Historias y claves detrás de TikTok: la red que se volvió esencial en la pandemia

Historias y claves detrás de TikTok: la red que se volvió esencial en la pandemia

Quiénes son las TikTokers más seguidas en Argentina. Por qué se encuentra refugio, diversión y negocio en el último boom entre las plataformas.

26/08/2020 16:02

Quizás el crecimiento exponencial de TikTok durante la pandemia se puede explicar con esa necesidad de, simplemente, estar. Porque la plataforma de videos cortos, que antes de 2018 se llamaba Musically y hasta el año pasado sólo era popular entre la generación sub 20, es parte de los hitos de este nuevo tiempo.

Tal vez la clave la tenga el escritor Juan Solá. Desde Resistencia, Chaco, a fines de junio, publicó en su Instagram un meme que servía como lectura poética sobre la etapa de aislamiento. “No quiero hablar. Sólo quiero estar. Y la distancia no permite estar”, decía la supuesta captura de un chat.

¿Acaso TikTok es más parecida a estar que a hablar? Lo que si se sabe es que esta app de origen chino, famosa por su lenguaje audiovisual editado en 15 segundos, creció un billón de veces más rápido que otras redes sociales este año.

Aunque no brindan cifras oficiales, se estima que en julio ya alcanzaba los mil millones de usuarios activos (y más del doble de descargas en las tiendas digitales de IOS y Android). Si se compara el desarrollo desde su lanzamiento, Instagram tardó el doble en llegar a esas cantidades.

Para la misma época, la consultora DDB difundió una encuesta sobre “hábitos en la nueva normalidad”. En Argentina, el 64% lo que más extrañaba era “el contacto social”. Estar, con otras y otros.

¿Es TikTok un placebo para aliviar la distancia? Reír, jugar, bailar, compartir. Comentar con ironía o imitar lo que dijo un panelista o dirigente. Recordar la frase clásica de aquella película, sugerir una receta o explicar cómo armar un soporte para el celular con broches de ropa. Tener un código común. Ser cómplices. Tararear la misma musiquita. Todas interacciones que suceden en TikTok, casi como si pudieran simular la espontaneidad. Porque todo eso podría pasar en la sobremesa de un domingo entre familias o en la reunión de chicas de los jueves a la noche.

¿Quién no intentó acaso volver a bailar “Baby One More Time” o “La Cobra” en una juntada con amigas entre carcajadas y copas? ¿Quién no mira alguna vez las kermeses televisivas de Guido Kaczka o Marley con ganas de desafiar a su pareja?

El clip de “Lo que tengo yo”, producido por Lali en plena pandemia, no está lejos de lo que sucedería en un atardecer de risas entre amigas o lo que se encuentra al entrar a TikTok mirando el feed conocido como #ParaTi. Ese enganche directo con la plataforma surge, entre los testimonios, como el primer atractivo. El misterio del algoritmo, lo segundo. Y tercero, aunque no último, las facilidades para crear contenido ingenioso.

DEDICACIÓN COMPLETA: MAGA CASTAGNO

“En esta app no buscás. No hace falta explorar. Los videos aparecen. Están ahí. El algoritmo funciona distinto al de otras redes. Tiene más viralidad. Mi primer impacto fue lograr un millón de vistas en un solo día. Un alcance que en YouTube me podría costar un mes.” La que explica esto es Magalí Castagno, creadora de @ABailarConMaga y una de las tiktokers más populares de Argentina. Con más de 5.8 millones de seguidores, su usuario duplica en fans a la cantante inglesa Dua Lipa y compite de cerca con el perfil de Tini Stoessel.

Su proyecto nació en YouTube hace 5 años. Con el sueño de conducir un programa de baile, más su experiencia y el diploma de licenciada en producción de medios, había presentado proyectos en canales de televisión. Tras repetidas negativas, invirtió sus ahorros y se metió en la autogestión. Ganó.

Por su trabajo en las redes, Maga ya grabó con Margot Robbie a principios de año, siendo invitada al estreno mundial de Aves de Presa. El baile es su sello personal. Pero en esta app amplió los géneros: hace comedia, juegos (que pueden generar 50 mil comentarios) y hasta el clásico unboxing. Sí, el fenómeno de abrir paquetes también hizo el crossover. Los chicos de 12 los miraban en YouTube. Los de hoy, a los 6, lo hacen TikTok.

“Dupliqué la cantidad de seguidores en la primera mitad del 2020. No lo asocio sólo a la pandemia. No hay magia. Es trabajo”, analiza. “Miro dos horas por día y tomo apuntes. Hago entre tres y cinco videos diarios. Con el tiempo de maquillaje, iluminación, edición y audio, cada uno puede tener desde treinta minutos hasta seis horas de producción.”

