Moda
Tres firmas argentinas y un libro de moda aportan compromiso y conciencia en el mundo del diseño. Aquí las pruebas de que un mundo mejor es posible (y necesario).
Sabemos que es urgente pisar el freno y consumir a conciencia. Hemos repetido hasta el hartazgo que la industria de la moda es la segunda más contaminante y las montañas de ropa en forma de deshecho ya no pueden resultar indiferentes a nadie. Muchos parecen haber despertado y eso nos anima. Si bien hace algunos años el cambio de hábito comenzó a gestarse, falta camino por recorrer. La buena noticia es que hasta las marcas de lujo parecen haber escuchado las plegarias (las colecciones cápsula de algunas firmas como Miu Miu son al menos un buen intento).
En Argentina, no solo el talento en el diseño es nuestro caballito de batalla. Hay firmas cuya preocupación genuina se ve reflejada en sus creaciones y en su manera de hacer las cosas. (Aunque algunas marcas todavía sigan produciendo de manera obscenamente masiva fingiendo que el problema no existe).
Como un acto de supervivencia y para sentir que muchos van por el camino correcto, nos enfocamos hoy en algunas firmas locales que producen diferentes productos en sintonía con el cuidado del medio ambiente.
Y, para darle un empujoncito a quienes todavía piensen que no pueden cambiar las cosas, recurrimos a la joyita literaria que se convirtió en nuestra nueva obsesión: “Maldita moda” el libro de la diseñadora y escritora Paola Cirelli que afirma: “Creo que hacer algo es siempre mejor que nada”. AMÉN.
1*Home & Deco
La firma especialista en productos para el hogar, Arredo, reabrió las puertas de su tienda en el Shopping Unicenter, con un espacio de 200 m². La propuesta ofrece una experiencia de compra apoyada en la tecnología y centrada en la inclusión y la sostenibilidad.
Una tienda con diseño accesible
El diseño del nuevo local elimina barreras arquitectónicas, garantizando una infraestructura accesible. Tiene amplios pasillos y puntos de giro, mostradores a la altura adecuada, un diseño accesible del mobiliario y señalización podotáctil en el ingreso. (Para este diseño se contó con el asesoramiento de especialistas en arquitectura accesible de la asociación civil ALPI).
Además, se trabajó en la reducción de estímulos y la capacitación del personal de la tienda con el objetivo de eliminar barreras para la atención de personas con trastorno del espectro autista (TEA). Se han establecido días y horarios con luz más tenue, música reducida o sin música y apagado del aroma de los perfumeros: martes de 10 a 13 hs. y domingos de 10 a 13 hs. Para lograrlo, se trabajó con el asesoramiento y certificación de procesos de APADEA (Asociación Argentina de Padres de Autistas).
Estas acciones se suman a otras también inclusivas: para estas fiestas una cápsula de productos de cerámica compuesta por sets de posavasos, portavelas, servilleteros, bandejas y bowls y más.
Esta línea fue desarrollada en conjunto con la Fundación Los Naranjos, una organización que fomenta la inclusión de jóvenes en situación de vulnerabilidad a través de la enseñanza del oficio de la alfarería. En línea con su política de reutilización, esta colección también incluye adornos creados a partir de retazos de telas de diferentes texturas y tonos.
(Hablando de inclusión: en la empresa el porcentaje de colaboradoras mujeres es del 60% en argentina y 81 % en Uruguay. También valora la diversidad generacional en su equipo de trabajo. La compañía cuenta con colaboradores de entre 60 y 65 años, e incluso mayores de 65).
Criterios sustentables
La sustentabilidad es un pilar del nuevo espacio. Las placas que revisten algunas de las paredes están fabricadas a partir de residuos textiles de la marca. Además, la compañía cuenta con una línea de productos realizada a partir de estos residuos textiles. ¿El objetivo? Descarte cero.
Una de las atracciones de la tienda es la instalación artística que se encuentra sobre la columna central. Esta obra está hecha con retazos de las telas que la marca utiliza para confeccionar sus productos, como símbolo del compromiso con el reciclado y la reutilización de los residuos textiles para reducir la contaminación ambiental.
2*Mai Solorzano, joyas: amor por el planeta
Mai comenzó en el mundo de la joyería en la universidad. Un poco como un hobby y otro poco pensando en una salida comercial. Hizo cursos y talleres hasta que la actividad comenzó a tomar un rumbo más serio. ¿Por qué joyas? “Desde niña me encantaba colgarme de todo, igual que ahora. Así que hago un poco para vender y otro poco para mí. La verdad es que me quedo con un montón de las cosas que hago”, confiesa.
¿Cómo se puede practicar la sustentabilidad en la joyería?
En joyería se usan químicos difíciles de reciclar pero que se pueden cambiar por sales que hacen el proceso más engorroso pero mucho menos contaminante.
También está bueno considerar el proceso de cada pieza y cuidarlo para que genere el menor desperdicio posible y utilice la menor cantidad de energía eléctrica y agua. Es importante elegir bien los materiales y reciclar siempre. Y diseñar piezas que nos duren toda la vida.
