4 colecciones argentinas para prestar atención

Vanesa Krongold

Su colección de Primavera-Verano se inspira en la belleza victoriana pero le da una vuelta deportiva. Las cinturas ceñidas se llevan con pantalones cortos y zapatillas, a la manera de un sport couture. Krongold partió de la idea de prendas-souvenir, objetos preciados que se llevan a donde uno vaya. Los géneros -brocatos, lycras, lúrex, encajes y gabardinas- están estampados o bordados a mano. Aparecen flores clásicas, flores digitales, como pixeladas, collages con reminiscencias ochentosas, paisajes apocalípticos y hasta perritos.

Es la línea de prêt-à-porter de Santiago Artemis, el enfant terrible de la moda argentina. Su primera colección tiene fuertes evocaciones de la moda de las estrellas pop de los años 60: colores pasteles, aire retro y detalles naifs se combinan en prendas con el sello sexi característico del diseñador. Hay jumpsuits elegantes, faldas tableadas, denim ochentoso y una línea de chaquetas de cuero con mega hombreras que ya tienen todas las celebrities.

Catalina Villarraza y Melina Karagozian crean para Bestia piezas que proponen libertad de movimiento, diseñadas para funcionar como herramientas de poder y amuletos. Las diseñadoras parten de tipologías sencillas que ciñen en cuerpo en puntos estratégicos con nudos, pinzas y cinturones. El oversize y el corrimiento del eje del cuerpo son apuestas fuertes que convierten a las prendas en básicos que le dan un upgrade de estilo a cualquier guardarropa.

La modelo Dafne Cejas y Iara Courbrant lanzaron Officine DI, su línea de trajes de baño y pijamas con veta sustentable, con la idea de minimizar el impacto de la industria de la moda sobre el medio ambiente. La primera colección, inspirada en los veranos de la Costa Amalfitana, está hecha con géneros extraídos de materiales reciclados del océano. Las piezas de lycra, además, tienen SPF 50.