Accesorios
Con impronta local, y el ojo entrenado de su creadora, esta firma que tiene apenas un año, evoca lo antiguo y el futuro en perfecta fusión. Descubrí Kursi, una de nuestras favoritas del momento.
Agustina Moras Mom tiene la sensibilidad propia de un artista. Su búsqueda de desconexión de la rutina la llevó a descubrir la joyería, pasión que la reconectó con su costado creativo y lúdico.
Con solo 26 años y formación en Diseño de Indumentaria y Producción de Moda, logró combinar sus amores en una firma de joyas de autor que no se parece a ninguna: un perfecto mix entre el pasado y el futuro que conserva la esencia de las piezas con sello propio. Tienen fuerza, la dosis justa entre minimalismo y maximalismo, y la originalidad que confirma que no todo está inventado.
Nos enamoramos de sus creaciones y esto nos contó.
¿Por qué joyas?
Empecé con la joyería en 2022 como un hobbie. Buscaba algo que me sacara de la rutina y me reconectara con mi lado creativo, que sentía haber dejado de lado hace tiempo.
La moda siempre fue una gran pasión, y estudiar esa carrera fue enriquecedor, pero al terminar la facultad me costó encontrar mi lugar en el rubro. Ningún trabajo lograba entusiasmarme del todo, lo que llegó a ser frustrante. Sin embargo, al conocer la joyería, descubrí sin buscarlo mi verdadera pasión, logrando fusionar las dos cosas que más amo.
¿Cómo definirías la marca?
Para mí, Kursi es una búsqueda constante. La concibo como un experimento donde puedo expresar mi visión del mundo y de la estética, sin imposiciones ni límites. Me gusta pensar en mis piezas como amuletos que luego acompañan a las personas en diferentes momentos de sus vidas. Pienso que cada pieza lleva consigo una historia que se completa al unirse con quien la elige.
¿Dónde encontrás inspiración?
En todo lo que me rodea. Siempre estoy observando y buscando cómo transformar esas ideas en mis diseños. Me inspiran diseñadores como Rick Owens y Margiela. La arquitectura, especialmente el brutalismo, la fotografía, la escultura, el arte en todas sus expresiones y las personas.
También me fascina la historia de la joyería, en particular la era de los egipcios. Me asombra cómo una civilización tan antigua fue capaz de crear piezas con herramientas tan avanzadas que, incluso hoy, sigue siendo un misterio cómo las elaboraban.
¿Buscás diferenciarte?
No intento diferenciarme ni compararme. Simplemente sigo mi instinto y diseño cosas que siento alineadas conmigo, piezas que sé que usaría. Me gusta mantenerme al tanto de las tendencias, pero siempre priorizo ser fiel a mi identidad. Busco crear piezas que perduren en el tiempo y puedan ser heredadas de generación en generación.
Los materiales son…
Trabajo principalmente con plata 925 y alpaca, y pronto voy a lanzar diseños en bronce. Según lo que requiera cada pieza, a veces trabajo directamente sobre el metal, mientras que en otras realizo el modelo en cera y luego se funden.
¿Qué te gustaría que pase con la marca?
Sueño con tener mi propio local, un espacio que también integre mi taller, donde pueda crear mis piezas y recibir a mis clientas. Para mí, el concepto de hogar es fundamental, y busco que mi taller sea ese refugio de tranquilidad donde pueda desconectarme y sentirme completamente a gusto.
Mi artista favorita es Rosalía, si me pongo a soñar, creo que el día en que ella lleve una joya de Kursi, voy a haber cumplido un deseo.
¿Cómo se desarrolló tu camino por lo visual?
Siempre me llamó la atención lo visual, pero fue en la facultad cuando realmente profundicé en ese mundo. Al estudiar moda, comencé a visitar museos y a aprender sobre arte, fotografía y otras disciplinas. Lo que me inspiró a plasmar esas influencias en Kursi.
Me fascinan las obras de Botticelli. Y entre los más contemporáneos, me gustan mucho Jean Arp y Rosario Zorraquín.
¿Tenés en vistas abrir un showroom?
Me encantaría tener mi propio local, o unirme a un 'concept store' que ofrezca ese espacio. Mientras tanto, creo que voy a seguir vendiendo de manera online hasta encontrar el lugar que más se identifique con Kursi.