Una nueva etapa para Carolina Herrera

Con el anuncio, el viernes pasado, de que dejará su puesto como directora creativa, Carolina Herrera pasará a ocupar el rol de embajadora global de la marca que fundó en Nueva York en 1981. Le entregará el mando a Wes Gordon después del desfile de la colección Otoño 2018 que tendrá lugar en el Museo de Arte Moderno (MOMA) este lunes 12. Gordon se convertirá en responsable del diseño y de la dirección artística de la casa de moda establecida en esa ciudad hace 37 años.

En 1981, con el visto bueno de Diana Vreeland, legendaria editora de moda de Vogue, Herrera presentó su primera colección en el Metropolitan Club de Nueva York, donde estaba radicada y era miembro importante de la vida social de la ciudad. Casada con Reinaldo Herrera, editor de Vanity Fair –de quien tomó su apellido– la venezolana emprendió un camino que la llevó a la fama arrolladora: si antes era considerada una de las mujeres mejor vestidas, pronto se convirtió en la diseñadora de más renombre en América Latina.

Carolina Herrera.

“Mi ojo estaba acostumbrado a mirar cosas bellas”, dijo en una oportunidad al preguntársele por su educación estética. Proveniente de una familia acomodada de Caracas, recién a los 41 años conoció las mieles del éxito. Su estilo elegante y sutil siempre fue su sello característico. Sus creaciones, de un lujo sin excesos, evocan los cánones de belleza femenina clásicos pero tienen un toque de calidez latina irresistible, lo que la convirtió en una favorita de las estrellas de Hollywood y la realeza plebeya estadounidense.

En 1987 lanzó su primera colección de novias, un pivote importantísimo de su negocio, y en 1988 debutó con una fragancia, otro pilar de la casa, que ya lleva editados veintidós perfumes. “Estoy encantada con la evolución que ha tenido esta empresa durante 37 años. Nuestro éxito ha sido impresionante y un verdadero sueño”, dijo a la prensa el viernes. La primera colección de Wes Gordon como Director Creativo será Resort 2019.

Wes Gordon.