El hombre con mirada de niño, director creativo de la icónica firma de botas Hunter, tiene una visión fresca y genuina sobre la sustentabilidad tanto en moda como en su vida privada. Aquí sus ideas en la materia.
Lo primero que uno nota son sus ojos: azul glacial pero dulces y algo sombríos. Luego viene su sonrisa: franca, amigable. Quizás porque Alasdhair Willis es un hombre muy creativo. Alguien que tuvo ideas y sueños al por mayor. Desde el lanzamiento de la revista de estilo de vida Wallpaper hasta la creación de la conocida compañía de diseño Established & Sons. Ultimamente, este guapo británico de Middlesborough estuvo ocupado con Hunter, la casa de herencia británica famosa por sus botas Wellington, transformada por Willis en una marca de estilo de vida. Un trabajo que hace con pasión, cuando no está ocupado con sus cuatro hijos y su esposa, la famosa diseñadora Stella McCartney. Aquí nos habla sobre el tema más candente dentro y fuera del negocio de la moda, la sustentabilidad. Por supuesto, de su trabajo en Hunter, del Brexit y su amada familia.
ALASDHAIR WILLIS La sustentabilidad es una tendencia en alza. Y esta mejora se produce como resultado de una mayor conciencia del consumidor sobre los problemas medio ambientales y el impacto que cada individuo está teniendo en el mundo. Se trata de un cambio genuino hacia marcas que actúan de manera responsable en este camino de respeto hacia el medio ambiente. La posición de Hunter, desde mi participación, siempre fue abordar el negocio de una manera responsable. Creo que no respondemos a una tendencia sino que actuamos de manera responsable y respetuosa con nuestros clientes y sus valores.
A.W. Sí. La sustentabilidad es una parte integral del estilo de vida de mi familia. Después de haber estado de viaje durante muchos años, comprobé que los desafíos se vuelven más fáciles. Cada día es más fácil hacer lo correcto por el medio ambiente.
A.W. A lo largo de su vida y su carrera, Stella fue pionera en el bienestar animal y promovió los valores de sustentabilidad y medio ambiente mucho antes de que fuera un tema tan importante como lo es hoy. Su pasión y compromiso inquebrantable fueron una inspiración constante para mí y para muchos en todas partes del mundo.
A.W. Mis cuatro hijos, como la mayoría de los niños en el mundo de hoy, tienen una gran conciencia y están muy en sintonía con los principales desafíos que enfrenta el mundo. Tienen acceso a la información desde una edad muy temprana. Por ejemplo, mi hija de 9 años insiste en que todas las luces se apaguen en la casa, a menos que sea absolutamente necesario que estén encendidas.
A.W. Como todos, a medida que estás más consciente de la situación que enfrentamos, sí; estás obligado a cambiar aspectos de tu estilo de vida cotidiana.
A.W. La realidad del cambio climático está a la vista. Aquellos que no están de acuerdo con la evidencia abrumadora de la ciencia son a menudo egoístas y están motivados financieramente. Claramente no se preocupan por las generaciones futuras.
A.W. La industria necesita mejorar la cadena de suministro y la eficiencia del producto. Comprometerse e invertir en la economía circular. Hay que escuchar al consumidor, no a los políticos.
A.W. La fortaleza del negocio fue, y sigue siendo, la conexión emocional que el cliente tiene con la marca. Casi todas las personas con las que hablo sobre la marca no pueden evitar recordar sus primeros pares de estas botas. Esa fue una de las razones principales por las que tomé el trabajo. Pensar en Hunter evoca un recuerdo, un momento en el tiempo. Hay una conexión que va más allá de la funcionalidad del producto en sí. La oportunidad de desarrollarla me pareció muy atractiva.
A.W. Teniendo en cuenta esta conexión emocional con la marca y la posibilidad de que Hunter se traslade sin problemas a otros aspectos del estilo de vida, el comportamiento y los intereses de nuestros clientes. Existe la legitimidad de poder pasar de una bota a una chaqueta, por ejemplo, o a una mochila: el consumidor no sólo compra la bota, sino lo que representa. La gente realmente ama la marca, y si ya hay algo tan icónico entonces está la buena oportunidad de construirlo.
A.W. Sí. Mi primer recuerdo de la marca está en los establos, cuando tenía 7 años en North Yorkshire, sentado con botas rojas, esperando a regañadientes que mis dos hermanas mayores terminaran de montar sus caballos.
A.W. El mundo y todas las industrias están cada vez más presumidos. La moda, en relación con muchas industrias, es en realidad menos desafiante. La competencia finalmente crea oportunidades. Las marcas tienen el desafío de verse a sí mismas y sacar lo mejor de sí.
A.W. Todavía no conocemos el impacto del Brexit en las empresas británicas. Sin embargo, en Hunter, aunque estamos orgullosos de su herencia británica, también lo estamos de su presencia y conciencia mundial. Preveo que el Brexit tendrá poco efecto en la progresión y la conveniencia de la marca alrededor del mundo.
A.W. Estuve yendo a Glastonbury por muchos años. Los festivales de música jugaron un papel importante en mi vida desde el primero cuando tenía 16 años. Si bien hay muchos festivales excelentes en todo el mundo, ese sigue siendo mi favorito y asisto todos los años y mi par preferido me acompaña. La realidad del cambio climático está a la vista. Aquellos que no están de acuerdo con la evidencia científica no se preocupan por las generaciones futuras.”