay momentos de agobio y estrés, pero son cosas que me encantan y con el apoyo de mi agencia que me ayuda a organizar el calendario es sencillo.
S.C. Sí, están dirigidas a empresas y a colegios en donde busco trasladar los valores del deporte a los más chicos, así como prevenirles sobre los peligros de las redes sociales o el bullying. La idea surgió para poder ayudar a otros con mi experiencia.
S.C. Cuento un poco mi día a día e intento extrapolarlo a cualquier ámbito de la vida o persona. Tiene relación con lo que escribí en mi libro 4 años para 32 segundos: la recom
pensa del esfuerzo y las centro en los pilares mental, físico y social, que son el “secreto” para alcanzar los objetivos.
S.C. Depende de la época del año. En general entreno 8 horas al día, 6 días por semana. El resto del tiempo se lo dedico a mi familia. Me levanto a las 7.30, desayuno, llevo a las chicas al colegio y después voy a entrenar. Al mediodía suelo visitar algún colegio porque mi tarea como policía es ayudarlos a enfrentar ciertas situaciones. Luego almuerzo con mi familia y a la tarde vuelvo a entrenar con el equipo olímpico. En la última época se sumaron compromisos con anunciantes y medios para los que viajo a Madrid, Barcelona u otras ciudades para algún shooting. Eso me saca de la rutina y lo disfruto.
S.C. ¡Soñaba con ser policía! Aunque algunas veces decía bombero. Vengo de una familia de policías y tengo un tío que es bombero. Con respecto al deporte, siempre me encantó. Ahora estoy viviendo un sueño.
S.C. Amo cocinar, es una de las cosas que aprendí en el programa. Ese año acababa de volver de los juegos olímpicos de Río y mi agenda deportiva me permitía más flexibilidad y constancia en la cocina. Practicaba todo el día, iba a restaurantes a aprender, leía sobre el tema. Ahora estoy más relajado y lo hago menos.
S.C. Ser la imagen de Agua Fresca Citrus Cedro fue motivador y me hizo mucha ilusión. El despliegue fue increíble y quedé súper conforme con el resultado.
S.C. Son muchos los valores necesarios para llegar a lo más alto, pero si tuviera que elegir uno, diría que la constancia. El no tirar la toalla nunca es lo más importante y lo más difícil, porque a lo largo de una carrera deportiva sin duda habrá fracasos. Para llegar hay que tropezar varias veces. El sacrificio y el esfuerzo son fundamentales. Hay que renunciar a muchas cosas y a veces otras tantas se pierden en el camino… pero si querés ser el mejor en lo que hagas, tenés que luchar sin parar y hacer lo que te gusta.
S.C. La piel más que nada porque siempre estoy expuesto a las inclemencias del tiempo por el deporte.
S.C. ¡Sí! Siempre llegan antes de un éxito. Después de cada frustración he sacado mi mejor versión.
S.C. Cuando un ser humano toca fondo, tiene dos caminos: darse por vencido o tomar envión. Hay que resetear la mente después de una caída y empezar de cero con fuerza. Ese es mi consejo.