Un listado sobre las dificultades que llegan al consultorio. Son las más comunes pero poco se habla de ellas. ¿Te pasa? No te preocupes, tienen solución.
“No creo que haya tantos mitos y falsas creencias como sobre la sexualidad”, reflexiona el psiquiatra y sexólogo Walter Gedhin. Se imprimen en el imaginario social como verdades, limitan la vida sexual, no se cuestionan. “En cambio, cuestionarlos es iniciar un cambio favorable, romper con los mitos es entregarse a una sexualidad más verdadera, plena, libre y por sobre todo singular”, revela Gedhin. Tomá nota de los 6 mitos o creencias sexuales que describe el especialista:
1-El hombre debe estar siempre preparado
Esta es una construcción mental que sostiene a una de las reglas más rígidas del género masculino: la potencia sexual. La virilidad es vivida como un atributo que se debe sostener gracias a la potencia, la capacidad para complacer, la jactancia entre varones, lo cual además de ser una regla promueve la dominación masculina por sobre el género femenino. Es un peso enorme para los hombres ya que supone que siempre deben estar preparados para el sexo.
2-El hombre es activo, la mujer pasiva
Otra falacia que surge del modelo patriarcal y heteronormativo, lo cual sostiene que el hombre es el que debe “someter” a la mujer, quien se debe comportar dócil y bien dispuesta cuando él lo decida. Este modelo desigual también se expande a los modelos de contacto homosexual, quienes todavía siguen armando perfiles donde se coloca el tipo de rol sexual preferido (activo, pasivo, versátil).
3-La mujer tiene menos deseo que el hombre
Las reglas culturales y sociales todavía ven con ojos críticos cuando la mujer expresa y despliega libremente su deseo sexual, cosa que no ocurre cuando un hombre lo hace. La mujer puede tener la misma intensidad de deseo que el hombre, solo que no es tan lineal como en los varones, precisan de un juego previo más rico y prolongado para que vaya aumentando la intensidad.
4-Si el hombre no se excita “no funciona bien”
Es frecuente que el hombre no se excite porque no tiene suficiente deseo, o si lo tiene, está tan preocupado “por cumplir” que no se conecta con su sentir ni se relaja. Es fundamental que deje de pensar en el coito y en su performance sexual y se entregue al placer.
5-El hombre no debe decir nunca que “no” al sexo
Este es otro problema que pone en evidencia como se construye desde muy niños la masculinidad. La educación sexual integral es muy importante para derribar estos mitos que pesan sobre los cuerpos y emociones de hombres y de mujeres. Un hombre si no tiene ganas puede decir no al encuentro, incluso a la atracción sexual. Las personas asexuales nos enseñan que puede faltar el foco de atracción pero existen otros motivos para sentirse bien con el otro, ejemplo: el romanticismo, la comunicación, la inteligencia.
6-La vida sexual de la mujer termina con la menopausia
Esto es otro error que escuchamos con mucha frecuencia. Justamente este período en la vida de la mujer es de redescubrimiento de su cuerpo y la sexualidad. Ya no hay temores de quedar embarazada; los hijos son independientes, y existen ganas de disfrutar de la vida con más libertad. Tanto mujeres en pareja, separadas, solas, encuentran en esta etapa un espacio de satisfacción y de oportunidad para seguir su desarrollo. El aumento de la expectativa de vida, las redes sociales, el espíritu joven para seguir avanzando con actividades, el recupero de vínculos, de ex novios o de animarse a una nueva pareja, alientan a aventurarse sin olvidar la experiencia de vida que han sembrado.