La gran mayoría de los videos los realiza íntegramente desde su celular. Aunque copiar forma parte del juego de TikTok, Maga desarrolla contenido original. Como funciona bien, marcas y artistas la contratan para estar en sus videos. Puede ser una golosina, un kit para customizar prendas o un desafío (challenge o dueto en la jerga) que viralice la última canción de Sebastián Yatra por encargo de la discográfica. Y le pagan. En Argentina, TikTok aún no monetiza por visualizaciones ni tiene anuncios.

El equipo de Maga es familiar, con hermana, novio y abuela. A pesar del prejuicio, abundan las creadoras adultas mayores, como Tita o @nancyroqueta. “No es sólo para adolescentes. Eso piensan los que no la usan –sostiene–. Hay muchas familias que hacen sketches, doblajes y bailes. Incluso hay médicos, sean odontólogos o nutricionistas, que aprovechan la tendencia para difundir sobre salud.”

REVELACIÓN PERSONAL: CELES SALAS

D.R.D.R.

“Grabo con mi familia y hay millones de videos compartidos así. Creo que une generaciones. Me ayudan mi mamá o mi papá. También el gato. Es muy divertido. No hay edades ni habilidades especiales necesarias”, comenta Celeste. Por eso, madres e hijas se engan chan tanto en TikTok con el chiste de comparar cómo se bailaba en 1990 y cómo se mueven las adolescentes de este 2020.


Celeste es @CelesSalas. Su bio es concreta: “Subo boludeces a todas las redes”. Pero no siempre tuvo esa seguridad. “Desde chiquita fui fan de YouTube y los personajes de esa plataforma. Aunque era muy vergonzosa. Editaba los videos y después los borraba. Estudié piano. Me la pasaba encerrada y cantando a solas por mi timidez”, recuerda.

Cuesta imaginar con pudor a la rubia de 17 años con más de 4.6 millones de seguidores. Desde este año tiene representante. Pero para ella (que ahora sin tabúes comparte comedia y reflexiones desde todos los rincones de su casa incluido el techo de tejas) crear videos “no es un trabajo”.

“No tengo una rutina. Grabo cuando tengo el humor para hacerlo. Así lo disfruto. Si me sintiera obligada a hacer los videos se volvería muy denso”, explica. Y aclara que se vinculó a una agencia para que la ayuden “a protegerse de posibles hackeos y a desarrollar la parte artística con la música”. Mientras, con el humor le va genial en TikTok. Y además pudo superar, y ya no le importa, el miedo al qué dirán.

“Recomiendo grabar cualquier cosa que se les ocurra y sin vergüenza. Las críticas y las burlas están siempre. Al principio te afectan. Hasta que entendés que van a seguir comentando, sin importar lo que hagas. En mi caso hice un click –recuerda–. Ahora me muestro cómo soy, sin filtros y eso conecta con los demás. Es una locura saber que con un video estás provocando una sonrisa. Me encanta hacer reír a la gente.” –

¿POR QUÉ ES FUROR TIKTOK?

Según Carolina Duek, “no hay certezas”. “Son sólo hipótesis. Antes de la pandemia ya era muy utilizada por adolescentes y jóvenes, hasta promediando los 20 años. Es un espacio de creación que, en el tiempo de confinamiento, se volvió interesante por el intercambio al que invita. Por ejemplo, con los challenges. Pero no hablaría de fenómeno”, analiza como doctora en Ciencias Sociales y autora de “Juegos, juguetes y nuevas tecnologías” (Capital Intelectual).

Como especialista, Duek agrega y reflexiona: “La propuesta de TikTok funcionó muy bien en los últimos meses, en mi opinión, por un doble estímulo. Primero, porque los medios masivos muestran los contenidos de la app (como cada baile que se vuelve el auge del momento). Segundo, porque muchos chicos, estando todos en casa, les recomendaron a los adultos que accedan a esta red.”

¿CÓMO ACOMPAÑAR Y FILTRAR PARA CUIDAR A LOS CHICOS Y LAS CHICAS EN TIKTOK?

Por su fácil interfaz, en TikTok se comienza a crear y consumir a edades muy tempranas. Desde la voz oficial de la app hablan de adolescentes a partir de 13 años. Pero la experiencia demuestra que los más chiquititos la usan.

Mientras, las noticias sobre riesgos de grooming o de phising abundan. Aunque el delito puede encontrar grietas, como todas las redes, esta también tiene recursos de seguridad y filtros disponibles.

Entre las configuraciones de Family Pairing en TikTok están la “Gestión de tiempo”, para limitar los minutos en la app, y el ”Modo de uso restringido“, donde se pueden seleccionar cuentas o tipo de contenidos permitidos. Los mensajes directos no están habilitados en usuarios menores de 16 años. Y en cualquiera se pueden bloquear. Igual, según los especialistas, el mejor cuidado es la compañía.