Los guionistas les regalaron un segundo papel, pero ellos se empeñaron en destacarse. Personajes secundarios sólo por definición lograron llevar series a lo más alto del ranking. A fuerza de carisma y una gran actuación, éstos son los roba-planos que merecen ¡ya! el principal.
En ellos se apoyan las tramas para avanzar, respirar, distraer y bifurcar. Como las vías de un tren. Sin ellos no funcionaría nada. Estos personajes complementarios nos recuerdan además que lo accesorio es importante. Gancho de espectadores que (incluso, cansados de la historia en cuestión) siguieron hasta el final (¡seis temporadas a veces!) gracias a ellos, que en varias oportunidades lograron superar al protagonista en gracia y calidad actoral. ¿Empatía? ¿Villanos encantadores? ¿Atracción inexplicable?
La cuestión es que estos genios en el arte de destronar celebrities salieron de las sombras y se merecen, sin dudas, un protagónico. ¿A qué se debe la fascinación que nos provocan? Por lo general su psicología es compleja, están llenos de incógnitas y hacen lo que la mayoría de los mortales no nos atrevemos. Descargan su ira, actúan sin medir consecuencias o las miden, pero no les importa. Nos preguntamos: ¿qué les pasó en la vida para ser así? El misterio siempre los constituye y el rechazo no genera empatía, pero sí intriga. Un guionista sabe que el personaje principal se alimenta de la identificación colectiva. Héroe o antihéroe, deslumbrante o miserable, está construido para que el público se identifique con él. El secundario, sin embargo, no está limitado por este tipo de esquemas emocionales.
Aquí es donde los creadores suelen despacharse con todo y experimentar. Gestualidad, modismos, extravagancia, sentido del humor, carácter temible, dulzura extrema o una cuota de locura para salir de sitios comunes. Lo cierto es que cuando el personaje secundario es algo siniestro nos hace sentir mejores personas y eso, indiscutiblemente, es una linda sensación. En cambio, cuando es demasiado bueno o sufre desamores (lo que lo humaniza) nos conecta con algún lugar de nuestra infancia o nuestros dolores. Por empatía, curiosidad e incluso morbo, el lado B nos enamora y confirma que ser segundos, ¡a veces es mejor!
Aquí la crítica habló de la “resurrección” artística de Jon Voight por su gloriosa interpretación a los 74 años. En esta serie su papel criminal cosechó fanáticos. Es que su personaje también fue atravesado por las injusticias: 20 años preso pero inocente, regresa del martirio con ganas de recuperar el tiempo perdido. Adicto a las drogas y desesperado por las mujeres como un adolescente, este asesino con personalidad infantil irrumpe para iniciar la escalada en ascenso. El episodio piloto rompió todos los records de audiencia, convirtiéndose en el mayor estreno de todos los tiempos en Showtime.
La trama tiene lugar en Los Angeles donde Ray Donovan (Liev Schreiber) es un “solucionador de problemas” de la prestigiosa firma de abogados Goldman & Drexler, que representa a ricos y famosos. Los inconvenientes del protagonista empeoran cuando Mickey Donovan, su padre (Jon Voight), sale anticipadamente de la cárcel y se acerca (sin el consentimiento de su hijo) a su familia. El odio que Ray tiene por él es desmedido. Lo conoce y conoce a los de su tipo. Carismático, políticamente incorrecto, frontal y divertido. El mismísimo Voight ha confesado que este papel le dio grandes satisfacciones.
Mickey Donovan: papel que le valió el Globo de Oro como mejor actor de reparto.
* Julia Garner (Ozark)
Jason Bateman encarna al asesor financiero Marty Byrde, quien de repente tiene que cambiar de residencia con su familia desde un suburbio de Chicago a un resort de verano en Ozark después de que una operación de lavado de dinero saliera mal. Para salvar su vida y la de su familia, se compromete a lavar una gran suma en tiempo record a un narco mexicano. Hasta aquí la trama. Si bien Marty está casado, entra en escena la actriz Julia Garner (también modelo, quien empezó a estudiar teatro a los 15 años para vencer la timidez…) en la piel de Ruth Langmore. Una chica de 19 años con un largo prontuario delictivo y con agallas para los negocios. Blanca impávida, pelo mota rubio, mirada acuosa y un aire angelical la convierten en centro de la escena.
