Sin dudas septiembre es el mes más importante de la industria de la moda. Directamente desde la jungla de asfalto de Nueva York a las calles adoquinadas de Londres, las supermodelos se lanzaron a otra semana gigantesca de la moda en el corazón de la alta costura italiana: Milán.
La creatividad y la artesanía están indisolublemente entrelazadas con esta capital de la moda. Un viaje a la Galleria Vittorio Emanuele II y se entenderá por qué. Con talleres de algunas de las casas de moda más grandes del mundo en cada esquina, Milán siempre transmite sofisticación contemporánea y elegancia.
Aunque Italia se vio sacudida por los impactos de COVID-19, no tenemos dudas de que los diseñadores, que hicieron presentaciones tanto reales como virtuales, continuarán consolidando la moda italiana y de Milán como una fuerza lujosa a tener en cuenta.
El 21 de septiembre, la semana se abrió con una exhibición de talentos emergentes y concluyó el 28 (ayer). No solo es la primera vez que los diseñadores italianos mostraron presentaciones físicas desde principios de 2021, sino que también fue la primera vez que Kim Jones, Raf Simons y Miuccia Prada presentaron colecciones frente a una audiencia de Fendi y Prada, respectivamente.
Apariciones de TOD’S, Max Mara, Jil Sander, MM6 Maison Margiela y Versace fueron parte del calendario. Sin embargo, las potencias Bottega Veneta, Gucci y Miu Miu estuvieron notablemente ausentes.
El debut de Dua Lipa en la pasarela de Versace no fue el único impacto visual que tuvimos. Metalizados, látex y tonos vibrantes fueron los destacados de la colección. Y la cantante, sin dudas confirmó lo que veníamos viendo: el regreso del tiro bajo. Pero no fue la única superestrella en la pasarela. La hija de Madonna, Lourdes León se consagró en su primer desfile.
Fue un total de 65 espectáculos: 43 presenciales con público y 22 digitales. La firma Armani cumplió 40 años y presentó una colección con un estilo más joven que el habitual.
Prendas con vuelo, vestido de gasa, blazers ligeros y trajes tipo pijama se consolidaron como los ítems de la temporada, signada por la comodidad. A diferencia de los tonos neón de Versace, la colección de Armani es de una paleta mucho más calma.
Fendi fue otro de los grandes de la moda que deslumbró. Prendas holgadas y tonos grises, nude y café fueron protagonistas. El guiño fue al apogeo de Studio 54 y al glamour disco de los años ’70 que se vio en blusas de caftán y vestidos de seda.
Además de todo lo que vimos en la pasarela, la calle resultó inspiradora. Las it girls siguen el pulso de la moda y nos encanta.