“No necesitamos palabras vacías, necesitamos compañía”

“No necesitamos palabras vacías, necesitamos compañía”

Annabel Arcos Ruiz es escritora, madre, hermana… A los 33 años, una consulta médica cambió su vida para siempre. “Tenés cáncer de mama”, reveló el estudio. Publicó su segundo libro, Mi querida amiga.

18/01/2021 17:00

Con un estilo directo y sincero, empezó a escribirle a Noe, también paciente oncológica. Dejando de lado los tecnicismos –para eso están los especialistas, reflexiona la autora española–, y con una lectura que atrapa, habla de la etapa dura del cáncer, de la que poco se dice.

¿POR QUÉ UN SEGUNDO LIBRO SOBRE EL CÁNCER? ¿TE HABÍAN QUEDADO COSAS AFUERA?

Mi querida amiga es fruto de una promesa a Noe. Recuerdo el día que me dijo que le habían dado el diagnóstico. Yo ya había finalizado el tratamiento y estaba a la espera de la reconstrucción mamaria tras la mastectomía. Ella me hizo miles de preguntas acerca de la quimioterapia, la radioterapia, qué sentiría después, cómo podía cuidarse. Intentaba retener toda la información que le estaba dando, pero era demasiada. Fue entonces cuando le hice una promesa: dedicarle un libro con mi experiencia. Una guía que estuviese junto a ella, no como autoayuda, sino como una amiga.

D.R.D.R.
D.R.D.R.

¿DE QUÉ SE TRATA EL ANTERIOR?
Cáncer: contigo puedo es una biografía novelada en el que no sólo hablo sobre la dolencia, sino también abordo hechos que han ocurrido en mi vida desde la resiliencia, como la muerte de mis padres y hermana en un accidente.

MENCIONAS LA IMPORTANCIA DE “APRENDER A DECIR NO”. ¿TUVISTE QUE NEGARTE MUCHAS VECES?
Sí, me gusta llamarlo así, es la asertividad, un término en psicología que aprendí mientras me enfrentaba a la enfermedad. Se trata de ser consecuente con lo que pensamos. De lo contrario, nos sentimos mal porque no hemos actuado como queríamos. Para mí, el equilibrio emocional es la base de la felicidad y para ello es necesario cuidarnos y estar orgullosos de nosotros. He dicho pocas veces “no”, pero me he sentido bien conmigo misma al decirlo, Mis principios y valores están por encima de cualquier oferta, por suculenta que sea.

¿POR QUÉ LO RECOMENDAS?
Decir “no” consciente y decir “sí” consecuente, sin que lo uno ni lo otro dependan de la felicidad o interés ajeno, sino del nuestro. Hay que aprender a quererse.

SABER Y PERMITIRNOS ESTAR TRISTES, ES OTRA IDEA QUE RONDA TAMBIÉN…
Se ha difundido mucho el pensamiento positivo, las frases optimistas que nos animan a tirar hacia adelante. ¿Y qué hay de las emociones negativas? También forman parte de nuestro crecimiento personal. Yo soy una versión mejorada de mí misma a consecuencia de las experiencias vitales y de cómo me he enfrentado a ellas.

¿POR EJEMPLO?
La resiliencia, que es el aprendizaje en positivo que hacemos al enfrentarnos a experiencias traumáticas; es una palabra que llevo tatuada en la piel y en el alma.

¿TE PERMITÍAS ESTAR TRISTE ANTES? ¿Y AHORA?
Cuando me dieron el resultado entré en shock. Es la primera fase cuando nos enfrentamos a una noticia traumática. Lo he vivido en diferentes momentos de mi vida. Negación, ira y aceptación. El abc de las fases de un duelo, de una separación. Los primeros días solo quería llorar. Escribí una carta a mi hija en la que le contaba sin tapujos cómo me sentía. Le dije que las “fuertes también lloramos”. Creo que es positivo no ocultarlo. Somos la “generación tirita”, tenemos un remedio para todo, nos avanzamos al dolor incluso antes de que duela. Quizá deberíamos dejar que fluyera.

CONTAS QUE TU MÉDICA TE HABLO DE CUIDARTE Y SE REFERÍA A LAS EMOCIONES. ¿EMPEZASTE A HACER TERAPIA? ¿EN QUÉ TE AYUDO?

La figura del psico-oncólogo es vital para la recuperación emocional. En el libro lo denomino “el cáncer psicológico”, que puede durar incluso más que el físico si no nos ponemos en manos de profesionales. Se trata de la ansiedad y la depresión conocida como distrés. Recuerdo que mi oncóloga me preguntó si me cuidaba. Le dije que sí, que hacía ejercicio, cuidaba mi alimentación. Ella me corrigió: “me refería a tus emociones”.

ES DECIR, EL DESGASTE…
Las secuelas psicológicas aparecen después, cuando nos dan el alta. En ese momento podemos digerir lo que hemos vivido, porque antes no teníamos ni tiempo ni fuerza. Estábamos subidas en una rueda que no nos permitía pensar sobre lo que estábamos viviendo.

OTRO ASPECTO LLAMATIVO ES QUE DAS “RECETAS” CASERAS…
La idea es que cualquier persona pueda cuidarse con ingredientes simples. Cuando pregunté por las cremas faciales aluciné. Eran muy caras. Busqué otras opciones que cuidaran mi piel sin alterarla. Hice mis propias mascarillas de manteca de karité y lavanda, las infusiones y tónicos a base de tomillo, remedio para los hongos y el cuidado de mis defensas.

¿CÓMO FUE FILMAR UN CORTO (PRINCESA MASTECTOMÍA) PARA CONCIENTIZAR?
Fue espontáneo. Descubrí que la sociedad no estaba preparada para ver un pecho tras una mastectomía.

¿POR QUÉ ELEGISTE AL ACTOR SERGI LOPEZ?
Escribí el guión y le envié la propuesta. Me dijo: “¿no has encontrado a alguien mejor para el papel masculino?”. Fue divertido. Quería representar a alguien normal, como yo. Cuando lo ven no se fijan en que me falta un pecho, sino en la actitud, la que nos hace únicas.

¿QUÉ ENSEÑANZA TE DEJA LO QUE PASASTE?
Aprendí a vivir intensamente, a hacer planes a corto y a mediano plazo y a no perderme nada. Me cuido y mucho. Me quiero y mucho. Les regalo lo mejor que tengo a mis seres queridos: mi tiempo.

¿SENTÍS QUE AYUDAS A LA GENTE QUE TRANSITA POR CAMINOS SIMILARES A LOS TUYOS?
La primera fue la respuesta de mi amiga Noe. Para mí era muy importante que supiera que estaba a su lado. Las pacientes que pasamos por este trance no necesitamos palabras vacías, sino compañía.