En una carta abierta, más de cuarenta personalidades de la industria se comprometieron con la moda que está más en línea con las necesidades actuales de la sociedad, y es respetuosa con el medio ambiente. Un anuncio que mueve el avispero. Aquí las explicaciones.
En el corazón de la crisis de salud, parece imposible volver al mundo posterior al coronavirus. ¿Cómo volver a lo mismo cuando todo cambió?. En las últimas semanas, la moda cuestionó su futuro buscando adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad. En esta idea de renovación, unas cuarenta personalidades del mundo de la moda publicaron hace apenas unos días, una carta abierta en la que anunciaron una serie de novedades.
“Acordamos que la situación actual, aunque difícil, presenta una oportunidad para un cambio profundo que podría simplificar nuestras actividades y hacerlas más responsables. Tanto ambiental como socialmente”, explican. Entre los firmantes están: Dries Van Noten (impulsor de estas charlas vía zoom), Tory Burch , Thom Browne, Proenza Schouler, Mary Katrantzou , Marine Serre y Acne Studios.
Entre las preocupaciones planteadas está el tema ambiental. La segunda industria más contaminante del planeta, la moda, genera más de 1.200 millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año, según un informe de la Fundación Ellen MacArthur publicado en 2017. Lo que significa, que si nada cambia rápidamente, podría representar más de una cuarta parte de la huella de carbono para 2050.
Armados con este conocimiento, los firmantes se comprometieron a adoptar un enfoque más responsable desde la temporada otoño-invierno 2020-2021. ¿Cómo?
*Reducir las cantidades de materiales no utilizados.
*Dividir el número de viajes anuales.
*Adaptar los desfiles.
*Abordar períodos de ventas: crear un flujo de entregas equilibrado para reducir impactos no deseados.
Esto además le daría a los clientes un tiempo para desear novedades. Finalmente mover las ventas hacia el final de cada temporada para permitir que los artículos vivan más tiempo.
Siempre se realizarán descuentos. Pero sólo al final de cada temporada, es decir: 2 veces al año.
El otro punto importante es, el deseo de transformar el calendario de presentaciones y la comercialización de colecciones. Hoy en día, hay un retraso de seis meses entre la presentación de una línea durante un desfile y su venta. Sin embargo, durante varios años, esta organización fue tildada, tanto por las figuras de la industria como por los consumidores, por su ineficacia y la presión que ejerce sobre los directores artísticos.
Hace unos días, la diseñadora libanesa Elie Saab dijo que hay que considerar el ritmo de las colecciones como “inhumano”. “Trabajamos en varias colecciones al mismo tiempo, mecánicamente, sin realmente tener el tiempo para beneficiarnos de nuestro trabajo, que cada vez es menos apreciado. El calendario que seguimos es delirante y apenas nos da tiempo para recuperar el aliento. Incluso los clientes son bombardeados con noticias del mercado. El consumo de productos se ha vuelto irracional; es una carrera sin fin “, explicó.
Para cumplir con las expectativas de sus clientes y restablecer el significado de las presentaciones, los firmantes decidieron redefinir el calendario de marketing adaptándose a la estacionalidad. Las colecciones otoño-invierno se venderían entre finales de agosto y enero. Por su parte, las líneas primavera-verano estarían disponibles entre febrero y julio.
Esta no es la primera vez que esta organización es cuestionada. En febrero de 2016, la casa británica Burberry sorprendió al vender todas las piezas de su colección otoño-invierno 2016-2017 el día después del desfile. Fue seguida rápidamente por Tommy Hilfiger, Tom Ford, Alexander Wang y Ralph Lauren. En particular, estos últimos señalaron el retraso del calendario tradicional, que no se adapta a la era de la instantaneidad proporcionada por las redes sociales. Pero sobre todo, lo que deja tiempo para que algunas compañías de moda rápida ofrezcan piezas muy similares a las suyas.
Si los firmantes anunciaron que piensan en un nuevo funcionamiento de los desfiles y que los compromisos anunciados son prometedores, el momento del cambio real todavía parece estar lejos. ¿La cuestión? La ausencia de grandes grupos de lujo, sin los cuales la transformación global no podría tener lugar. Porque si esta carta abierta tiene más de 40 profesionales del sector (incluidos directores artísticos, compradores y CEO) está claro que estas son sólo marcas independientes.
Además, la Federación de Alta Costura y Moda, el Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA), la Cámara Nacional de la Moda Italiana y el Consejo de Moda Británica aún no hablaron sobre el tema. En medio de la crisis de Covid-19, este último demostró que sabían cómo renovarse cuando era necesario. Prueba de ello es la decisión del British Fashion Council de mantener su próxima Semana de la Moda masculina, programada para el 12 de junio, pero digitalmente y combinando las colecciones de hombres y mujeres. Es esencial mirar hacia el futuro. Y, aprovechar esta oportunidad para cambiar e innovar “, escribió Caroline Rush, directora de la institución, en un comunicado de prensa. Un discurso que podría adaptarse perfectamente a los compromisos asumidos por estas cuarenta personalidades.