Este personaje construido mediante contrastes entre su aspecto físico (más cerca de un ángel de Botticelli que de una criminal) y su personalidad es una bomba a punto de estallar. Parte importante de la operación de lavado, termina tomando una profundidad impensada. Su trabajo resulta hipnótico.
Julia tiene más de 76 mil seguidores en Instagram y fue cara de la firma Miu Miu.
* Ben Mendelsohn (Bloodline)
La historia sigue la vida de una familia: los Rayburn, quienes son dueños de un hotel en Florida que, además, administran. Cuando el hijo mayor y oveja negra, Danny, vuelve a casa para
el aniversario número 45 de sus padres, enseguida comienza a causar problemas en la familia que intenta ignorar un oscuro pasado que involucra muerte y violencia. Cuando Danny se ve envuelto en el mundo criminal, el patrimonio de los Rayburn entra en peligro y deben tomar cartas en el asunto. El personaje principal es John Rayburn (Kyle Chandler) que encarna a un policía que pierde la paciencia y la cabeza por completo por culpa de su hermano, experto en desquiciar a quien se cruce en su camino.
Ese rol de persona constantemente rechazada por su entorno (que se incomoda al sentir que lo quiere expulsar) es el imán. Perfil rastrero y turbio, esconde miserias que atrapan al espectador y por momentos desdibujan al actor principal. Su magnetismo lo consagró en esta historia.
En la piel de Danny, Mendelsohn ganó un Emmy como mejor actor.
Malísima en la ficción, Adriana Ozores encarna en esta historia dramática y de suspenso ambientada en 1905 a Doña Teresa. Mujer fría y calculadora que será clave en esta trama en donde los protagonistas son Julio (Yon González) y Alicia (Amaia Salamanca), dos jóvenes que tendrán una historia de amor que mantendrá la tensión hasta el final. Todo comienza cuando Julio consigue trabajo como camarero en el “Gran Hotel” para investigar la extraña desaparición de su hermana, que trabajaba allí.
Doña Teresa, madre de Alicia, es manipuladora y hábil mentirosa. Capaz de hacer lo que sea para proteger su negocio. Tan atrapante resulta el papel de esta villana que por momentos agradecemos que exista este contrapunto con el costado edulcorado del romance de los protagonistas. Su historia personal se vuelve tanto y más importante que la de cualquiera por ser un personaje repleto de contradicciones (como todo ser humano).
Está en su ADN. Pertenece a una familia de artistas, actores, cineastas y músicos.
Basada en el libro autobiográfico de Piper Kerman: Orange Is the New Black: Crónica de mi año en una prisión federal de mujeres (que relata sus memorias sobre la vida en la cárcel) ha sido una de las series más vistas de los últimos tiempos. La protagonista principal es la actriz Taylor Schilling, quien interpreta a Piper Chapman, una mujer que llega a prisión por transportar dinero proveniente del narcotráfico. La sexta y nueva temporada se centra en la desgarradora realidad del destino de Taystee (interpretada por Danielle Brooks).
En una gran actuación que de secundaria no tiene nada, la historia de este personaje pintoresco va mutando. Condenada a cadena perpetua por un asesinato que no cometió, su realidad refleja toda la complejidad de la sociedad americana, especialmente la de los afro-americanos. Hay que destacar el diálogo entre Taystee y el personaje principal de Piper Chapman en el episodio once sobre las injusticias, el poder y las luchas. Una interpretación que defiende a capa y espada una serie que supo tener sus altibajos. Tan halagada fue su actuación que el personaje que fue contratado en principio sólo por dos capítulos se convirtió en elenco estable.
Premiada por el Sindicato de Actores, gracias a la interpretación en esta serie.
Si hay un ser siniestro en esta tierra, es ella: Zulema (Najwa Nimri). La presa encargada de hacerle la vida imposible a Macarena (Maggie Civantos), la protagonista. Tan mala resultó que confesó que tenía miedo de salir a la calle y que le pegaran. Macarena comete el peor de los pecados: enamorarse de su jefe. Esto es lo que la lleva a la ruina, ya que es inducida por él a cometer el delito de malversación de fondos. Descubierta, es encarcelada y se enfrenta a lo peor.
¿Qué nos lleva a mirar a Zulema sin parpadear? El contraste entre la protagonista angelical con esta criminal de ascendencia jordana que mete miedo, sin dudas. Lo lejano es utilizado con maestría para imponer a un personaje que barrió por completo con la actriz principal.
Actriz y cantante, con más de 440 mil seguidores en Instagram, no para de cosechar fans.