¿Qué materiales elegís para un proceso respetuoso con el medio ambiente?
Bronce y plata. Ambos son materiales reciclables 100%. No genero desperdicios porque si hay sobrante lo vuelvo a usar. No uso baños ni enchapados y en el proceso de producción uso sales en lugar de ácidos. También me aseguro de que los procesos sean simples: por ejemplo el transporte de insumos y materiales. El packaging es consecuente con esto. Mis diseños son atemporales, no son productos de moda de los que uno se pueda aburrir.
Comercio justo, ¿qué significa para vos?
Salir del sistema que exige crear una colección cada temporada y estar constantemente cambiando de objetos. Cada colección nace de un sentimiento, no de la presión por tener la última tendencia. El comercio justo para mí es pagar lo que corresponde a cada uno de los implicados en la producción. Apunto siempre a la sinceridad.
¿Por qué es tan importante realizar piezas atemporales?
Porque las modas pasajeras son una manera de acelerar el consumo. Estoy más interesada en hacer piezas que ayuden a expresar quienes somos, que hablen de nuestros intereses y gustos, que sean amuletos, tesoros y tengan una conexión emocional con quien la lleva.
3* Limay denim: una marca con propósito
La firma nació en 2018 buscando una puesta en valor del trabajo cooperativo y de la industria nacional. En ese momento, Mercedes Krom, su diseñadora, cuenta que buscaba difundir que en el circuito de las cooperativas de economías populares se podía hacer un producto de calidad competitivo en el mercado.
“Los procesos productivos en indumentaria suelen estar más ocultos por ser menos glamorosos y eso era lo que me interesaba visibilizar”, dice.
Luego iniciamos un camino de la sustentabilidad y aparte de producir de forma trazable, transparente y horizontal empezamos a preocuparnos por la ecología procesando nuestro descarte, ocupándonos del postconsumo de las prendas, haciendo acciones para que los clientes puedan darle más vida a su ropa de Limay.
¿Por qué es TAN urgente cambiar hábitos?
Porque hay un exceso de producto y producción en todas las áreas y no hay buena gestión de los descartes. Es de público conocimiento que indumentaria es una de las industrias más contaminantes del mundo y creemos que para existir tenemos que abarcar todas las patas de la sustentabilidad (social, ecológica y económica) siendo conscientes de con quien producimos, que materiales elegimos y qué pasa con nuestro producto y con el descarte del mismo.
¿Cuánto porcentaje de desperdicio es vuelto a reutilizar?
El 95% de nuestro descarte se vuelve a usar. Se distribuye entre cooperativas de reciclaje y emprendedores que usan el descarte para sus proyectos. Alrededor de 1 tonelada cada 8 meses es el descarte que logramos reciclar.
¿Cómo es el proceso para reducir el uso de agua?
No hacemos un uso excesivo pero sí nuestros proveedores, entonces priorizamos los lavaderos industriales que tienen maquinaria con tecnología de menor uso de agua, por ley también ellos hacen tratamiento de afluentes.
También entre nuestros proveedores de tela elegimos los que usan algodón agroecológico certificado y riego controlado. Atravesamos este último año el proceso de recopilar de todos nuestros proveedores las certificaciones que avalan sus prácticas para tener certeza de que sucede.
¿Está cambiando la forma de consumir o aún nos falta tomar consciencia?
Para mi faltan políticas públicas, acceso a la información, y propuestas privadas innovadoras, pero a la vez comerciales. Siempre digo que no todo el mundo deconstruye sus consumos de la misma forma, quizá hay gente que le pasa primero con sus consumos de ropa, de comida, de su descarte, mientras cada persona haga su camino me parece más que suficiente.
¿Qué mensaje dejarías a las personas que consumen compulsivamente?
Que no juzgo a nadie, y entiendo que el mundo es muy demandante. A veces es difícil correrse de la presión externa de lo que “se usa” y muchas cosas están armadas para consumir de forma desmedida sin que siquiera una persona pueda frenar a pensar si necesita o no algo. Pero que bajar un cambio es sano y realmente el mundo necesita usar más de lo que ya hay, comprar conscientemente las cosas nuevas que necesitamos y pensar de dónde viene eso.
4* Paola Cirelli: la importancia de su voz
Tu mayor aporte a la sustentabilidad:
Colaboro con clientes desarrollando proyectos sostenibles hace 17 años. En 2008 comencé como profesora en la UBA en donde transmito mis conocimientos de moda, incluso sus aspectos más oscuros.
En esos primeros pasos impartía clases en la materia Técnicas de Producción de Indumentaria, mientras realizaba un trabajo de campo exhaustivo, porque estaba además produciendo colecciones. Visitaba talleres, documentaba con fotos, mostraba procesos de producción y explicaba la diferencia en el costo de un minuto de trabajo entre un taller legal y uno clandestino.
