Es un trabajo que nos ocupa día y noche y cuyos resultados recién se ven en años. Consejos de crianza para un balance positivo. ¿Los ingredientes? Más empatía, menos sermones.
Aprendiste a hacer la chocotorta perfecta pero tus hijos comen poca fruta. Intentás ser comprensiva pero ante su indiferencia sale tu lado oscuro y te ponés amenazante. ¡Lo ayudaste con las tareas de inglés! pero se te hizo tarde para bañarlo y preparar la cena. Tu hija odia ir a cumpleaños en peloteros y tu psicóloga no sabe qué decir cuando le preguntás si tendrá que ir al psicólogo. Te armó un berrinche en el restaurante y te arrepentiste de no haber hecho un escándalo a cambio de la paz social.
Las mujeres con hijos de hoy día ni siquiera pueden apelar a la fórmula según la cual fueron criadas, ya que esa receta parece más obsoleta que un celular sin 3G. Viven rodeadas de información, pero, ¿no hay demasiada? En la búsqueda de modelos con contenidos propios, la psicóloga y psicopedagoga Alejandra Libenson tira algunas pistas. Es especialista en educación y vínculos. Escribó Criando hijos, creando personas y Los nuevos padres (ambos por Aguilar) y realiza talleres para familias.
ELLE ¿DE QUÉ DEPENDE LA DIFERENCIA?
ALEJANDRA LIBENSON Pensémoslo desde una escena: la mujer llega tarde del trabajo, cansada, y no puede prestarle la atención que quisiera. Al día siguiente sale con su hijo, pasa frente a la juguetería y él pide algo. La “mamá buena” se lo compra sin pensar, porque siente culpa. Así, el chico aprende a tener un poder del que luego no sabe hacerse cargo. Además, puede que después salga de casa y le cueste aceptar que no es el único ni puede tener todo ya. La buena madre, en cambio, no da cada cosa que le piden y los ayuda a tolerar la frustración.
ELLE ¿POR QUÉ LOS CHICOS SIEMPRE QUIEREN MÁS?
A.L. Son puro deseo. Es parte de su estructura psíquica curiosear, investigar. Pero el deseo no tiene objeto, se traslada. Entonces, apenas obtienen lo que quieren piden otra cosa. Darles todo anula su posibilidad de desear. Pueden guardar diez mil juguetes y no jugar con nada; suelen aburrirse, ser intolerantes. Hacen berrinches y cuando no se les presta atención no lo soportan porque no tuvieron la oportunidad de aprender a esperar.
ELLE MUCHAS VECES LAS MAMÁS BUENAS HACEMOS BERRINCHES. AGUANTAMOS, AGUANTAMOS Y EXPLOTAMOS. ¿CÓMO NOS VEN ELLOS?
A.L. Si te ven desbordada, se desbordan porque ellos más que escucharnos, nos miran. Si te ven sacada, sienten que pueden hacer lo que quieren. Pierden el rumbo y se encuentran desamparados, se portan mal para mostrar su angustia. Si te ven transmitir un mensaje desde la tranquilidad, por más que los enoje lo van a aceptar mejor. Para poder educar a mi hijo me tengo que autoeducar.
ELLE ¿Y CUÁL ES LA MEJOR FORMA DE HACERLO?
A.L. Desde la calma. La vida tiene que estar llena de muchos “sí” y reservar los “no” para cuando sean necesarios, esto hace más fácil sostenerlos. La “mamá buena” siente que lo hace sufrir. En cambio, una buena madre se banca si el nene se enoja y tiene claro cuándo ponerlos. Nunca hay que rotularlos “sos caprichoso”, “sos malo”. Si tira un vaso de leche le digo: “Esto no me gustó”, subrayar su acción no es lo mismo que decirle “no me gustás”.
ELLE PEDIRLE AL CHICO QUE SE ALEJE PARA PENSAR SE HABÍA PUESTO DE MODA. ¿SIRVE?
A.L. Me parece que no, como tampoco sirve castigarlos. Mejor le digo: “Como vos ensuciaste, vamos a buscar un trapo y me ayudás a limpiar”. Así, se va a dar cuenta de que a la mamá no le gustó lo que hizo y él debe hacer algo. Si no quiere, no lo vas a obligar. Funcionaría más plantearle: “Mamá está tan triste que iba a llevarte a la plaza y ahora no tiene ganas”. Hay una consecuencia. El chico percibe que algo pierde, se da cuenta de que se mandó la macana.
ELLE ¿QUÉ CAMBIAMOS LAS MAMÁS DE HOY EN RELACIÓN CON NUESTRAS MADRES?
A.L. Hoy tienen la posibilidad de reinventarse y de encontrar su modelo. Lo que necesitan son espacios para hablar, sea con el pediatra, con una amiga, en las consultas de crianza… Algo bueno es que se dan la posibilidad de reparar, de pedir perdón si no estuvieron bien… Eso es interesante porque a los chicos les baja la autoexigencia y les permite equivocarse.
ELLE ¿POR QUÉ ES POLÉMICO EL GRUPO DE WHATSAPP DEL COLE?
A.L. Lo ideal es que funcionen como contención y no de quejas porque fulanita le sacó la cartuchera a mi hija. Esta crianza tecnológica tiene que hacernos sentir acompañadas y no más cuestionadas. Los grupos deberían ser para decir “no vayas a esta médica que me maltrató” o “qué hago para que mi hijo quiera comer zanahoria”.
ELLE ¿LOS ROLES “PAPÁ RIGUROSO” Y “MAMÁ COMPRENSIVA” ESTÁN EN EXTINCIÓN?
A.L. Desaparece la idea de que el hombre pone la ley y la mujer protege a sus hijos. Por eso hoy hablamos de funciones materna y paterna que no tienen que ver con el género sino con el lugar que ocupan y con sus capacidades para afrontar la responsabilidad de ser padres.
ELLE Y LA MADRE SEPARADA, ¿CÓMO LO LOGRA EL EQUILIBRIO EN LA CRIANZA?
A.L. Esto no es nuevo: si no hay respeto y acuerdos a la hora de tomar decisiones, al chico se le quiebra la cabeza. Si vive ante arbitrariedades y doble discurso, va a crecer inseguro, no va a saber bien qué se espera de él. Cuanto más separados están como pareja, más unidos tienen que estar como padres. Igual, nunca hay que olvidar que cada familia tiene su mundo y su historia, y que cada hijo es único e irrepetible.