Con motivo de su cumpleaños número 58 este abril, repasamos la evolución estilística del diseñador estadounidense adorado por todos. Desde joven nerd hasta rey de la moda parado sobre plataformas, Marc Jacobs acierta en cada ocasión.
Si tuviéramos que hacer un balance, parecería que Marc Jacobs tuvo una carrera perfecta. Casi sin parates, sin escándalo. Esto es raro en el mundo de la moda. Sin embargo, el diseñador que supo revolucionar la costura a su manera se abrió paso con mucha delicadeza.
Todo comenzó en la Gran Manzana para el diseñador que nació en el Upper West Side y descubrió su gusto por la costura y el tejido con su abuela, quien se encargó de su educación. Habilidades que le resultaron muy útiles cuando se matriculó en la High School of Art and Design y luego en la prestigiosa Parsons School of Design.
Cuenta la leyenda que durante su examen de fin de año presentó suéteres de gran tamaño completamente cubiertos de emoticones rosas. Con tan solo 20 años, Marc Jacobs ya tenía una identidad muy personal. Su ADN le abrió las puertas de la moda durante los próximos 40 años: punk, retro, atrevido y fluido de género.
Corría 1997 y el diseñador debía llevar adelante este imperio que fue perdiendo poco a poco su esplendor. Desde la primera colección, el joven de 34 años puso el mundo a sus pies gracias a un desfile en las antípodas de lo que ya habíamos visto de Louis Vuitton hasta ahora.
Jacobs sumergió el mundo del maletín francés en un asombroso blanco minimalista. Trece años de destreza pasarán en Vuitton antes de que Marc Jacobs finalmente decida valerse por sí mismo y dedicarse únicamente a su casa homónima.
A menudo pensamos que el paso del tiempo está erosionando nuestra creatividad y nuestra visión de la sociedad actual. Sin embargo, Marc Jacobs floreció durante todos estos años.
El diseñador afirma su toque, su estilo y se vuelve cada vez más él mismo con la edad. Solo hay que fijarse en la evolución de sus pasarelas pero también de sus looks.
Fue el erudito perfecto cuando era joven, luego se transformó en un yerno ideal con una sonrisa brillante y un bronceado dorado antes de finalmente abrazar su identidad queer y romper con las convenciones de género.
A los 58 años, Marc Jacobs está más realizado que nunca. Hace alarde de su estilo con abrigos de leopardo, gafas de sol con perlas, botas disco y esmalte de uñas.
Y con respecto al corazón, está casado desde 2019 con el modelo Charly Defrancesco. Toda esta felicidad nos da la esperanza de ser tan resplandecientes a los 58 años.