5 restaurantes para probar mucho más que carnes asadas

1-Platos de autor

Escondida en el subsuelo del Hotel Mío Buenos Aires está Rufino (@rufinoarg), una parrilla que busca enaltecer a la cocina argentina tradicional. Lo hace a través de un atractivo menú donde carnes y vegetales comparten protagonismo. Algunas de las opciones más creativas son el carpaccio de remolachas asadas con ricota, gajos de naranja a vivo y eneldo fresco; las empanadas de morcilla; la berenjena asada con salsa tzatziki y ciboulette; el matambrito de cerdo a la napolitana (con salsa de tomates, queso y albahaca fresca); y la coliflor asada con yogur, hierbas frescas y alcaparras. El final dulce lo abandera un cremoso de chocolate con cristales de sal marina y crocante de frutos secos. En Av. Pres. Manuel Quintana 465, Recoleta.

2-Clásicos modernos

Hierro (@hierro.palermo) es un espacio donde el fuego es protagonista y en él se cocinan platos clásicos, pero con una vuelta de rosca. Las carnes asadas al quebracho colorado son protagonistas y, para acompañarlas, tienen preparaciones originales como un milhojas de papas con provolone fundido o unas chauchas doradas con hongos y cebolla crocante. A su vez, en su carta hay lugar para platos elaborados, como el gigot de cordero de corral que se brasea por muchas horas a fuego lento, se baña con una sabrosa demiglace (hecha con el jugo de cocción, caldo, vino tinto, manteca y hierbas) y se acompaña de un cremoso de papa alimonado. Esta carne también se luce en unos ravioles artesanales de masa al huevo, rellenos de cordero ahumado con salsa de tomates, ajo, albahaca y parmesano. A la hora del postre, el ícono de la casa es el volcán de dulce leche con Vauquita casera y semifreddo de dulce de leche. En Costa Rica 5602, Palermo y Boulevard del Mirador 220, Nordelta.

3-Parrilla de lujo

Si hablamos de parrilla, hablamos de La Cabaña (@lacabana.restaurant), un emblema de nuestra cocina que ya suma 88 años de tradición porteña. Su exclusiva selección de carnes incluye cortes de Angus, piezas de raza Wagyu (japonesa) y opciones dry aged (maduradas en seco). Pero en este elegante restaurante de Puerto Madero también se pueden degustar un sinfín de preparaciones, como el trío de empanadas norteñas (de carne a cuchillo, de pollo y de humita); el mítico lomo “Eduardo VII”, que es un famoso tournedo de lomo envuelto en panceta ahumada con papas noisette y demiglace de champiñones; y el risotto de hongos, hecho con arroz carnaroli, champiñones, portobellos y espinaca fresca, todo bien mantecado y coronado con más hongos salteados y espuma de leche. Para terminar, no podía faltar un clásico argentino: el Omelette Surprise, un postre con historia y sofisticación, que incluye una masa de biscuit rellena con una mezcla de helado de vainilla, cáscaras de naranja confitadas, praliné de almendras y pasas de uva al ron, todo cubierto con merengue italiano flambeado. En Alicia M. de Justo 580, Puerto Madero.

4-Cocina mediterránea

En Liniers, Viejo Patrón (@viejopatronrestogrill) se destaca por utilizar cortes de vacas criadas en campo abierto y alimentadas a pastura. Su amplia propuesta también se luce por ofrecer guarniciones de lo más originales y platos de impronta mediterránea. Para acompañar sus carnes, se sugieren las batatas asadas con miel, tomillo y pimienta rosa, así como el puré de coliflor cremoso con almendras tostadas. En cuanto a los principales, vale la pena probar el salmón con crema cítrica, zucchinis y alcaparras; y los panzottis caseros de calabaza, almendras y queso crema, con manteca noisette y salvia. Para culminar, sobresale la Torre de Formaggio, que intercala capas de masa filo con crema de mascarpone, frutillas y arándanos. En Av. Larrazábal 502, Liniers.

5-Platos hogareños con carnes ahumadas

En el barrio de Villa Devoto se encuentra Gula (@guladevoto), un restaurante de estilo industrial y descontracturado con especialidad en carnes asadas, ahumadas y braseadas. Además de cortes clásicos a la parrilla, su menú incluye platos bien hogareños y uno de los favoritos es el pastel de papas, en una versión especial, relleno con carne ahumada en cocción lenta y preparado con un puré duquesa, que se caracteriza por su forma de pequeñas rosetas que quedan con una corteza crujiente y un interior suave y untuoso. Otro ítem destacado del menú son las ribs braseadas, bañadas en una salsa barbacoa casera a base de whisky y servidas con ensalada coleslaw y una papa rellena de parmesano y verdeo. Quienes prefieren las pastas, pueden optar por una sabrosa lasaña de carne ahumada con espinacas, jamón y queso gratinado. ¿Y de postre? Los infaltables panqueques caramelizados con dulce de leche tradicional. En Av. Francisco Beiró 5226, Villa Devoto.