Los primeros años fueron difíciles y, en ocasiones, frustrantes: pocas personas (si no ninguna) estaban dispuestas a escuchar. A pesar de ello, lo asumí como una misión de vida y persistí, confiando en que el tiempo me daría la razón. Hoy en día, mi mensaje ha llegado mucho más lejos: sigo dando clases, charlas, y a través de mi podcast, mi voz resuena en más de 56 países.
Considero que este es mi gran legado: expandir el mensaje de que “Otra moda es posible”, mantenerme fiel a mis principios y valores, y demostrar que la perseverancia puede transformar el impacto de una idea en algo significativo, una moda sana para un mundo MEJOR.
¿Cuál es el objetivo de este libro?
Entregar herramientas para crear marcas de indumentaria y moda sostenibles, conectando el branding, el diseño y el marketing, a través de un método llamado Sewing que he desarrollado en todos estos años de trabajo y docencia. Mi intención es acercar el desarrollo de una marca de moda de manera simple y con acciones que puedas hacer y que impacten en tu proyecto.
Trasmito mi experiencia de haber trabajado tanto en el mercado argentino como español. Y compartir mi misión: Inspirar a las personas a encontrar en la otra moda un medio a través del cual cambiamos el mundo.
¿Por qué te obsesiona crear consciencia?
Necesitamos despertar, des-cubrir lo que se nos oculta, dejar de tragarnos mentiras. Es momento de salir de la burbuja de consumo que nos ofrece un teléfono y observar la sociedad que estamos construyendo.
Una sociedad que intenta llenar vacíos con productos efímeros, que apenas se usan, motivada por un placer instantáneo y una foto para las redes sociales. Mientras tanto, hay personas que literalmente están muriendo porque la industria de la moda no tiene reparos en sus vidas. Esto no solo es cruel, sino injusto. ¿Podrías comprar un producto sabiendo que está impregnado de dolor, sufrimiento, muerte y trabajo esclavo, muchas veces de niños?
Crear conciencia es clave para que las personas comprendan la inmensa responsabilidad y el poder que tienen sus decisiones diarias. Si comenzamos a apoyar marcas emprendedoras, conscientes, de kilómetro cero, en las que sabemos quién está detrás, podemos transformar la economía. Recordemos que pasó a partir del 2001 en la Argentina, de pronto surgió una economía local potente que poco a poco nos ayudó a reconstruirnos.
¿Qué propone "Maldita Moda Club"?
Expandir el mensaje de que otra moda es posible. Encontré en el pódcast un medio innovador, directo y efectivo para compartir todo lo que había investigado.
Desde que conocí a la Cooperativa La Alameda en 2008, sentí la necesidad urgente de mostrarle al mundo la crueldad de la industria de la moda: una maquinaria que esclaviza y, en muchos casos, mata personas. Me llena de enojo la indiferencia, la falta de independencia en el periodismo y la opacidad de un sistema diseñado para beneficiar a unos pocos, mientras perpetúa el sufrimiento de muchos.
El pódcast que nación en abril del 2019, me permitió romper fronteras, debatir y aprender entre personas con intereses comunes y el deseo de hacer las cosas de otra manera. En el club, somos personas de diferentes países que nos reunimos para conversar. Es un intercambio enriquecedor.
Estamos viendo un cambio respecto de las marcas de moda, incluso las de lujo...
La sostenibilidad al 100% no existe porque cada acción deja huella en nuestro planeta y en las personas. Creo que más que hablar de utopías podemos hablar de que todos este planeta somos responsables de lo que vivimos. Necesitamos más periodismo independiente, por ejemplo esta nota, creo que es maravilloso que una revista de moda como ELLE abra un tema que no es común.
¿Cómo definís “moda sana”?
Las invito a leer el Decálogo del buen diseño de moda que escribí para el libro. El diseño entra a la moda para transformarla y es crucial entender esta transformación. Ha dejado de ser solo estético y aspiracional para hablar en código de funcionalidad, estético, técnico, sostenible y todo lo que conlleva diseñar. El diseño da servicio a la sociedad.
¿Qué fue lo que te impactó para dedicarte a la sostenibilidad?
La injusticia, la desigualdad social, las personas invisibilizadas en la industria, los maltratos físicos y psicológicos que sufren no solo las personas en producción sino en las marcas de indumentaria, a las diseñadoras se las trata fatal. En Argentina y en España. Cuando en el 2008 conocí la Alameda supe que no sería parte de una industria tan cruel, que haría algo por cambiar. Es muy importante inspirar el cambio.
El libro Maldita Moda, cómo crear una marca de moda sostenible y revolucionar el mundo, llega a la Argentina de la mano de la editorial Nobuko. El libro ya tiene dos ediciones en Barcelona, y me hace muy feliz poder compartir en mi país, mi recorrido y conocimientos. La charla del libro será el 21 de diciembre a las 16:30 hs, en el Museo Histórico Nacional sede Chile 832 (ex Museo de la Historia del Traje). No necesita inscripción.