Fashion Unraveled explora la belleza en las prendas deterioradas por el uso y sin terminar, pero con historias para contar. Se podrá visitar en el Museo FIT de Nueva York hasta el 17 de noviembre de este año.
Desde el 25 de mayo, el museo del Fashion Institute of Technology de Nueva York (FIT) presenta la exposición “Fashion Unraveled” (Moda deshilachada), una muestra donde se revisan los conceptos de lo imperfecto y lo incompleto en la moda a través de trajes desgastados, alterados o cuya confección ha quedado inconclusa. La idea es encontrar la belleza en las marcas de uso y en la ropa defectuosa. También, se analiza la manera en que algunos diseñadores han adoptado estos signos de deterioro como nueva opción estética.
Además de prendas con mucho uso, detalles de dobladillos y zurcidos en trajes de alta costura, habrá objetos de la colección permanente de FIT. Algunos de ellos no son solo visualmente atractivos, sino que cuentan historias sobre sus creadores o sus usuarios. Cuando la ropa llega al museo para formar parte de la colección permanente, muchas veces tiene algún dato o historia particular. Las anécdotas se conservan en la base de datos de FIT, aunque la mayoría de las veces los curadores no las suman cuando seleccionan las piezas para exponerlas. En este caso, la información extra es un valor agregado. Por ejemplo, un vestido de noche diseñado por Jean Dessès en 1956 fue donado por Lady Arlene Kieta, una de sus modelos. Al momento de entregarlo llevaba una nota en la que decía que la prenda había sido confeccionada con 66 yardas de tela de chiffon y que su costo ascendía a unos 15 mil dólares.
Izquierda: una remera de Rei Kawakubo con piezas simétricas ensambladas al azar (1980). Derecha: Chaqueta de Vivienne Westwood (1991).
Prendas destacadas de la exposición
Entre las piezas, hay un corset de alrededor del año 1750 con agregados de tela, como si hubiera cambiado la figura de quien lo usaba o hubiese sido adaptado al cuerpo de otra persona. Chanel está presente en la exposición con un traje que perteneció a la fotógrafa de moda Louise Dahl-Wolfe. El dos piezas de falda y chaqueta tiene alteraciones y reemplazos que reflejan su interés por seguir usando esa ropa aunque no estuviera en perfectas condiciones.
También se exponen prendas confeccionadas a partir de otras, como la capa que Charles Frederick Worth, considerado el padre de la alta costura, realizó en 1890 con un encaje del siglo XVIII. Un caso más moderno es el de la diseñadora americana Betsy Johnson, que creó en 1996 un enterito a partir de camisetas de rugby. Entre los trajes inacabados expuestos en FIT, hay un vestido que genera intriga: su creación data de 1880, está hilvanado, pero nunca fue terminado. También se puede ver un diseño de 2002 de Oscar de la Renta, adornado con lentejuelas, plumas y un dobladillo deshilachado. La moda deconstruida es un concepto que adquirió fuerza en la última parte del siglo XX. La muestra incluye una t-shirt diseñada por Rei Kawakubo de Comme des Garçons en 1980 con piezas asimétricas ensambladas al azar, con huecos y bordes sin terminación. Y también están las botas “tabi”, pintadas con barniz blanco por Martin Margiela en la primavera de 1990, con la idea de que se vayan descascarando y deteriorando con el tiempo.
La exposición “Fashion Unraveled” se podrá visitar en el Museo FIT de Nueva York hasta el 17 de noviembre de este año.